El Gobierno sigue con el achique del museo de la Ex ESMA

Por Manuel Rodríguez | La directora ejecutiva del Museo Sitio de Memoria Ex ESMA, Mayki Gorosito, fue desplazada de su cargo. Esta determinación profundiza la línea iniciada con el decreto 344, publicado el 26 de mayo, que sacaba su dependencia de la degradada subsecretaría de Derechos Humanos al Centro Internacional para la Promoción de los Derechos Humanos (CIPDH).

Ante la consulta de Canal Abierto,  Gorosito evaluó que “es una muestra más de las decisiones que vinieron tomando respecto de las instituciones de memoria. Así pasó con otros espacios, como el cierre del Conti. Pero particularmente con el museo es muy impactante la repercusión que ha tenido. Valoro todas las muestras de solidaridad y los reconocimientos que he recibido, pero lo importante es resaltar lo que significa desjerarquizar una institución que ya tiene un reconocimiento mundial. La determinación del Gobierno muestra con más profundidad lo que ya estaban haciendo”.

El desplazamiento de Gorosito estaba en el radar desde que el cargo de dirección ejecutiva fue eliminado del organigrama del museo. Al respecto, Gorosito manifestó que “ellos aprovechan esa derogación para alejar o separar a quien la ejercía hasta hace unos días, que era yo. O sea, era el combo completo. Evidentemente, con todo el avance en contra que tuvieron para con el museo, faltaba eso,  porque ya habían hecho otras acciones en contra de la institucionalidad”.

La ahora ex directora del espacio fue quien desde ese cargo impulsó el reconocimiento del museo como Patrimonio de la Humanidad por parte de la UNESCO, instancia que fue alcanzada en septiembre de 2023. Gorosito trabajó durante todo el proceso de la candidatura, aún antes de ser nombrada directora.

Al conocerse la noticia, colectivos de sobrevivientes de la ESMA manifestaron el repudio a la determinación oficial y el apoyo a Gorosito. Un escrito firmado por Sobrevivientes y Testimoniantes del  Centro Clandestino de Detención, Tortura y Exterminio ESMA, parte del Consejo asesor del Directorio de Organismos Ex ESMA, alerta que “este acto no puede entenderse como una decisión administrativa aislada. Se trata de una clara manifestación del desprecio sistemático hacia la política de Memoria, Verdad y Justicia, construida con décadas de lucha por parte de los organismos de derechos humanos, de las víctimas del terrorismo de Estado y de la sociedad argentina en su conjunto”.

“Quienes hoy impulsan estas medidas ciegan su accionar con odio ideológico, negacionismo y revancha, pretendiendo desmantelar símbolos clave de nuestra democracia. El Sitio de Memoria ESMA no es un espacio neutro: es un testimonio vivo del horror de la dictadura, pero también de la fuerza transformadora de la justicia y la memoria”, agrega.

El escrito lamenta que “el alejamiento obligado de Mayki  Gorocito, una profesional respetada, cuya gestión fue central para la obtención de la declaración de la ESMA como Patrimonio Mundial de la UNESCO– constituye un retroceso grave, una afrenta a quienes sobrevivimos al genocidio y un agravio a las miles de compañeras y compañeros detenidos-desaparecidos”.

“No se trata -siguen- solo de una remoción injustificada, sino de una política sistemática de desmantelamiento de los espacios de memoria, impulsada por un gobierno que demuestra, una y otra vez, su hostilidad hacia los valores democráticos, los derechos humanos y la verdad histórica”.

“Rechazamos esta medida autoritaria, exigimos su inmediata reversión y convocamos a toda la sociedad a defender el Sitio de Memoria ESMA y todo lo que representa. No permitiremos que el odio borre la memoria. No permitiremos que la mentira reemplace la verdad. No permitiremos que la impunidad derrote a la justicia”, concluye el escrito.

Respecto del futuro incierto del espacio, Gorosito manifestó su confianza “en la presencia y la defensa que hará el Consejo Asesor de Organismos de Derechos Humanos, el colectivo de sobrevivientes y también de los equipos. Ahora vendrá otra persona a dirigir el museo y las personas también tienen improntas institucionales, profesionales y político-ideológicas. Así que por ahí podremos suponer qué es lo que sigue”.

“Hay que trabajar mucho para buscar estrategias para sostenerlo en el sentido profesional que se pudo alcanzar, para que cumpla los objetivos de denunciar el terrorismo de Estado basado en la desaparición forzada de personas y el valor del consenso social como medio para lograr justicia. Que sigan entrando estudiantes, pero que el museo siga investigando, siga produciendo y siga haciendo todo lo que me honré en conducir”, concluyó Gorosito.