La paralización de la mayoría de las obras públicas nacionales dispuesta por el actual gobierno nacional impactó en San Justo. Desde el cambio de gobierno nacional, la obra del paso bajo nivel de la avenida Presidente Arturo Illia del ramal Haedo – Temperley del ferrocarril Roca, que pasa por esa localidad matancera, quedó detenida.

Cabe recordar que los convenios para la ejecución del emprendimiento se firmaron el 19 de julio de 2021, con una inversión estimada que entonces alcanzaba a los 1.500 millones de pesos, en el marco del Plan Modernización del Transporte Ferroviario. Así, en mayo de 2022 comenzaron los trabajos.

Con la asunción del nuevo gobierno nacional, en diciembre de 2023, todo cambió. A fines de junio de 2024, desde la secretaría de Obras Públicas nacional adelantaron que unas 2.000 obras y proyectos en todo el país serán discontinuadas, postergadas sin fecha precisa o transferidas a las provincias.

Mientras tanto, en la obra de la avenida Illia, como otras en territorio bonaerense, durante estos últimos seis meses se llenaba de agua cuando llegaban las precipitaciones, agravando aun más un histórico problema de inundaciones en la zona.

Esto ocurrió porque se había comenzado a realizar la excavación para que los vehículos pasen bajo las vías. Pero la depresión que se formó se transformó en una laguna de agua estancada por las lluvias, lo que provocó perjuicios y quejas de los vecinos. En ese contexto, El1 recorrió el lugar y comprobó que se decidió rellenar con tierra la excavación como una solución, al menos provisoria, al acumulamiento de agua en el lugar.

Aislados y sin luz

David, un vecino de la zona, conversó con Radio Universidad desde el lugar, y señaló: «Esto nos está perjudicando enormemente porque, inclusive, nos ha dejado aislados. A esto se suma que, como se han robado los cables a la noche, una vez que se apagan las luces del club (Huracán de San Justo) la zona queda totalmente a oscuras, por lo cual se incrementan los hechos de inseguridad».

«La cosa se pone peor cuando llueve, porque se llena todo de agua. Para colmo, el agua no tiene salida, porque el asfalto que hicieron quedó mucho más alto. En consecuencia, se llena toda la vereda de agua, la gente no puede pasar y tiene que dar toda una vuelta para poder salir, es un verdadero desastre», lamentó.

«Acá iban a hacer las cloacas. Vinieron, tomaron las medidas correspondientes y después quedó todo paralizado. Esto es un peligro: ya hubo gente mayor que se ha caído. Las madres, cuando esto se llena de barro, pasan con los chicos a upa, con todo lo que eso implica», concluyó.