La actualidad en materia de adopción: ¿es un proceso dificultoso?
En diálogo con Radio Universidad, Gonzalo Gallo Quintián, titular del Juzgado de Familia N° 2 de La Matanza, se refirió a las exigencias de los posibles adoptantes y el proceso administrativo que significar adoptar un niño.
Por Gonzalo Gallo Quintián*
Ante la pregunta “¿Es difícil adoptar?”, la respuesta inmediata es no. Sí podría ser dificultosa la adopción de bebés, pero si la persona tiene la voluntad de adoptar, tiene una amplia posibilidad que va desde los cero hasta los 18 años. De todas maneras, es muy poca la gente que se inscribe para adoptar chicos grandes, de seis a ocho años.
Esto significa que hay muchos niños esperando una familia. Según estadísticas oficiales, hay 1.300 solicitantes inscriptos para adoptar un niño de cero a tres años; en cambio, para adoptar mayores de 15, solo hay trece inscriptos.
Como jueces, nosotros debemos ver que esos trece sean de la zona, porque uno tiene que considerar que está desarraigando a una persona que, quizás, tiene contacto con algún familiar lejano o vínculos. Hay que investigar que esas pocas personas encajen en la situación especial del niño que está buscando una familia.
Continuando con las estadísticas, hay 1.300 interesados en niños de uno a tres años, 1.000 en pequeños de cuatro a cinco mientras que, después de los seis años, los interesados bajan considerablemente. Muchas veces, recibimos reclamos de los propios chicos, quienes manifiestan que quieren ser adoptados. Pero nosotros no sabemos qué respuesta dar, porque no conseguimos personas que se inscriban y sean aptas.
El proceso de adopción
Para poder adoptar, se debe cumplir con requisitos lógicos y mínimos. Por ejemplo, poder alimentar al niño y no contar con antecedentes penales graves por una situación vinculado a la niñez. También cabe destacar que los chicos también pueden exigir, y nosotros debemos respetar esas exigencias.
Pueden venir a adoptar a La Matanza personas de cualquier punto del país. Una vez que un niño pasa a estar en estado de adoptabilidad, en ese momento se solicita el listado de gente inscripta. Recibido ese listado, empieza el trabajo articulado entre psicólogos, trabajadores sociales y psiquiatras que hacen toda una evaluación sobre quién podría encajar mejor con esta persona.
Una vez que seleccionamos a la persona indicada, habilitamos la vinculación que se controla junto con el servicio local y el programa provincial Ahijar. Monitoreamos la situación por seis meses y, una vez que entendemos que la situación está consolidada y corresponde, intimo a los adultos a que inicien la adopción.
Ante de eso viene la guarda preadoptiva, otorgada por el Juez, consolidada por el plazo de tiempo de la relación y, luego, ya se inicia la adopción. Cabe destacar que todo este trámite no tiene ningún costo. Solo se necesita disponibilidad de tiempo por parte de los adultos interesados.
*Titular del Juzgado de Familia N°2 de La Matanza