Internacional

URGENTE CRECE LA TENSION POR LOS ARANCELES DE DONALD TRUMP

La medida puede afectar la economía mundial, temor en las bolsas del mundo y duras repuestas del mundo y en especial de China

Por Daniel Ariza. Analista  Política. Internacional.

 

Donald Trump impuso el miércoles 4 de Abril aranceles globales a las importaciones de bienes hacia Estados Unidos, lanzando una histórica guerra comercial.

Si bien todos los países del mundo se verán afectados por un gravamen base del 10% a los productos, más de 60 Estados o bloques comerciales se enfrentarán a aranceles más altos.

Los aranceles afectan a todos, desde históricos aliados de EE.UU. —como la UE (20%), Corea del Sur (26%); Japón (24%); Israel 17%; y  las naciones más pobres y vulnerables del mundo como Camboya (49%) y Laos (48%).

Mientras que América Latina recibirá aranceles del 10 % Argentina; Brasil; Chile; Paraguay; Uruguay; Perú; El Salvador; Costa Rica; Panamá; etc., mientras que Nicaragua tiene un 17% y Venezuela un 15%, mientras que cuba no fue contemplado por no tener intercambio comercial con EE.UU.

Canadá y México, dos de los principales socios comerciales de Estados Unidos, quedaron exentos de los aranceles “recíprocos” más altos anunciados. Sin embargo, todavía están sujetos a un arancel del 25%, previamente anunciado, sobre los bienes no cubiertos por el tratado de libre comercio con Estados Unidos.

Para definir el porcentaje arancelario para cada país, el Gobierno de Trump hizo a un lado la idea inicial de definir “aranceles recíprocos” y, en cambio, contempló el déficit comercial del país dividido entre sus exportaciones a Estados Unidos y multiplicado por la mitad.

Por ejemplo, el déficit comercial de Estados Unidos con China en 2024 fue de US$ 295.400 millones, y EE.UU. importó productos chinos por valor de US$ 439.900 millones. Esto significa que el superávit comercial de China con Estados Unidos representó el 67 % del valor de sus exportaciones, un valor que el gobierno calificó como “arancel cobrado a EE.UU.” La mitad de ese 67%, el 34%, se le suma a los aranceles preexistentes del 20 %, lo que da un total del 54% de gravamen que estableció sobre China, el segundo mayor exportador a EE.UU. después de México.

Varios países y bloques económicos, entre ellos China, la Unión Europea y México, prometieron responder a los aranceles con represalias comerciales. El mercado bursátil también contestó a su manera: la mañana del jueves el Dow cayó 1.500 puntos, el índice más amplio S&P 500 cayó un 3,95%, y el Nasdaq, con gran peso tecnológico, cayó un 4,9%.

China declaró que se mantendrá firme frente a las nuevas amenazas del presidente Donald Trump de imponer aranceles de 50% a los productos importados del país asiático; como resultado de esto el lunes, Trump le advirtió a Pekín que si no revertía sus planes de imponer aranceles de 34% a los productos estadounidenses ese mismo día enfrentaría tarifas adicionales de 50%, elevando el total de aranceles a ciertos productos chinos a 104%.

El Ministerio de Comercio de China indicó que los aranceles adicionales de EE.UU. generarían más «contramedidas» contra los productos estadounidenses; en un comunicado escrito, el ministerio acusó al gobierno de Trump de extorsión resaltando que «si EE.UU. insiste en tomar este camino, China peleará hasta el final».

También ridiculizó la afirmación de Donald Trump de que sus aranceles son «recíprocos» calificándolos de ser «sin fundamento» y «una típica práctica unilateral de intimidación».

4 Claves para entender los aranceles «recíprocos» anunciados por Trump para los productos que importa EE.UU. del resto del mundo, esta medida a significado una escalada que afecta la credibilidad jurídica de EE.UU y es calificado como una escalada de una guerra comercial, que puede tener derivaciones geopolíticas imprevisibles, no ya para la fas comercial, si no por las posibles derivaciones, que pueden generar hasta  conflictos armados; afectando el delgado equilibrio de la Paz mundial.

Trump amenaza a China con un impuesto adicional del 50% si no retira sus aranceles de represalia anunciados; a través de la oficial Agencia de Noticias Xinhua, China calificó de «completamente absurda» la base de la lógica de Washington. «Yo te puedo golpear a mi voluntad y tú no puedes responder. En cambio, debes rendirte incondicionalmente», dijo de la postura de Trump.

«Eso no es diplomacia. Es extorsión torpe disfrazada de política», añadió; El Ministerio de Relaciones Exteriores de China llegó incluso a desempolvar un video de otro presidente estadounidense republicano que lanzó por redes sociales.

Se trata de un discurso de 1987 en el que el entonces presidente Ronald Reagan critica el uso de aranceles porque conducen a represalias que al final dañan la economía de EE.UU. El discurso ha cobrado «un nuevo significado en 2025», según fuentes chinas.

