A 48 años de «La Noche de los Lápices”: un día para hacer memoria y reivindicar los derechos de los estudiantes secundarios
En plena dictadura cívico-militar, diez estudiantes militantes de la Unión de Estudiantes Secundarios (UES) y diversas organizaciones políticas de la ciudad de La Plata, fueron secuestrados de sus domicilios en un suceso conocido como “La Noche de los Lápices”. Desde 2006, esta fecha se conmemora como el Día de los Derechos de los Estudiantes Secundarios para que “los lápices sigan escribiendo”.
Seis meses ya habían pasado desde el comienzo del terror. Casi un semestre separó el inicio de la última dictadura cívico-militar en el país de «La Noche de los Lápices”. A 48 años de aquel 16 de septiembre de 1976 en donde diez estudiantes militantes de la Unión de Estudiantes Secundarios (UES) de la ciudad de La Plata fueron secuestrados de sus domicilios, los “lápices siguen escribiendo”.
«La Noche de los Lápices»: la historia
Con el advenimiento del golpe de Estado del 24 de marzo de 1976, comenzó una violencia desmesurada desplegada por el terrorismo de Estado. “Los trabajadores organizados, las organizaciones políticas y sociales y las organizaciones juveniles fueron el epicentro de la violación sistemática de los DDHH”, rememoraron desde el SUTEBA provincial en clave de denuncia.
“La escuela pública, los docentes y estudiantes quedaron en la mira. La vigilancia, el control y el llamado a delatar a docentes y estudiantes fueron prácticas institucionalizadas a través de un documento que recorrió el sistema educativo argentino en su totalidad: ‘La subversión en el ámbito educativo (conozcamos al enemigo)‘. En las escuelas secundarias la disciplina fue férrea y con matices castrenses. Las listas negras se llenaron de nombres de aquellos que los genocidas consideraban subversivos. Las Fuerzas Armadas, con el supuesto objetivo de ‘despolitizar’ las escuelas, comenzaron una caza de brujas en educación”, agregaron.
Como marca de época, muchos estudiantes secundarios militaban en diversas organizaciones sociales, eclesiales o políticas. Una de las tantas luchas que llevaron adelante fue la del Boleto Estudiantil Secundario. Así, concretaron una multitudinaria marcha en 1975 en la ciudad de La Plata. Sin embargo, en agosto de 1976, la dictadura decidió suspender este beneficio con el propósito de identificar a los referentes del movimiento estudiantil que había encabezado este reclamo.
«Jóvenes solidarios»
Asi, entre la medianoche y las cinco de la mañana del 16 de septiembre de 1976 tuvo lugar «La Noche de los Lápices». Diez estudiantes, militantes de la Unión de Estudiantes Secundarios (UES), fueron secuestrados de sus domicilios. Estos jóvenes fueron quienes habían reclamado en 1975 el otorgamiento del Boleto Estudiantil Secundario ante el Ministerio de Obras Públicas.
Los jovenes fueron trasladados al Centro Clandestino de Detención, Tortura y Exterminio (CCDTyE) «Pozo de Banfield», donde se los torturó salvajemente. El operativo fue realizado por el Batallón 601 del servicio de inteligencia del Ejército. También participó la Policía de la provincia de Buenos Aires dirigida por el General Ramón Camps, quien calificó al suceso como ejemplo de «accionar subversivo en las Escuelas». Sobrevivieron Pablo Díaz, Emilce Moler, Patricia Miranda y Gustavo Calotti.
“Los estudiantes de ‘La Noche de los Lápices’ tenían entre 16 y 18 años. Soñaban, reían y disfrutaban. Los jóvenes detenidos desaparecidos tenían características compartidas. Eran jóvenes solidarios, que buscaban mejorar el mundo que habitaban, tendiendo la mano a los más necesitados. Era un mundo injusto, desigual, y estos jóvenes querían transformarlo para construir una sociedad diferente, más justa, en la que todos pudiesen concretar sus sueños y ejercer plenamente sus derechos. Por eso se organizaban y participaban, para aunar fuerzas, entendiendo que las transformaciones y conquistas de derechos siempre es colectiva, no individual”, recordaron desde la entidad educativa bonaerense.
La Noche de los Lápices: memoria, lucha y conmemoración
En reconocimiento a la lucha de este grupo de jóvenes militantes desparecidos se conmemora cada 16 de septiembre, desde el 2006, el Día de los Derechos de los Estudiantes Secundarios, un homenaje para que «los lápices sigan escribiendo».
“La Noche de los Lápices fue uno de los sucesos más dramáticos de la represión vivida en aquellos años. Llegaron a 250 los desaparecidos entre 13 y 18 años, la mayoría estudiantes de escuelas secundarias de otros distritos de la provincia de Buenos Aires. Con el paso de los años, los estudiantes, diversas organizaciones y organismos de DDHH, sindicatos hicieron propia esta histórica lucha, muy sentida por la sociedad. Desde el SUTEBA levantamos las banderas de Memoria, Verdad y Justicia por los compañeros detenidos desaparecidos y continuaremos acompañando los justos reclamos de los estudiantes secundarios por el pleno ejercicio de sus derechos, por condiciones dignas para aprender, por escuelas dignas y seguras, para seguir junto a ellos defendiendo la Educación Pública”, cerraron.
Para hacer memoria
A continuación, los nombres de los estudiantes secundarios desaparecidos por la dictadura cívico-militar y los sobrevivientes.
En total, diez estudiantes secundarios fueron secuestrados y torturados por grupos de tareas de la dictadura gobernante, de los cuales seis fueron asesinados sin que se hallaran sus restos hasta la fecha: Claudio de Acha, María Clara Ciocchini, María Claudia Falcone, Francisco López Muntaner, Daniel A. Racero y Horacio Ungaro. Los cuatro sobrevivientes fueron Gustavo Calotti, Pablo Díaz, Patricia Miranda y Emilce Moler.
El caso tomó notoriedad pública en 1985, luego del testimonio de Pablo Díaz, uno de los sobrevivientes, en el Juicio a las Juntas. Además, Díaz participó de la creación del guion que llevó la historia al cine días antes de cumplirse una década de lo ocurrido, en la película homónima.