De que se trata

Templo Abba Krishna: la Justicia condenó a cuatro miembros de la secta

La resolución fue comunicada por el Tribunal Oral en lo Criminal Federal N° 2 de San Martín. Además, se ordenó una reparación de entre dos y 36 millones de pesos para cada una de las ocho víctimas del caso, entre ellas, una menor.

El Tribunal Oral en lo Criminal Federal N°2 de San Martín sentenció en un juicio abreviado a cuatro personas a cuatro años de prisión por el delito de trata de personas: las víctimas acudían al templo Abba Krishna, ubicado en la localidad de 20 de Junio, para recibir contención afectiva y ser acompañadas por una guía espiritual, pero con el tiempo eran reducidas a la servidumbre y sometidas a prácticas sexuales.

Según informaron fuentes judiciales, el tribunal consideró que los imputados Francisco Pugliese, Leonardo Gandarinho, Carina Cardoso y Lisa Baissetto participaron en calidad de partícipes secundarios del delito de «trata de personas agravado por haber sido cometido mediando engaño y aprovechamiento de la situación de vulnerabilidad de las víctimas, contra más de tres víctimas, con la participación de más de tres personas y la intervención del ministro de un culto no reconocido».

De acuerdo a lo precisado en la causa, además, se los sentenció por una participación secundaria en el delito de «abuso sexual agravado por haber sido cometido con acceso carnal, en forma gravemente ultrajante, por parte del ministro de un culto no reconocido, con la intervención de más de tres personas y contra una menor de dieciocho años, aprovechando una situación de convivencia preexistente».

En línea con un pedido realizado por el representante del Ministerio Público Fiscal los magistrados ordenaron una reparación económica que va de los 2.679.002,88 de pesos a 36.447.764,44 de pesos para cada una de las ocho víctimas del caso.

Ese monto deberá hacerse efectivo a través del Fondo de Asistencia Directa a Víctimas de Trata, más la actualización correspondiente a la tasa activa del Banco Nacional al momento de concretarse el pago. Finalmente, el tribunal ordenó el decomiso del dinero secuestrado para que sea transferido a las cuentas bancarias a nombre del Fideicomiso de Administración del Fondo de Asistencia a Víctimas de Trata.

Además, dispuso que los vehículos y bienes inmuebles decomisados sean inscriptos en los registros correspondientes a nombre del Estado Nacional, con asignación específica al Consejo Federal para la Lucha contra la Trata y Explotación de Personal y para la Protección y Asistencia a las Víctimas.

La investigación

Las pesquisas en el hecho se originaron a través de una denuncia anónima realizada por correo electrónico y recibida por la Procuraduría de Trata y Explotación de Personas (PROTEX), a cargo de Alejandra Mángano y Marcelo Colombo. En ese mail, una de las víctimas dio cuenta de los diferentes hechos sufridos en el templo Abba Krishna.

En este marco, la PROTEX formuló una denuncia y el 2 de febrero de 2021, la Fiscalía Federal Nº 1 de Morón formuló su requerimiento de instrucción, donde solicitó la realización de diferentes medidas de investigación. Tras el avance de la pesquisa, cuatro personas fueron identificadas y acusadas de captar a víctimas y engañarlas aprovechándose de su situación de vulnerabilidad para obtener réditos económicos.

Para llevar adelante su plan, los acusados habían montado un templo denominado Abba Krishna, que contaba con rasgos sectarios. El modo de operar se vio caracterizado por procesos paulatinos en los cuales la organización se ganaba la confianza de sus fieles e imponía distintas pautas en concepto de “avance espiritual”.

Allanamientos en el Templo Abba Krishna

Los procedimientos en la causa se llevaron a cabo el 5 de diciembre de 2021. En esa oportunidad, cinco personas fueron detenidas y se logró el secuestro de importantes sumas de dinero -tanto de dólares como de pesos argentinos-, municiones, armamentos, de medicamentos, un cartucho de bala, un cartucho de escopeta y documentación de interés para la causa.

En la causa, con respecto al hombre identificado como el líder de la organización, se suspendió el avance del proceso penal en su contra por “incapacidad sobreviniente” -inhabilidad o impedimento o bien la dificultad apreciable en algún grado para el ejercicio de funciones vitales-.

