Lautaro Elías: “Le dije a Cavani que mi camiseta era para mi viejo”
El joven volante aurinegro contó la intimidad del encuentro con el delantero uruguayo que se hizo viral. “Me habló con mucha humildad”, confesó.
El debut de Lautaro Elías en la Primera de Almirante Brown podría haber estado en la mente de cualquier guionista de cine. Tuvo condimentos a granel. Una convocatoria repentina, un marco gigantesco, un partido histórico y un final emotivo que terminó viralizándose en las redes sociales.
Una vez que sonó el pitazo final de Pablo Echavarría, con la victoria consumada para Boca Juniors, el joven volante aurinegro quedó cara a cara con Edinson Cavani, el astro uruguayo que convirtió el segundo gol para el Xeneize. Lo demás lo cuenta el pibe de Isidro Casanova, con asombro y emoción.
“Yo no fui a pedirle la camiseta, porque soy muy vergonzoso. Lo que pasó fue que en una jugada le estiré la camiseta y me dijo un montón de cosas, ja. Cuando terminó el partido, fui a hablar para que no se enoje y ahí me habló con mucha humildad. Me dio muchos consejos y me dijo que disfrute de jugar al fútbol. Entonces, vi la oportunidad y le pedí la camiseta. Después, me pidió la mía y no podía creerlo. Y ahí le dije que había debutado y que mi camiseta era para mi viejo. Me abrazó y lo entendió porque es un jugador muy humilde”, relató.
El mediocampista, de 19 años, también hizo un repaso de su intrincado viaje hacia la Primera División. Con la misma elegancia que gambetea rivales, fue eludiendo a los numerosos obstáculos que se le cruzaron en su camino.
“Hice Infantiles en Ferro y, en 2019, los Balbuena (Damián y Gustavo, ex entrenadores en Inferiores) me trajeron a Almirante. El año pasado estuve entrenándome en Barracas Central porque en Almirante me habían bajado de Reserva a Cuarta y me pasó que sentía que ya no estaba disfrutando el fútbol. Por eso, dejé de ir al club por un mes. Encima, se me juntó lo de la muerte de mi abuela”, recuerda.
Pero el amor propio lo distingue al chico del barrio San José. Al Chino, como lo conocen todos. “A principios de este año, volví a hablar con los técnicos de acá y empecé en Cuarta otra vez. Me esforcé el triple y, al mes y medio, ya me habían subido a Reserva. Hay que estar bien de la cabeza, porque somos chicos y, si no jugamos, nos sentimos los peores. Me ayudó mucho mi familia. Ellos nunca me dejaron tirado. Gracias a ellos, nunca bajé los brazos”, agradece.
Una noche soñada para el pibe Elías. Los flashes lo tuvieron en primera plana con Cavani, pero también resaltaron sus valores gigantescos. Las dos camisetas viajaron en su bolso y ambas tienen un significado invalorable. El mejor final para un rodaje inolvidable.