Pirotecnia cero: qué establece la ley que prohíbe la venta y uso de cohetes de alto impacto sonoro

En estos festejos de Año Nuevo, rige en todo el territorio de la provincia de Buenos Aires, la Ley Nº15.406, conocida como de “Pirotecnia Cero“, que prohíbe la venta y el uso de pirotecnia de alto impacto sonoro. Esta normativa, sancionada por la Legislatura bonaerense el 16 de diciembre de 2022 y promulgada a principios de 2023, ya se aplicó durante las celebraciones de 2022 y 2023, y actualmente marca su tercer año en vigor.

En ese sentido, el principal objetivo de la ley es proteger la salud de la población y el bienestar de los animales, limitando los efectos negativos de los ruidos fuertes, los gases y la contaminación generados por los artificios pirotécnicos. Esto incluye tanto los fuegos artificiales como los cohetes de alto impacto sonoro que históricamente han causado malestar en personas con condiciones especiales y pánico en animales.

La regulación provincial de Pirotecnia Cero prohíbe la venta y el uso de todos los productos pirotécnicos de alto impacto sonoro, como cohetes y petardos, sin importar sus características específicas. Además, la norma incluye a los globos aerostáticos de pirotecnia, que son una variante muy utilizada en algunas celebraciones.

Esta restricción se aplica tanto al sector privado como al público, ya que la ley también prohíbe el uso de pirotecnia en eventos oficiales organizados por el Estado provincial, buscando evitar que las celebraciones institucionales contribuyan al problema.

Uno de los aspectos más valorados de la Ley de Pirotecnia Cero es su impacto positivo en las personas con condiciones sensoriales o trastornos del espectro autista (TEA). Diversas organizaciones de derechos de las personas con autismo, así como familias y profesionales, respaldaron la iniciativa, ya que los ruidos fuertes de la pirotecnia pueden generar graves crisis, alteraciones en el comportamiento y estrés significativo en estas personas.

Por otro lado, esta legislación también es clave para la protección de los animales. Durante las fiestas, los perros, gatos y otros animales domésticos suelen sufrir por el miedo intenso a los ruidos de los fuegos artificiales, lo que puede ocasionarles problemas de salud, pavor, y en algunos casos, accidentes o pérdidas. Al restringir el uso de pirotecnia de alto impacto, la ley busca crear un entorno más seguro y menos estresante para los animales.

Pirotecnia Cero: multas, decomisos y clausuras

En cuanto a las sanciones, la Ley de Pirotecnia Cero también establece multas para quienes incumplan la normativa. Las personas que utilicen pirotecnia de alto impacto sonoro pueden ser sancionadas con multas equivalentes a entre 5 y 50 haberes mensuales de un agente de seguridad de la Policía de la Provincia de Buenos Aires, y además se procederá al decomiso de los productos pirotécnicos.

Para los comercios que vendan estos productos, la sanción puede incluir multas, decomiso y hasta la clausura temporal del establecimiento, con plazos que van de 5 a 10 días. Por otro lado, si el infractor se trata de un menor de edad, la responsabilidad recae sobre el adulto que lo acompañe.

Asimismo, la normativa también establece excepciones en casos muy específicos. Los artificios de pirotecnia que se utilizan con fines prácticos, como los que se emplean en ferrocarriles, en la agricultura o en emergencias, quedan fuera de la prohibición. Asimismo, los productos utilizados por las fuerzas de seguridad, para tareas de localización de personas o para la detección de incendios, también están exentos de esta regulación.

Los recursos provenientes de las infracciones serán destinados a financiar campañas de concientización y capacitaciones para el personal encargado de controlar el cumplimiento de la ley. Este aspecto busca reforzar la educación sobre los riesgos de la pirotecnia y promover alternativas más seguras y respetuosas durante las celebraciones.

Con la llegada de las fiestas de fin de año, es importante recordar que la Ley de Pirotecnia Cero sigue vigente, y su implementación busca garantizar que todos puedan disfrutar de las celebraciones de manera más inclusiva y respetuosa. La medida, que ya demostró ser efectiva en los dos años anteriores, continúa protegiendo a los más vulnerables, tanto humanos como animales, y contribuye a la creación de un ambiente festivo más saludable.