Además, otra persona falleció antes de iniciar el debate. En el caso de Lisa Baissetto, cabe señalar que, al momento de la solicitud de elevación a juicio registraba un pedido de captura. Una vez que se logró identificarla, se le extrajeron testimonios y el tribunal acumuló las causas.

Allanamientos en el templo Abba Krishna.

Funcionamiento de la organización

Según la investigación, los miembros de la organización utilizaban las actividades que se realizaban en el templo para captar a las víctimas: ofrecían contención afectiva y guía espiritual a las víctimas ya que todas ellas transitaban por diferentes situaciones de vulnerabilidad, problemas familiares, personales, enfermedades o adicciones.

Cada vez que una persona ingresaba al templo debía completar una planilla con los datos personales, detalles de su situación emocional y aspectos de su vida que querían “sanar”. En cada encuentro, esa información se iba actualizando. De esta manera, el líder de la banda tenía pleno conocimiento de la situación sentimental de los fieles y cómo las distintas actividades del templo iban impactando en sus personalidades. En caso de que un asistente dejara de concurrir, se lo llamaba por teléfono y se le insistía para que volviera al templo bajo la promesa de que ello le haría bien y le ayudaría a “sanar emocionalmente”.

Una vez que los fieles tomaban confianza con las personas y actividades del templo, el primer paso para “avanzar espiritualmente” y “purificar sus almas” era hacer “Bhakti Yoga” o “servicio”. Al respecto, el líder les explicaba a sus víctimas que “si se recibe, hay que dar”, por lo que debían hacer servicio devocional, que consistía en limpiar el lugar, mantener el jardín o ayudar en la preparación de las sesiones y comidas que se ofrecían. Además, debían realizar aportes económicos para el templo.

El acercamiento del líder con sus devotos le servía para inculcar distintos pensamientos hasta lograr persuadirlos, controlarlos y aislarlos ya que, entre otras cuestiones, les hacía creer que, aquellos que no pertenecían al grupo Abba Krishna, “no podían sentir la misma energía”. Con esta premisa, no se les permitía a los integrantes del templo tener parejas que no pertenecieran a la comunidad.

Ordenanzas del líder

Las enseñanzas del sujeto tenían fuertes premisas sexuales: a las mujeres no se les permitía mantener relaciones sexuales, bajo el pretexto que el cuerpo era un templo al cual «no se le debía permitir entrar a cualquiera». Sin embargo, existía un “camino espiritual” en el cual se avanzaba desde la entrega sexual del cuerpo y que estaba controlado por el líder espiritual mediante hechos de acoso y abuso.

El templo Abba Krishna estaba preparado para que los fieles pudieran también pernoctar. En su planta alta, existían varios cuartos en donde se podía dormir cada vez que las sesiones o sus servicios terminaban tarde. Algunas víctimas eran invitadas a vivir en una de las casas que el líder tenía a disposición. Si bien se les decía que para vivir en ellas no debían pagar alquiler, debían aportar económicamente para mantener el lugar, además de continuar con la contribución económica del templo.

Según detalles que brindó la fiscalía, el control que se tenía sobre las víctimas permitía exigir altos porcentajes de sus ingresos. También se decidía si los fieles debían dejar, aceptar o mantener sus trabajos en relación de dependencia o si se les solicitaba que trabajaran en lugares específicos o para el templo.

La investigación determinó que, en este último caso, las jornadas laborales eran extensas y los sueldos irrisorios. Una de las víctimas declaró que debía pasear a las vacas para pastorear, de lunes a lunes de 8 a 17:30, por 3.000 pesos y que debía aportar una parte de ese monto para los gastos de las casas y para la contribución del templo. Ni los trabajos en relación de dependencia ni para el templo eran considerados “servicios” por lo que, luego de las jornadas laborales, se debían dedicar a la mantención del templo.

Según quedó demostrado durante el proceso judicial, el líder logró disponer de las víctimas en todos los aspectos de su vida, desde la utilización de su tiempo, el control laboral, económico, social, alimenticio, sentimental y sexual.

Fuente: https://www.el1digital.com.ar

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