Córdoba: presa por despedir un arbol
La documentalista Silvia Majul fue detenida cuando intentó realizar un video de un quebracho blanco centenario que será extraído para tareas viales. También le iniciaron una causa por obstrucción, desobediencia y desacato a la autoridad.

Redacción Canal Abierto | La intención de realizar un video despidiendo a un árbol centenario le costó una noche de prisión y una causa abierta a la comunicadora Silvia Majul. La sucesos se dieron el miércoles 24 cuando la documentalista se acercó al quebracho blanco de casi 300 años que la Municipalidad de Villa Allende y la empresa Caminos de las Sierras quieren remover de su sitio.
La disputa es sobre el árbol que pretende ser trasladado para trabajos viales en la zona. La asamblea de vecinos plantea que las posibilidades de éxito son escasas ya que al tratarse de un árbol que tiene más de 300 años, cuenta con raíces de más de 7 metros que serían dañadas al momento de la extracción.
Por tal motivo, los integrantes de la asamblea realizaron un acampe, que también fue desalojado para permitir el paso de las maquinarias y una vecina estuvo encadenada al árbol en cuestión para evitar su extracción.
En este contexto, y cuando el avance sobre el quebracho blanco parecía inevitable, Majul se acercó para hacer un registro del mismo, a modo de despedida. «Yo no participo de la asamblea, aunque los conozco y apoyo la causa. De hecho, yo vivo a 4 kilómetros y cuando pasaba les tocaba bocina», contó la documentalista a Canal Abierto.
“El 24 a la mañana muy tempranito, veo que estaban ya las topadoras. Entonces, le digo a mi compañero que me lleve. Quería hacer un video y despedir al árbol. De alguna maera, pedirle disculpas por no haberlo podido preservar”, relató Majul.
Al llegar, se encontró con que el acampe había sido trasladado y la zona estaba cercada por cinta perimetral. Cuando bajó del auto e intentó acercarse, fue interceptada por agentes de la policía provincial que le impidieron avanzar. “Yo inmediatamente levanté mis manos en señal de que no iba a oponer resistenciia. Después fui hasta donde estaba una ayudante de fiscal, al costado de la ruta y ahí nomás la fiscal que que eso se iba a trasladar. Ahí le expliqué que el árbol se iba a morir y ella me dijo `no es problema tuyo´. E inmediatamente ordenó que me arrestaran sin tener ni siquiera un diálogo”, reseñó la comunicadora.
Entonces empezó un calvario que que la llevó a recorrer dos calabozos en la comisaría de Villa Allende, luego el hospital donde fue revisada para ser trasladada a una Unidad de Contención de Aprehendidos (UCA). Además, se le inició una causa por obstrucción, desobediencia y desacato a la autoridad.
“Todo eso por hacer cinco pasos. Por eso tuve que pasar por el tema de las fotografías, el tema del manoseo, el tema de ponerme tres veces desnuda y tantas veces las los estudios, como si yo al árbol me lo me lo estuviese robando. Y también vieron si tengo antecedentes, vinieron a mi casa a preguntar a los vecinos qué clase de persona soy y todo eso”, lamentó Majul.
La realizadora evaluó que “me agarraron al boleo, para de alguna manera amedrentar. Pero me parece que no se dieron cuenta que se estaban llevando una comunicadora. Creo que en este caso no hubo ensañamiento con el periodismo. Sí lo hubo con Canal 10 y con La Tinta en Córdoba, pero ahí en este caso no sabían que estaban llevándose una comunicadora”.
El colmo del ridículo de la situación lo vivió con reacciones del personal policial a medida que iba atravesando la burocracia de la detención. “El chico que me sacó las fotografías, que fue el único que me hizo una sonrisa en 30 horas me preguntó si era verdad que estaba por lo del árbol. También una señora que abría las puertas en una de las cárceles me miró como diciendo, `pasan tantas cosas peligrosas y vienen a joder con esto´”, expuso Majul.
Y compartió la experiencia de pasar una noche en un lugar al que define “como de la prehistoria. Son literalmente calabozos, con paredes y camas de piedras. Habitaciones de cinco cuchetas donde dormíamos tres mujeres por cama y sin vidrios”.
Apenas conocida la noticia, comenzó la etapa de viarlización por redeso sociales y grupos de Whattsapp. “Mi compañero me contó como circuló en grupos. Eso hizo que se acercaran abogados a asesorarme. Recién recupero el celular, así que todavía no pude abrirlo, entonces todavía no vi nada de eso”.
A modo de final feliz, Majul señaló que “cuando hoy tomé contacto con los ambientalistas, me contaron que todo lo ocurrido hizo que se detenga la extracción del arbol, aunque no sabemos hasta cuándo”.
Y concluyó: “yo simplemente soy comunicadora, realizadora y ahora estoy estudiando periodismo. Me gusta hacer videos de lo que tiene que ver con mi entorno. Si hay una un incendio, o si ando por la calle, muestro una familia que estaba en situación de calle, para ayudar. Son esas cosas que se hacen humanamente y que hoy en día parece que están prohibidas para que nadie se solidarice.
Fuente: https://canalabierto.com.ar