¿A costa de qué?
El gobierno se regodea de haber alcanzado rápidamente el superávit fiscal y aunque celebra los 20 puntos de inflación, en la economía real hay pocos resultados para mostrar. La CELAG recopiló los resultados de una serie de indicadores clave.
Ayer, Cristina Fernández de Kirchner dio a conocer un “documento de trabajo” sobre la realidad argentina, según señaló, “con el ánimo de encontrar otra forma de abordar las cuestiones de Estado desde los hechos objetivos y los datos concretos que ayuden a comprender la verdadera naturaleza de nuestros problemas como país y nos alejen de las adjetivaciones personales o de las meras opiniones sin anclaje en la realidad”.
Como era de esperar, el debate siguió por los carriles que marca la grieta y cada cual intentó llevar agua para su molino. Al responderle, Javier Milei no pudo evitar los calificativos: “Es de una precariedad conceptual grosera que la podrían haber entendido en la década del 60”, dijo sobre la misiva. Y reiteró algunos de los habituales planteos sobre el origen del gran problema argentino: “Lo que genera inflación es la emisión monetaria, porque podes tener déficit fiscal pero si lo financias con endeudamiento no tenes problema”, sostuvo.
Al analizar los primeros dos meses de gobierno, CFK había señalado que “hasta el momento, el nuevo gobierno sólo ha desplegado un feroz programa de ajuste que actúa como un verdadero plan de desestabilización y que no solo retroalimenta el espiral inflacionario colocando a la sociedad al borde del shock, sino que además provocará irremediablemente el aumento de la desocupación y la desesperación social en una suerte de caos planificado”.
“Es la primera vez en la historia que alguien hizo campaña diciendo que iba a haber ajuste”, le contestó Milei sin negar las afirmaciones de la ex vice, y aseguró que “la gente lo entiende”.
Lo que hay que entender
También ayer, el INDEC dio a conocer el índice de inflación de enero, que fue del 20,6%, y acumuló a nivel interanual un incremento del 252,2%: el más alto desde 1991. Quizás por no tener mucho más que celebrar, “Toto” Caputo se conformó y compartió los datos junto a un emoji de aplausos y un escueto “a seguir trabajando”.
El otro dato que destacan desde el Gobierno es el del balance fiscal. De acuerdo con datos de la Oficina de Presupuesto del Congreso, en enero de 2024 se registró un superávit primario del 0,42% del Producto Bruto Interno (PBI) y un superávit financiero del 0,2%.
“Alguien podría decir que ese es un buen dato, pero la gran pregunta es cómo llegas a esos superávit. El dato positivo para el gobierno, es uno negativo para la sociedad”, explicó en declaraciones radiales el economista y miembro del CEPA, Martín Epstein.
En ese sentido, explicó que el guarismo se explica básicamente por la fuerte caída del gasto. “El único rubro en el que se gastó más que el año anterior, es en subsidio al transporte. Se gastó un 144,9% más que en enero del 2023. Todos los demás gastos del estado fueron en negativo en términos reales, esto quiere decir que se aumentaron menos que la inflación, por lo que se generó una contracción del gasto. El gasto en obra pública, la caída en términos reales fue del 75,6%. En programas sociales; 59,6%; en transferencias a las provincias; 53,3%, en jubilaciones y pensiones; 32,5%. No se necesita un recorte tan grande porque la erosión la hace la inflación, a diferencia de la década del 90”, completó el economista en diálogo con AM750.
Un cuadro elaborado por el Centro Estratégico Latinoamericano de Geopolítica (CELAG) con indicadores económicos del segundo mes de gestión de Javier Milei también da cuenta del fracaso de la gestión económica, al menos para la gran mayoría de la población.
“Dato mata Relato. O sea: la Destrucción Avanza. En lo macro, todo mal. En lo micro, para los hogares y para las pymes, todo peor”, señaló Alfredo Serrano Mancilla, director ejecutivo del think tank.
Entre los datos más calamitosos se pueden observar: la caída del 28,5% de las ventas minoristas Pyme (variación interanual), la caída del 45,8% de las ventas en farmacias, o la caída del 20% del salario real de trabajadores del sector privado registrado.