Alerta UNICEF: advierten que siete de cada diez niños saltean al menos una comida diaria
La campaña “El hambre no tiene final feliz” busca incentivar la ayuda de la población argentina a las tareas de protección de familias que viven por debajo de la línea de la pobreza.
En el marco del mes de las infancias, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) lanzó la campaña “El hambre no tiene final feliz” con el objetivo de movilizar a la sociedad en torno a la situación que atraviesan los niños, niñas y adolescentes en lo que respecta a la falta de alimentación.
La agencia de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) realizó una serie de encuestas desde 2020, que comenzó con la idea de mostrar el impacto del COVID-19 en las familias argentinas vulnerables, pero que continuó con el análisis general de familias con menores recursos. Los resultados hasta la séptima edición, que se realizó el año pasado, revelaron que los menores de edad saltean, al menos, una comida diaria. Este dato es el que se mantiene en la serie, según explicó Natalia Calisti, especialista en comunicación de UNICEF Argentina, a Radio Universidad.
Otro de los datos que alertó a la organización internacional es que los niños comen “menos carne y menos lácteos”, en comparación con 2023, debido a “la falta de recursos”. La mala alimentación no tiene que ver, únicamente, con una falta de recursos, sino con “la calidad de esa comida”.
“Se habla de que siete de cada diez niños se encuentran en situación de pobreza, y esto tiene que ver, sobre todo, con la falta de alimentos de calidad. El hambre es la cara más cruda y más injusta de la pobreza. Esto de que haya chicos que van a la cama sin cenar porque en sus casas no hay recursos es la imagen más cruda de la situación que están pasando miles de familias”, lamentó la referente comunicacional de la entidad.
La pobreza en la Argentina
“La pobreza en nuestro país es una cuestión estructural, o sea que no se solucionará de hoy para mañana, pero es una situación que viene empeorando. Hace más de 35 años que en Argentina hay un núcleo duro de 30 por ciento de niños que viven en la pobreza y esa situación, lejos de mejorar, se ha agudizado”, aseguró Calisti.
De este modo, la propuesta de la campaña “El hambre no tiene final feliz” es “cambiar este final”, brindando un apoyo a UNICEF en el país. De acuerdo con la especialista, “cada quien desde su lugar puede generar un cambio y hacer su aporte”.
La iniciativa busca que todos los chicos “puedan tener los nutrientes que necesitan para crecer y desarrollar todo su potencial”. Las donaciones mensuales que recibe la organización dependiente de la ONU refuerzan las viandas escolares de modo que sean “nutritivas y de calidad”.