Descendió la tasa de vacunación y resurgieron las enfermedades virales
El sarampión, la hepatitis A y la fiebre amarilla son solo algunas de las enfermedades que comenzaron a circular a nivel nacional por la falta de inoculación de la población. “Es preocupante la baja de cobertura”, alertó Ricardo Teijeiro, médico infectólogo y director del Centro de Investigación del Hospital Pirovano.

Según la Organización Panamericana de la Salud (OPS), se registró un marcado descenso en la tasa de vacunación tanto en Argentina como en otros países de la región que, como consecuencia, produjo el resurgimiento de diversas enfermedades virales, incluso algunas que ya estaban erradicadas a nivel nacional.
El sarampión, la hepatitis A y la fiebre amarilla son solo algunas de las enfermedades que comenzaron a circular a nivel nacional por la falta de inoculación de la población. En este contexto, organismos de salud pública destacaron la necesidad de fortalecer los programas de inmunización.
En comunicación con El1, Ricardo Teijeiro, médico infectólogo y director del Centro de Investigación del Hospital Pirovano, consideró que la prevención “no es una cuestión individual”. “Lo ideal siempre es vacunar, por lo menos, a más del 95 por ciento de la población. Así se controla el virus y la gente está protegida, incluso el porcentaje que no recibió las dosis porque el virus deja de circular”, explicó.
Ante la baja de coberturas a nivel nacional, Teijeiro manifestó que desde órganos rectores como el Ministerio de Salud «no se están impulsando campañas ni de educación ni de comunicación”. “Es preocupante la baja de cobertura”, alertó.
Sarampión, hepatitis A y fiebre amarilla: las enfermedades virales en aumento
El sarampión, la hepatitis A y la fiebre amarilla son las principales enfermedades virales que circulan actualmente, cada una con sus particularidades. En el caso del sarampión, virus que se transmite de persona a persona al eliminar gotas de salida al hablar o toser, ya son 26 los casos confirmados en lo que va del año.
“En tanto, la hepatitis A se transmite por la contaminación del agua y de las manos porque se elimina por la materia fecal. Para que eso ocurra, el agua debe estar contaminada o tener contacto por la falta de higiene personal. Suele ser una enfermedad muy fácil de contagiar en la escolaridad”, aseguró.
Por otra parte, la fiebre amarilla requiere de un vector, el mosquito, para que una persona se contagie. “Si alguien está contagiado y el virus circula por su sangre, tuvo que haberle picado un mosquito y, luego, picar a alguien sano”, puntualizó.
Para cualquiera de las tres enfermedades virales, la vacunación resulta crucial, tanto para la prevención como para detener la circulación del virus en la población. “En el caso de la hepatitis A, es conveniente tener vacunada en forma temprana a toda la población de riesgo, que abarca el rango etario de 20 a 40 años. Si el cuadro de hepatitis se complica, la única solución es el trasplante”, aseveró Teijeiro.
A pesar de ser un país libre de sarampión, ya que desde el año 2000 la Argentina no presentaba casos autóctonos de esta enfermedad, la baja cobertura actual de la población vacunada favoreció la circulación del virus. “La gente que vuelve de viaje trae el virus y contagia a los no vacunados”, explicó.
En lo que a la fiebre amarilla respecta, Teijeiro recomendó la vacunación de manera preventiva antes de viajar a países que cuenten con su circulación.
Pérdida de credibilidad en la vacunación
Según Teijeiro, en la población “se va perdiendo la credibilidad” en las vacunas debido a la falta de comunicación sobre las mismas. “No hay nadie que le explique a la gente por qué corresponde vacunarse, ir al médico y hacerse estudios. Por ejemplo, la vacuna del Virus del Papiloma Humano (HPB) previene el cáncer de cuello uterino y, sin embargo, es una de las que menos cobertura tiene. Previene nada más y nada menos que uno de los cánceres más comunes en nuestro país y no se la aplica porque no tiene difusión”, lamentó.