Chile: El triunfo de Jeannette Jara en las primarias, una luz de esperanza para la izquierda
La victoria de la exministra de Trabajo en la interna del oficialismo renueva el escenario electoral inclinado a la derecha. Según los analistas Rodrigo Karmy y Alexis Cortés, Jara pone a jugar el enfrentamiento pueblo-oligarquía antes que la dialéctica izquierda-derecha.

Por Nahuel Croza | Jeannette Jara, ex ministra de Gabriel Boric y candidata presidencial del Partido Comunista, triunfó en las primarias del pacto Unidad por Chile, el frente de partidos de la izquierda y centroizquierda chilena que llevaron al gobierno a la actual administración. En las elecciones de este domingo, obtuvo un 60% de los sufragios frente a la socialdemócrata Carolina Tohá, que quedó en segundo lugar con un 28%. Gonzalo Winter, del Frente Amplio, el partido del presidente, ocupó el tercer puesto con un 8,9% de los votos.
En esta contienda entre ex ministras -Jara estuvo frente a la cartera de Trabajo entre 2022 y abril de 2025, y Tohá, ex alcaldesa de Santiago, lo hizo en el Ministerio del Interior hasta marzo de este año-, el Partido Comunista queda por primera vez al frente de la coalición de izquierda para encarar la campaña hacia las presidenciales de noviembre, venciendo a la representante del Socialismo Democrático, heredero de la antigua Concertación Democrática que gobernó Chile en cuatro oportunidades desde 1990, año de la recuperación de la institucionalidad democrática tras la larga dictadura de Pinochet.
Hacia noviembre
En los comicios del 16 de noviembre, Jara enfrentará a una derecha que al día de hoy encabeza los sondeos y está en mejor posición para tener una buena elección parlamentaria y presidencial, pero va dividida en tres candidaturas: la de Evelyn Matthei, del frente conservador Chile Vamos —compuesto por la pinochetista Unión Demócrata Independiente (UDI), Renovación Nacional (RN) y Evolución Política—; la de José Antonio Kast, del Partido Republicano; y la del ultraderechista Johannes Kaiser, del Partido Nacional Libertario, con vínculos trasandinos con el señor que habla con perros muertos.
“El triunfo contundente de Jeannette Jara, holgado, doblando a la candidata del Socialismo Democrático, le da un impulso para abrir la elección presidencial que antes de la primaria se daba más o menos por perdida”, sostiene en diálogo con Canal Abierto Alexis Cortés, director del Doctorado en Sociología de la Universidad Alberto Hurtado y parte del equipo programático de la dirigente comunista.

“Creo que Jeannette tiene los argumentos para dar esta disputa reafirmando las capacidades que demostró durante la primaria. Por un lado, una gran capacidad para conectar emocional e identitariamente con los sectores populares. Ella es reconocida por ser carismática, cercana, por activar una lógica dentro de la emoción; eso le va a permitir hablarle a los 5 millones de nuevos electores que están votando ahora que las elecciones son obligatorias y es un sector al que la extrema derecha está logrando interpelar”, argumenta el sociólogo.
Según el docente, militante y miembro del comité central del PC, la ex ministra de Trabajo es responsable del principal legado del gobierno de Boric, lo más valorado por la ciudadanía. “Las 40 horas, el alza sustantiva del salario mínimo, la ley Karin —la Ley 21.643 busca prevenir, investigar y sancionar el acoso laboral, el acoso sexual y la violencia en el trabajo— y finalmente la reforma de pensiones. Jara puede disputar esta elección porque puede apelar no sólo al eje tradicional de la política chilena de izquierda a derecha, sino también al eje arriba-abajo”.
“Es una militante comunista que tiene los argumentos para desactivar el fuerte discurso anticomunista que hay en el país, y al mismo tiempo ofrece una propuesta programática centrada en el bienestar material de los chilenos y esa es una buena herramienta para vencer a la derecha”, concluye Cortés.
“Jara condensa el voto anti elite desde la izquierda”
“La candidatura de Jeannette Jara genera esperanza porque es una candidata que proviene del mundo popular. Ella nació en Conchalí —comuna santiaguina de sectores populares—, vivió en Conchalí, no estudió ni en la Universidad de Chile ni en la Universidad Católica, que son los reductos de donde han salido los presidentes de la República y los cuadros políticos de los últimos más de 30 años. Ella estudió en la Universidad de Santiago, la antigua Universidad Técnica del Estado, la Universidad de Víctor Jara”, explica Rodrigo Karmy Bolton, filósofo y académico, en diálogo con este medio.

