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Semana trágica: Derrota en el Senado y fractura con los gobernadores

Acto fallido el 9 de Julio, Fantino sin bosal y motosierra trabada en el Congreso. Tras la seguidilla de cachetazos, el Gobierno intenta estabilizar su GPS político. Al otro lado, el peronismo empieza a reorganizarse con un acuerdo en la provincia de Buenos Aires.

Por Federico Chechele | Pese a las amenazas y operaciones fallidas, el Senado de la Nación sacudió al gobierno de Javier Milei. Enfrentado con todos los espacios políticos, el oficialismo no logró frenar los acuerdos que permitieron aprobar el aumento a los haberes jubilatorios, una nueva moratoria previsional, la declaración de emergencia en discapacidad, la restitución de fondos para Bahía Blanca (vetados previamente), aportes del Tesoro Nacional a pedido de los gobernadores, el impuesto a los combustibles y, finalmente, el proyecto para blindar YPF. Lo que para la mayoría del país es una buena noticia, representó para el Gobierno un duro revés a su política de ajuste y desmantelamiento del Estado.

Ese fue sólo el final. Todo comenzó con la rebelión de los gobernadores, algunos hasta hace poco aliados, que hartos del destrato presidencial anunciaron que el Senado tenía los votos para aprobar leyes que el Ejecutivo rechazaba. Milei ni bien se dio cuenta, se victimizó: “Todos los gobernadores están en contra mío, quieren destruirme”. Por eso se ausentó del acto por el 209° aniversario de la Independencia, en Tucumán. Sólo cuatro gobernadores -el anfitrión Osvaldo Jaldo, Hugo Passalacqua (Misiones), Raúl Jalil (Catamarca) y Gustavo Sáenz (Salta)- habían confirmaron asistencia. La niebla que cubrió la capital fue una excusa perfecta, aunque poco creíble. Milei se recluyó en la Quinta de Olivos, solo y paranoico, y desde allí ejecutó un plan de amenazas y operaciones mediáticas.

El intento fue utilizar a los voceros paraoficiales, que suelen agarrar la pelota con la mano y meterla dentro de su propio arco. Esta vez el encargo fue Alejandro Fantino, el periodista argentino que memoriza frases de Sófocles para enlazarla en alguno de sus trabalenguas. En su canal de streaming, afirmó tener un “off” del ministro de Economía Luis Caputo asegurando que “va a volar el riesgo país, el dólar se va a disparar, el Gobierno tendrá que intervenir y se vienen tres meses muy picantes”. Sus declaraciones encendieron las alarmas. Caputo intentó calmar los ánimos con un tuit, sin éxito, y luego fue a desmentir a Fantino en una entrevista con Luis Majul. Más tarde, Milei también intervino públicamente, pero todo quedó aún más confuso. Fantino había dicho la verdad, pero desbarrancó, según la lectura del entorno presidencial, al intentar instalar que cualquier crisis será culpa de la oposición.

El “súper jueves” en el Senado cumplió con lo que se preveía: se aprobaron todos los proyectos con el apoyo suficiente de los gobernadores. La desesperación oficialista fue inmediataPatricia Bullrich, ministra de Seguridad, acusó al kirchnerismo de montar “un golpe institucional en el Senado plantándole a la vicepresidenta una sesión autoconvocada”. Luego, en otro tuit, amenazó a la propia Victoria Villarruel: “No sea cómplice del kirchnerismo”. La vicepresidenta de la Nación y presidenta del Senado respondió señalando que la sesión era legal, y acusó a Bullrich de “terrorista”.

Con los ánimos caldeados, aparecieron los trolls alineados a la Casa Rosada que, en otro pasaje turbulento para la democracia, comenzaron a lanzar posteos como “el momento ha llegado, los tanques a la calle ya”, “hay que dinamitar el Congreso con todos los senadores y diputados adentro”, “Milei debería organizar milicias populares entregando armamentos a la ciudadanía para facilitar el cierre del Congreso”, y así continuaron toda la tarde victimizando al Gobierno ante un supuesto atropello institucional  de la oposición. Hace unos días se publicó en la revista Jacobin de Estados Unidos la teoría de un racismo a la inversa que agita la Casa Blanca según el cual los blancos están siendo atacados y perdiendo derechos a manos de otras minorías, un relato fantástico que va de la mano con su compromiso con los sectores más extremos del sionismo. Diatribas similares al discurso libertario de las milicias de Milei.

Consumados los votos en el Senado, Caputo escribió en redes: “Principio de revelación en su máxima expresión. Todo está más que claro de cara a octubre”. Luego habló Milei. En un acto en Olivos, entre risas, afirmó:

“Lo vamos a vetar. Si el veto se cae, lo vamos a judicializar. Y si la Justicia falla rápido a favor, el daño sería mínimo. El 11 de diciembre lo vamos a revertir”.

Lo que no se sabe es si esta vez conseguirá a los “87 héroes” de la Cámara de Diputados para sostener el veto. Luego apuntó nuevamente contra los gobernadores, acusándolos de querer “destruir al Gobierno nacional” y rechazó cualquier posibilidad de diálogo. Lo llamativo es que, al repasar mandatario por mandatario, no se observan figuras insurgentes. La incapacidad del gobierno de negociar, incluso con interlocutores moderados, revela su aislamiento extremo.

Aunque el escenario podría leerse como un triunfo para la oposición, es apenas un salvavidas en medio del océano porque el daño causado por el gobierno de Milei será materia de estudio durante décadas. Por lo pronto, el miércoles caducaron las facultades delegadas otorgadas por la Ley Bases, una norma que eliminó subsidios, licuó jubilaciones, frenó el PROCREAR, cerró Télam, vació el INCAA, recortó el CONICET, intentó limitar huelgas, habilitó detenciones sin orden judicial y desmanteló el Estado con miles de despidos. Un verdadero homenaje al modelo de Carlos Menem, ahora reivindicado en los televisores de la argentina.

La oposición deberá aprovechar este escenario. El primer paso ya fue dado con la conformación del frente Fuerza Patria, surgido del acuerdo entre Axel Kicillof, Máximo Kirchner y Sergio Massa. Serán ellos quienes tendrán en sus manos la responsabilidad de definir las candidaturas, con el desafío de garantizar equilibrio y representatividad en el armado de las listas.

Tras varios meses de tensiones internas, se logró avanzar en un entendimiento que marcará el rumbo de los armados electorales para las elecciones bonaerenses del 7 de septiembre, las legislativas nacionales de octubre, y que también proyecta sus efectos hacia la carrera presidencial de 2027.

Federico Chechele en X: @fedechechele
Foto principal: El presidente Milei en la Bolsa de Comercio. Hernán Zenteno – LA NACIÓN

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