Bernabé Aráoz, el caudillo de Tucumán que luchó junto a Belgrano
El escritor y cineasta Fabián Soberón presentó un documental sobre el militar tucumano, pieza clave en la formación del Ejército del Norte. El trabajo, hecho en conjunto con el historiador Facundo Nanni, propone una mirada distinta de los caudillos.
Fabián Soberón es tucumano y renacentista. Escribe cuentos y novelas, enseña y dirige películas, entre otras cosas. En esta oportunidad, asoma su veta cinematográfica con el documental “Soy Bernabé Aráoz, un caudillo de Tucumán”, con la colaboración del historiador Facundo Nanni.
Bernabé Aráoz nació en Monteros, Tucumán, en 1776, y fue fusilado en Trancas, en la misma provincia, en 1824. En diálogo con Radio Universidad, Soberón lamenta que se conozca poco de Aráoz en el resto del país, quizá, por el trazo grueso de la mirada porteña sobre los caudillos de tierra adentro.
Entonces, Soberón no se detiene en destacar las virtudes de este hacendado que fue un militar clave en la creación del Ejército del Norte. “Fue gobernador, tuvo un rol preponderante en la declaración de la Independencia y fundó una breve república de Tucumán”, enumera sin respirar.
Pero, a pesar de tantos méritos, “el olvido le ha ganado a su figura”. Para ponerlo en el centro de atención, Soberón recurrió a un grupo de historiadores y hasta convocó a artistas plásticos para pintar el rostro del caudillo. Porque, sepa lector, el rostro pintado por Honorio Mossi es pura suposición.
El artista recurrió a su imaginación porque no había documentación ni retratos anteriores para inspirarse. “Por eso digo que es un héroe sin rostro”, apunta Soberón. “Es un caudillo de cara ficcional, como es el caso de Artigas y otros”, señala.
La relación con Manuel Belgrano
Bernabé Aráoz fue un puntal de Manuel Belgrano en la formación del Ejército del Norte. “Al principio, la relación fue armónica y, luego, tuvieron una diferencia y Bernabé fue acusado de un boicot”, narra el realizador, aunque ese tema está en revisión. Sí se sabe que Bernabé aportó a sus gauchos de su hacienda para formar las tropas. “Era un caudillo popular con gran ascendencia en el pueblo”, manifestó.
“¿Qué hubiera pasado si no se aliaban Belgrano y Aráoz en la batalla de Tucumán?”, se pregunta el escritor. El cuestionamiento sirve para subrayar el papel potente que tuvo Aráoz en esa contienda triunfal contra los realistas. El ejercito español doblaba en cantidad al criollo y, sin embargo, fue derrotado. Aráoz también ayudó a San Martín para armar la gesta de los Andes.
La República de Tucumán
El poder de Buenos Aires había entrado en crisis y se disolvió. El “desmembramiento” de la autoridad central empujó la idea de Aráoz y fundó la República de Tucumán, de vida fugaz. Soberón sostiene que pintan al guerrero como un hombre “frío”. Pero esa definición no le cierra porque la condición central de un líder de estas características no es la frialdad, sino todo lo contrario: “Ser un caudillo frío es un oxímoron”.
El documental aborda la figura del caudillo con una mirada que busca salirse de la dicotomía sarmientina de “civilización o barbarie” y se apoya en Juan Bautista Alberdi, quien planteaba que los caudillos eran «heterogéneos». “Bernabé era un caudillo racional”, subraya.