“Jara condensa el voto anti elite desde la izquierda, a diferencia de Carolina Tohá, la otra representante del progresismo en esta primaria, que representa a la elite concertacionista y terminó completamente hundida frente al devastador resultado de la primaria”, argumenta el intelectual. “Jeannette representa una mirada popular, que proviene desde abajo y no está comprometida con las elites. Una mirada que explicita las propias convicciones más allá de lo políticamente correcto; ella nunca ha negado ser comunista, ser militante del Partido Comunista, nunca ha negado de dónde proviene, ni las dificultades que como ministra de Trabajo tuvo al querer llevar adelante la reforma de pensiones”.
“Ella expresa lo que la revuelta popular de octubre de 2019 puso de relieve de manera absolutamente prístina: que hay un conflicto de clase entre pueblo y oligarquía. Esa sensibilidad de izquierda, que es más amplia que la militancia de izquierda, que se comprometió en la revuelta y en el proceso constituyente, y terminó excluida y castigada por haberse comprometido, vuelve a resurgir en la candidatura de Jara. En ese mismo sentido, Jara puso en juego lo que podríamos llamar un bacheletismo de izquierda, una estética muy similar a la que tenía la presidenta Bachelet, pero en vez de pactar con los grandes poderes fácticos, hoy día está situada en el lugar de una izquierda más radical que el progresismo concertacionista y apoyada en esta dialéctica entre pueblo y oligarquía. Jeannette Jara es el rostro del pueblo. En ese sentido, es el catalizador que abre a una esperanza por parte de un gran sector de la ciudadanía que no tenía expresión política”, concluye Karmy.
Más allá de los sondeos: romper la cartografía electoral
Tras las elecciones primarias, en las que la derecha no participó confiada en llevar la delantera, el contundente triunfo de Jara abre un nuevo escenario. Tanto Matthei como Kast rondan en las encuestas los 20 puntos de intención de voto, Kaisser se acerca al 9% y Franco Parisi del centroderechista Partido de la Gente, un 4%. Es decir, todos juntos, alcanzan entre el 50 y el 60% de la intención de voto.

Este escenario, según el análisis de Rodrigo Karmy, es similar al del año 2022, frente al plebiscito por la nueva Constitución, en el que la derecha impulsó el rechazo que obtuvo un 60% de los votos frente al 38% del apruebo. “Pareciera ser que la proporción electoral del plebiscito de la Convención se está traduciendo en la nueva cartografía electoral, ahora en el contexto presidencial. La pregunta es ¿puede un candidato de la izquierda y el progresismo cambiar decisivamente ese mapa que se ha mantenido incólume durante los últimos 3, 4 años?”.
Para avanzar con transformaciones significativas para las clases populares chilenas, la izquierda necesita no sólo ganar la presidencial, sino también el Congreso, con el que no contó el gobierno Boric durante estos 4 años. “A pesar de ello, se lograron grandes avances en términos legislativos, pero siempre con concesiones que impiden que esos cambios se expresen en toda su dimensión”, sostiene Cortés.
“Si Jara logra instalarse como la candidata que puede desafiar lo que parece un triunfo casi seguro de la derecha y logra reconectar a la izquierda y a la centro izquierda con los intereses materiales de las clases populares, probablemente logre una buena performance, no sólo en la presidencial, sino en el Congreso. Para eso es necesario un proceso de unidad que permita presentar sólo una lista de todos los sectores que quieren cambio. Sólo así se puede evitar un triunfo holgado de la derecha en la nueva conformación del congreso”, concluye el militante del PC.
Por su parte, el filósofo de la Universidad de Chile argumenta: “Si Jara sostiene un discurso contra la derecha, sin renunciar a convicciones, tal como lo hizo en la primaria, probablemente podría alterar esa cartografía electoral que está de alguna u otra manera institucionalizada. Si no lo hace, la naturaleza de las cosas nos va a conducir a qué triunfe un presidente fascista que podría ser Matthei, podría ser Kast, gradaciones del fascismo porque en Chile no existe algo así como una derecha democrática, no existe algo así como una derecha liberal, como en gran parte de América Latina, todas las derechas son fascistas, son fascistas más oligárquicas o son fascistas de las capas medias emergentes”, advierte Karmy.
El análisis electoral está abierto. La derecha tiene buenas posibilidades de ganar, según se observa en todos los sondeos y sostienen nuestros entrevistados. “Yo creo que el carácter bacheletista de Jara va a ser un antídoto contra los ataques ideológicos de la derecha, y de los concertacionistas. Esta primaria muestra que se puede contrarrestar el discurso de ‘se viene el comunismo’ y hay que tener miedo. Eso pone al adversario de Jara articulando una campaña desde el miedo y en cambio ella hace una campaña desde el cuidado, que es la cuestión crucial en su discurso; en cambio en la derecha es siempre el miedo: economía, seguridad y, eventualmente comunismo. La pregunta crucial es, si la campaña de Jeannette tendrá la capacidad de romper esta cartografía electoral”, concluye Karmy Bolton.
Fuente: https://canalabierto.com.ar