Santa Mama Antula: el hogar Buen Samaritano celebró la canonización de su patrona
El Papa Francisco aprobó un milagro de Mama Antula, que se convirtió en la primera santa argentina en ser reconocida de manera oficial.
El hogar El Buen Samaritano Mama Antula, ubicado en la localidad de San Justo, partido de La Matanza, celebró la canonización de la primera santa argentina. En ese sentido, celebraron la “gran bendición” y recordaron la elección del nombre por decisión del Padre Bachi junto con la Hermana Zulema y el obispo Eduardo García.
“Estamos más que felices teniendo la primera santa argentina en nuestro hogar. Una de nuestras compañeras pudo ir el sábado a la noche a la vigilia a llevar las intenciones de todo el hogar. No pudimos ir todos, pero nos hicimos presentes”, compartió Natalia Pereyra, coordinadora del refugio El Buen Samaritano Mama Antula, a Radio Universidad.
Las tareas de Mama Antula
El Buen Samaritano abrió sus puertas hace ocho años. Cada casa lleva el nombre de un santo diferente, entre ellos, Mama Antula, que se dedica al trabajo de mujeres con adicciones. El espacio cuenta con 28 camas y cada una tiene una historia diferente.
En Ambrosetti al 3.800, entre las calles Condarcos y Moldes, los “hermanos” se dedican a la ayuda de las mujeres internadas, algunas, incluso, con hijos. “Nosotros acompañamos, les buscamos capacitaciones, que terminen el primario, el secundario… Hay muchas que se recibieron y otras a las que les estamos buscando trabajo. La idea es darles un empujón para que vean que realmente se puede si tienen la voluntad”, señaló Pereyra.
Lo más importante, destacó, es el “acompañamiento”, sobre todo de la familia, y que cada una entienda que “hay que hacer un cambio” a través del perdón y la aceptación. “El consumo es la cereza del postre. Hubo algo que se quebró en su momento. Muchas personas no pueden solas con ese dolor y lo tapan con el consumo”, describió la coordinadora del hogar.
Ayudar, dijo, es “aprender a vivir el dolor del otro”. “Hacerlo propio para ayudarlos a sanar”, explicó. Por eso, es necesario entender que quien se acerca lo hace porque “viene roto” y tiene que comprender que “no se puede seguir lastimando”. “Tiene que volver a enamorarse de ella misma”, aseguró la colaboradora.
Entre los tipos de adicción y estilos de vida más comunes encabezan la lista el paco y la prostitución, ya que se trata de un refugio de mujeres que llegan muy lastimadas, “totalmente rotas”. Por eso, la tarea de los hermanos es “volver a mostrarles lo importantes y valiosas que son”.
“Nadie está acá por gusto sino por necesidad. Si fuera tan fácil, leeríamos un librito y en tres meses estaríamos todos bien. Es difícil ver a las mamás llegar con sus niños y verlos irse con sus bolsitos de la mano cuando deciden irse, sabiendo que hay que seguir. Pero muchas veces vuelven porque queda esa semillita plantada. Es también una satisfacción saber que dejaste algo sembrado y que por algo deciden volver”, reflexionó Pereyra.