Los dialoguistas de la CGT buscan conformar la mesa tripartita con Milei y los empresarios
La rama dialoguista de la CGT se prepara para conformar la mesa tripartita con el gobierno y los empresarios, lo que podría significar el quiebre definitivo de la central obrera.
La rama dialoguista de la Confederación General del Trabajo (CGT), comandada por Héctor Daer, se prepara para conformar la mesa tripartita con la administración libertaria y los empresarios, lo que podría significar el quiebre definitivo de la central obrera, que ya sufrió una baja en lo que va el gobierno de Javier Milei.
Es que, puertas adentro de la CGT, se impone por ahora la posición dialoguista, encabezada por “los gordos” con Héctor Daer a la cabeza, contra la combativa que comanda el cotitular de la central cegetista, Pablo Moyano, luego de haber activado dos paros generales, el 24 de enero y el 9 de mayo, contra la administración mileísta.
En concreto, quienes no están dispuestos a acelerar el choque argumentan que el Gobierno dinamizó la homologación de las paritarias y que hay que darle aire tras la aprobación de la Ley Bases, mientras que la facción combativa cree inadmisible la dilapidación salarial y la ola de despidos masivos.
Las disputas entre una postura y otra, abrió una nueva grieta dentro de la central, tal es así que, el titular del Sindicato de Mecánicos y Afines del Transporte Automotor de la República Argentina (SMATA), Mario “Paco” Manrique, renunció a su lugar como secretario general dentro de la CGT, mientras que el líder de camioneros y cotitular, Pablo Moyano, también amenazó con romper.
“Voy a renunciar a la CGT, esta conducción a mí no me representa, se vació de contenido, no tiene claro hacia dónde va”, disparó Manrique, tras criticar de manera tajante a la rama dialoguista, encabezada por Héctor Daer.
En la misma sintonía, Moyano sostuvo que “dialogar con el gobierno no sirve para nada, hay que confrontar”, tras exigirle a la central obrera un plan de lucha contra los recortes y los despidos masivos de la administración libertaria y agregó: “No entiendo ir a hablar con funcionarios que les cagaron 10 mil pesos a los jubilados, que los cagaron a palos, les quieren sacar el presupuesto a las universidades, hay inflación”.
En ese contexto, los dialoguistas de la CGT preparan la semana que viene conformar la mesa tripartita con el gobierno nacional y los empresarios del Grupo de los seis, una vieja promesa de mediados de septiembre del secretario de Trabajo, Julio Cordero, cuando discutieron la reforma laboral de la Ley Bases.
En efecto, durante la comitiva, el funcionario libertario propuso armar una mesa tripartita, en la que converjan el Gobierno, los sindicalistas y el sector empresario. “En el marco de una reunión cordial, recibimos las principales preocupaciones planteadas por los dirigentes de la CGT y hemos propuesto la constitución de una mesa de diálogo social tripartito que incluya al sector empresario”, indicó.
“Definimos que, luego del encuentro que tenemos previsto en la Secretaría con representantes del sector empresarial la semana próxima, constituiremos una mesa de diálogo para abordar los temas de interés de todas las partes”, agregó Cordero. Sin embargo, tras la escalada en los conflictos sociales la mesa tripartita jamás se conformó.
Ahora, con la renuncia de Manrique, uno de los combativos, y la interna de PJ nacional en la cual se implicó el hijo mayor de Hugo Moyano, la mesa de los “gordos” encontró vía libre para planificar para la semana entrante la mesa tripartita para el desarrollo, la producción y el trabajo, sin tener que soportar represalias de la rama combativa de la CGT, ahora prácticamente vaciada.
Sin embargo, de conformarse una mesa de concordia con el Gobierno impulsor del “mayor ajuste de la historia de la humanidad” la fractura de la CGT podría encontrar un punto de no retorno.
Vale señalar que, del gobierno llevan adelante la conformación de la mesa tripartita el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, el secretario de Trabajo, Julio Cordero y el asesor plenipotenciario Santiago Caputo, protagonistas de sendas reuniones por separado con la CGT y el Grupo de los Seis (principales empresas de la industria, el comercio, la banca, el agro y la construcción).