Por otra parte, varias empresas estatales chinas se comprometieron a apoyar a los mercados financieros a medida que las tensiones con EE.UU. aumentan; además, el ente regulador financiero de China planea aumentar la proporción de inversión de fondos de seguros en el mercado de valores.

Los anuncios de las medidas parecen haber tenido algún efecto. La mayoría de las bolsas de valores asiáticas abrieron al alza el martes, recuperando las pérdidas inmensas del día anterior, aunque en Taiwán se registró más caída.

Los analistas opinan que no es muy probable que China se retracte, pues no querrá «aparentar debilidad», aunque los aranceles propuestos podrían perjudicar severamente el sector de exportaciones chino.

Parece difícil creer que Donald Trump realmente esperara que China revirtiera sus «contramedidas» ante sus amenazas de una nueva ronda de represalias.

 

Más allá de un tema de apariencias, si el gobierno de China describe a Donald Trump como un matón, difícilmente se va a retractar ante esta persona.

Al adoptar una postura firme contra el caos comercial global instigado por Trump, China también podría esperar atraer no sólo apoyo político internacional sino también volúmenes adicionales de comercio de nuevos socios, los que podrían compensar algo de las pérdidas en ventas a EE.UU.

Pero el Partido Comunista realmente no necesita una guerra comercial ahora. Sucede en un momento de gran presión económica interna; sus líderes ya tienen dificultades intentando incrementar el consumo interno, con una economía aletargada por años de una gran crisis inmobiliaria y un persistente desempleo entre la juventud.

Ahora enfrenta un colapso potencial del comercio con la otra superpotencia mundial; no obstante, el Partido Comunista de China ha enviado un mensaje de confianza a su población hoy, en la forma de un editorial en su periódico oficial el Diario del Pueblo. «China tiene el valor y la confianza para lidiar con el impacto… es completamente capaz de enfrentar estos desafíos», declaró.

Donald Trump escribió en su red social Truth Social que si China no revertía los aranceles en represalia de 34% anunciados por Pekín la semana pasada, él impondría aranceles adicionales de 50% el miércoles; Trump ya había impuesto gravámenes de 20% a los productos chinos antes de anunciar una tasa de 34% más la semana pasada.

Una tarifa adicional de 50% llevaría el total de aranceles contra China a 104%.El mandatario estadounidense también dejó la puerta abierta para negociar con otros países, que incluyó la reunión con el primer ministro de Israel Benjamín Netanyahu en Washington el lunes, pero recalcó que no está considerando detener los nuevos aranceles.

 

«No estamos mirando eso. Tenemos muchos, muchos países que están viniendo a negociar acuerdos con nosotros, y esos van a ser acuerdos justos», declaró Trump a los periodistas en la Oficina Oval.

No hay señales de que la guerra comercial entre las dos principales economías del mundo esté perdiendo fuerza. Con el plazo de Washington de este miércoles para imponer extraordinarios aranceles adicionales a China si Pekín no retira sus medidas de represalia, la pregunta es: ¿quién cederá primero?

El enfrentamiento entre China, el mayor exportador del mundo, y Estados Unidos, su mercado más importante, tiene todo tipo de implicaciones. Teléfonos inteligentes, computadoras, baterías de litio, juguetes y consolas de videojuegos conforman en grueso de las exportaciones chinas a EE.UU., pero hay muchas más cosas, desde tornillos hasta calentadores.

Un golpe a las exportaciones tendría repercusiones en un flujo de ingresos vitales para China, particularmente en un momento de ralentización de su economía; a pesar de eso, China «bien podría estar dispuesta a soportar el dolor con tal de evitar capitular frente a lo que considera es la agresión de EE.UU.», comentó a la BBC Mary Lovely, experta en comercio de EE.UU. y China del Instituto Peterson en Washington DC.

Por otra parte, esto es un sendero de dos vías y no está claro como EE.UU. va a encontrar una alternativa al suministro de productos chinos en tan corto plazo. Al margen de los aranceles mutuos, ambos países están «económicamente entrelazados de muchas maneras», comenta Deborah Elms, directora de política comercial de la Fundación Hinrich en Singapur.

Esta guerra pone el acento en quien tendrá que ceder ante la presión económica por un lado China, si pierde el mercado de EE.UU. corre un riesgo evidente de entrar en una aguda crisis, de retracción industrial donde sus productos perderían el principal mercado mundial y EE.UU como podría suplantar esos productos Chinos con otros mercados.

 

Según Roland Rajan, economista en jefe del Instituto Lowy, China tiene un «amplio juego de herramientas» para usar en represalia, como depreciar su moneda o restringir a las empresas estadounidenses.»Una cosa es la represalia para guardar las apariencias, otra es sacar todo el arsenal. No está claro si China quiere tomar esa ruta. Pero podría», expresó el economista.

Algunos expertos creen que EE.UU. y China podrían sostener conversaciones privadas. Desde su regreso a la Casa Blanca, Trump no ha hablado con Xi Jinping, aunque Pekín ha dado repetidas señales de querer hacerlo.

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