Milei ordenó ascender al rango de “coronel” a 15 tenientes familiares de represores

El presidente de la Nación, Javier Milei, este viernes le solicitó al Senado de la Nación que comience el trámite para ascender al rango de coronel a 15 tenientes que son familiares de represores condenados por cometer delitos de lesa humanidad durante la última dictadura militar.

En rigor, la mayoría de expedientes que Milei ordenó reactivar, datan del 2010, año en el que el gobierno de la por entonces presidenta de la Nación, Cristina Kirchner, frenó los ascensos debido al parentesco de los castrenses con represores.

“Se termina una injusticia. A esos militares los castigaron por considerar que eran culpables de lo que habían hecho sus padres o sus tíos. Decían que no podían ascender porque se criaron en casas de represores, por portación de apellido”, indicaron altas fuentes de la Casa Rosada.

15 años atrás, la ministra de Defensa de la Nación durante el primer mandato de Cristina Kirchner, Nilda Garré, le dio intervención a los organismos de derechos humanos para que se puedan expresar antes de que se definiera un ascenso a grados superiores.

No obstante, gracias al accionar de Milei y el actual ministro de Defensa, Luis Petri, 15 militares retirados quedaron a un paso de ser considerados coroneles: Guillermo Alejandro Saá, Jorge Luis Toccalino, Ricardo Horacio Muñoz, Ramón Centeno de la Vega, Francisco Javier Canevaro, Marcelo Ramón Borzone, Mario Alejandro Díaz, Justo Rojas Alcorta, Edgardo Calvi, Gustavo Cattáneo, Julio Balloffet, Oscar Faisal, Marcelo Huergo, Pedro Tagni y Antonio Agustín Duarte.

De esta forma, Milei siguió la misma naturaleza de la medida que tomó el pasado diciembre, cuando su gestión envió la misma orden al Senado pero referido a un puñado de nombres de la Armada Argentina, para que sean capitanes de fragata: Marcelo Barbich, Gustavo Barreto Neuendorf, Juan José Lucena, Eduardo Enrique Pizzagalli, Jorge Emilio Sciurano y James Ronald Whamond.

De efectuarse esta decisión, los uniformados del Ejército y de la Marina serán promovidos con carácter retroactivo desde el 31 de diciembre de 2018, ya que, según Casa Rosada, “reúnen las condiciones exigidas por la Ley”.

Vale aclarar que, cuando la gestión de Milei le exigió al Senado que trate los ascensos de la Armada, las autoridades nacionales señalaron que la información suministrada por la entonces Secretaría de Derechos Humanos y Pluralismo Cultural del ex-Ministerio de Justicia y Derechos Humanos “surge que no se hallan antecedentes que vinculen al Personal Militar precedentemente citado con causas por violaciones a los Derechos Humanos y/o contra el Orden Constitucional“.

Con esta política, Milei saldaría una vieja deuda de la que no se hizo cargo el ministro de Defensa de Mauricio Macri, Oscar Aguad, que había iniciado gestiones para levantar el bloqueo kirchnerista de los ascensos militares, pero que finalmente quedó en la nada. “Es una reivindicación ante una injusticia, como lo fue dejar afuera a miembros de las Fuerzas Armadas por su apellido. Una muestra del populismo del anterior gobierno, que tomaba decisiones solo para quedar bien con sus votantes”, había fustigado en ese entonces el funcionario del PRO.

Organizaciones de DDHH realizan una nueva “Marcha de la Resistencia” contra Milei

Este viernes, las calles de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires se volvieron a llenar de militantes y sindicatos que, en complicidad con las Madres de Plaza de Mayo, concretaron una nueva Marcha de la Resistencia en defensa de la Memoria, la Verdad y la Justicia, tres pilares que se vieron atacados con la cancelación repentina del recital del rapero Milo J en la ex Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA).

De esta manera, la Marcha de la Resistencia se realizó bajo la consigna “Una memoria que arde. Una lucha que no se apaga“ y convocó una vez más a miles de argentinos a movilizarse en defensa de los derechos humanos y la memoria.

La movilización, que tuvo lugar en Plaza de Mayo y se extiende durante 24 horas, está impulsada por organismos de derechos humanos como las Madres de Plaza de Mayo, Abuelas, HIJOS, y una extensa red de organizaciones sociales, políticas, sindicales y culturales, con la idea de culminar el sábado a las 17 horas frente a la Casa Rosada.

“Frente a un Gobierno nacional que ataca a los derechos humanos, fomenta el odio y recorta los derechos laborales y sociales, no podemos quedarnos quietos”, expone el comunicado de la convocatoria, que también resalta que los genocidas “siguen siendo parte del pasado doloroso de la historia argentina”.