De que se trata

El conflicto yerbatero pone a la provincia al borde del “estallido social”

“Resolvimos no cosechar la yerba hasta que no haya un precio justo”, sostiene Jorge Lizznitnz, productor de Jardín América. La desregulación de la actividad a través del Decreto 70/2023, amenaza la sustentabilidad de la actividad y la paz social en Misiones.

Redacción Canal Abierto | Desde mayo del 2023, cuando el DNU 70/2023 de Javier Milei desreguló la actividad yerbatera, y le quitó al Instituto Nacional de la Yerba Mate (INYM) la potestad de fijar un precio base para el kilo de hoja verde y el kilo de yerba canchada -seca y con una molienda gruesa-, la actividad se encuentra en una situación crítica.

“En toda la provincia, en distintos puntos, estamos haciendo protestas al costado de la ruta impidiendo la circulación de hoja verde y de yerba canchada”, explica en diálogo con Canal Abierto Jorge Lizznitnz, pequeño productor de Jardín América. “Los productores resolvimos en asamblea no cosechar la yerba hasta que no haya un precio justo. Queremos que se pague de acuerdo a la grilla de costos que sacó el INYM, organismo que tenía la facultad de poner un precio piso hasta que el decreto de Milei se la quitara”.

La fijación de este precio fue conquistada gracias al histórico tractorazo que en 2001 posibilitó que, precisamente un 21 de febrero de 2002, se sancionara en el Congreso de la Nación la Ley 25.564 que creó el INYM. “Sin este precio piso, con el mercado liberado, los molineros compiten pero para abajo. Compiten entre las empresas líderes para ganar góndola, pero el sacrificio lo pone el productor al que le pagan un precio por debajo de lo que vale la materia prima. Es una competencia desleal”, sostiene Lizznitz, quien es parte de la Cooperativa de Productores Jardín América, que seca, muele y acopia la yerba que producen y la comercializa con las marcas Flor de jardín y El abuelo yerbatero.

Según la grilla del INYM el kilo de hoja verde debería pagarse al menos 457 pesos y hoy a los productores se les están ofreciendo 220 pesos el kilo de hoja puesto en secadero, pagaderos a 60 y hasta 90 días. “La paritaria para los tareferos, los trabajadores rurales de la yerba, se actualizó y nosotros no podemos pagar ese costo. Es imposible que yo pueda mantener mi chacra a ese precio”, sostiene el productor.

Productores autoconvocados

Los productores se organizan en asambleas locales que se autoconvocan en cada pueblo y ciudad. “Estamos al costado de la ruta, sin cortarla, sólo se controla y se impide el tránsito de hoja verde o yerba canchada, con previo diálogo con la Gendarmería o la policía local. Hubo un caso en San Pedro en el que se tumbó la carga. Está parada toda la provincia”, advierte Lizznitz. “Esto puede llevar a un estallido social porque si no empezamos la cosecha, los obreros no tienen ingresos y van a salir a pedir que les den un algún sostén de vida”.

A lo largo del territorio misionero hay 13.500 productores registrados, y se estima que hay un 35% más no registrados. Sumando a los trabajadores, alrededor de 50 mil personas dependen directamente de la producción de yerba mate. “Es la segunda actividad económica de la provincia, luego de la maderera, que tiene escasa cantidad de mano de obra y genera mucho menos puestos de trabajo indirectos que la yerba que mueve la economía provincial”.

La cosecha gruesa, que comienza en marzo, no va a arrancar. A partir del 15 de febrero algunos productores hacen lo que se llama zafrinha, una zafra menor, que tampoco se está llevando adelante.

El mercado de la comercialización de la yerba mate, pese a la cantidad de productores, está severamente concentrado; Las Marías y Playadito manejan entre un 60 y 70% de la producción misionera.

También te puede interesar: En Misiones crece la tensión por la desregulación del sector yerbatero

Colonos y cooperativistas

“Yo soy productor de Jardín América Misiones. Soy nacido y criado, segunda generación de yerbateros. Soy asociado de la Cooperativa Jardín América que tiene una masa societaria de 180 productores. Eso nos da un alivio con respecto a muchos que dependen de empresarios”, explica orgulloso Lizznitz. “Nosotros tenemos la bendición de que formamos una cooperativa y tratamos de dar el mejor precio al productor, pero no podemos entrar con nuestro paquete al mercado porque, a pesar de tener una calidad excelente, no podemos competir con los grandes porque ya de Misiones el paquete sale con un impuesto más caro que la provincia de Corrientes: rentas provincial nos grava con un 14%”.

Con este valor de mercado el productor no puede pagarle al tarefero y el trabajador no tendrá ingresos. Como broche de oro, al estar desregulado el mercado se permite el ingreso de yerba de Paraguay y Brasil. “De esa forma nos amenazan, si no me vendés más barato, traigo importado. Nosotros luchamos, pagamos impuestos y el gobierno nacional deja importar la yerba de productores que no aportan en el país”.

“Aparte de ser estafados nosotros, son estafados los consumidores, porque están pagando un producto súper caro y al productor le pagan migajas. Tuvimos que salir a la ruta, no nos queda otra, pero no la cortamos, respetamos al otro laburante, el otro también está sufriendo”, concluye Jorge.

 

Fuente: https://canalabierto.com.ar

Publicaciones relacionadas

Botón volver arriba