San Isidro: Ramón Lanús cierra el año sin apoyo en el Concejo y acechado por el possismo

A poco más de 12 horas de que comenzara la sesión del Concejo Deliberante de San Isidro que tenía como objetivo sancionar el nuevo Código de Ordenamiento Urbano (COU) que impulsa la administración de Ramón Lanús, el intendente informó la postergación del debate legislativo para el año que viene.

“Escuchamos a los vecinos de San Isidro y decidimos que vamos a extender el debate legislativo, con más instancias para explicar nuestro proyecto, que creemos que es lo mejor para el distrito”, afirmó el jefe comunal en una carta que difundió a través de las redes sociales.

En esa línea, Lanús expresó su pesar y apuntó contra aquellos que “tergiversaron los cambios buscados, implantando temores infundados“. “Frente a eso, entendemos que nos debemos un debate más profundo en el Concejo Deliberante local con la nueva apertura de sesiones en marzo del año que viene”, agregó.

Es que, el jefe comunal pretendía modificar el Código de Ordenamiento Urbano de San Isidro, algo que ni el propio possismo pudo, a pesar de que la mayoría de los vecinos ya se expresó en contra de sus intenciones.

“Se piensa que puede hacer un Vicente López en San Isidro. No conoce a la gente que gobierna. Nunca se permitió clavar ni un edificio”, afirmó una fuente calificada de la oposición que remarcó: “No creo que le den los votos, pero si llega a pasar los vecinos lo van a prender fuego”.

En ese contexto, como era de esperar, los ediles peronistas y del possismo se expresaron en contra del COU de Lanús. Sin embargo, la novedad tuvo que ver con que varios sectores libertarios y vecinalistas tampoco coincidieron con la idea de avanzar en esta línea.

“Es un capricho de él y hay muchos que están esperando a acomodarse en relación a lo que expongan los demás”, señalaron desde la tropa libertaria de San Isidro con respecto a la eventual votación del COU.

En ese marco, ante la balanza desfavorable, el jefe comunal reculo en chancletas y pospuso el debate para el año que viene. Lo que sucede es que, Lanús no cuenta con un armado local que le responda.

En concreto, el Honorable Concejo Deliberante local está fragmentado en 10 bloques: la mayor cantidad de bancadas en todos los distritos del Conurbano bonaerense. Y los motivos, son claros: la desconfianza.

Vale mencionar que, la sesión para debatir la reforma a la norma que regula qué y en dónde se construye estaba convocada para este miércoles a las 12:00 horas. El despacho del oficialismo, que consiguió la semana pasada cuatro firmas, se debatiría junto a otros dos de la oposición. Sin embargo, por decisión del jefe comunal se canceló.

“Nuestras convicciones son las mismas: queremos una costa accesible para todos, queremos cuidar la barranca natural, queremos proteger nuestro patrimonio histórico y vamos a seguir apostando al desarrollo urbano de Villa Adelina y Boulogne”, remarcó Lanús.

Cabe destacar que, tres de los cuatro puntos que detalla el intendente: la prohibición para construir en la costa, la preservación del área de la barranca y el resguardo de inmuebles con valor patrimonial, eran los que contaban con mayor consenso y estaban incluidos en todos los despachos.

San Isidro: la frontera interna de Lanús en el Concejo Deliberante

El intendente Lanús llegó al poder apoyado en una estructura ajena, con la banca de Convocación por San Isidro, durante años la principal oposición al exintendente Gustavo Posse, y una lista que se fue desarmando a medida que se fueron acomodando las bancas, por lo que, en concreto, solo tiene un concejal de raíz: Guido Alvarado, de Cambia San Isidro.

En ese marco, actualmente, Lanús gobierna con el apoyo de Convocación. Y pese a que frente a los micrófonos desde el vecinalismo muestran unidad, lo cierto es que proyectos como este exponen límites que resquebrajan más una relación que no es tan buena como aparenta.

Además, con la política nacional como marco, Lanús es uno de los intendentes que salió a jugar fuerte en favor del presidente Javier Milei a través de su vínculo directo con la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich. Es que, se trata de uno de los jefes comunales a los que les gusta mostrar los recortes en el estado municipal y la quita de tasas.

“Vamos a eliminar unas 400 tasas porque creemos que el Estado no tiene que poner palos en la rueda a los vecinos, comerciantes y emprendedores, sino impulsar el desarrollo. Acompañamos así, el esfuerzo de todos los argentinos y del Gobierno Nacional para ordenar las cuentas y volver a crecer”, aseguró Lanús semanas atrás.

Al complejo panorama se suman las internas de la administración nacional que salpican el armado del jefe comunal. Sucede que Convocación tiene cierta afinidad con quienes se encolumnan detrás de la vicepresidenta Victoria Villarruel. El voto en contra del Presupuesto y de la Fiscal impositiva expuso esta situación.

En detalle, la concejal María Feldtmann, quien en su momento fue parte de Convocación, hoy tiene línea directa con Villarruel y, según pudo saber este medio, busca conseguir la banca de otros representantes del vecinalismo para lograr un armado propio a nivel local.

De esta forma, Lanús duerme en la actualidad con quien podría ser su principal enemigo de cara a los comicios del 2025. Pero no el único. Ya que son varios los que intentan dar la pelea en un municipio que, a nivel político, se encuentra despedazado en mil partes.

Retorno eterno

Como es sabido, el possismo está activo. Y tiene la mayor representación en el HCD local a través de diferentes bancadas entre las que se encuentra la de Macarena Posse, la hija del exintendente que perdió interna de Juntos para ser la candidata a nivel local.

Pero el año que viene podría tener compañía familiar. Según le contaron a este medio, el exbarón ya trabaja para encabezar la lista de concejales en 2025 y está dispuesto a subirse al ring electoral en un puesto de menor valía para comenzar a preparar el terreno para el 2027. “La gente le pida que vuelva, y con el desastre que está haciendo Lanús, la tiene servida”, sostienen desde cerca del exjefe comunal.

Lo que todavía ninguno se anima a arriesgar es por medio de qué armado. Claro, la política nacional y provincial todavía no acomodó las fichas. Y con ese marco es difícil a esta altura poder aventurarse. Sin embargo, desde el possismo ya avisaron que si tienen que hacerlo a través de un partido propio.