De que se trata

El cine como camino de una vida

En "Mis días con el cine", el realizador Rodolfo Durán comparte su recorrido con el séptimo arte. Desde su temprana cinefilia hasta las películas que lo tienen como director, el libro busca interpelar a quienes se encuentran de ambos lados de la pantalla.

Por Manuel Rodríguez | Mis días  con el cine  es el primer libro del realizador cinematográfico Rodolfo Durán. A lo largo de sus 136 páginas el autor recorre su experiencia como no sólo como cineasta, sino también su recorrido como cinéfilo desde su temprana infancia.

En diálogo con Canal Abierto, el autor planteó que “para mí es paralelo, una cosa lleva la otra de algún modo. Entonces el tercio del inicio del libro se refiere a mi cinefilia desde cuando iba al cine en la infancia y en la adolescencia y cómo eso comenzó a generar en mí un interés por la realización de películas”.

“Si bien a medida que empecé a trabajar en cine mi afluencia a los cines fue menor por falta de tiempo, también participé en una experiencia en los años 90 que se llamó Club de Cine, que eran dos salas que estaban en la calle Corrientes en una galería y proyectábamos películas, entonces para mí la cinefilia va unida al deseo de hacer cine”, se explayó Durán.

El libro también aborda el aporte que la cinefilia le hizo al futuro realizador. Según Durán fue “mucho, porque vos ves estilos, formas de de encarar una idea o los tiempos en que se cuenta una película. De pronto no es el mismo tempo de una película policial francesa como El círculo rojo de Jean Pierre Melville, que una película americana como que puede ser Colateral con Tom Cruise”.

Y aclaró que “no es que una sea mejor que otra. Son distintas maneras de enfocar los tiempos de una película. Entonces, me parece que todo eso va al bagaje de de conocimiento que te da hacer la película”.

El libro también permite reconstruir cómo evolucionó la forma de acceder al cine en las últimas décadas. Sobre este punto, Durán reflexionó que “ahora se puede ver mucho más dine que antes. Cuando yo estaba en la escuela secundaria o en la primaria, en la televisión no había manera de ver películas. Había algunos ciclos de películas, pero tenías que acudir a los cines, a los cines de barrio o del centro. Luego fue modificándose, las salas se fueron cerrando, apareció el videoclub, una manera nueva de ver películas, aparece después el canal de cable, luego los streaming. Y hoy ves a alguien viendo una película en un celular en el subte”.

Yo siempre prefiero la sala, pero yo mismo tengo en mi casa una habitación con una pantalla, un home theater y veo todos los días una película. Y voy y sigo yendo al cine, aunque mucho menos que antes, porque me sigue gustando compartir una película con espectadores”, contó-.

El proceso de escritura comenzó durante el confinamiento obligado por la pandemia de COVID19. Con la producción audiovisual paralizada y la necesidad de quedarse en el hogar con tiempo libre, empezó a hacer una suerte de vitácora cinéfila.

Sobre este punto, dijo que “fue un poco una sucesión de recuerdos, un ejercicio de memoria. No es que yo me senté y dije, `voy a escribir un libro´, sino que empecé a escribir, a garabatear, a recordar los programas que veía en el cine parroquial, en la escuela primaria, después los de la secundaria. También atender a los diferentes cambios que había, no solamente en el cine y sino también en el país. Porque fuev ivir épocas de censura, a pasar a partir del 73 a una muy chiquita etapa donde podías ver películas que antes no podías ver”.

“A partir de eso me di cuenta de que tenía un montón de información y la empecé a volcar en el libro. A eso le empecé a sumar mi posterior inicio de como trabajador en el mundo del cine, como ayudante de dirección, meritorio, después asistente”, agregó.

“Yo me crié viendo todo tipo de cine. Yo veía Bergman, Tarkovski, Spielberg y las películas con Porcel y Olmedo. Yo no le hacía asco a nada, porque todo me enseñaba algo de algún modo. Obviamente me gustaba más ver a Visconti que a Porcel y Olmedo, pero en realidad yo me crié y trabajé en muchas de esas películas, además como ayudante de dirección, porque yo empecé a estudiar la escuela de cine un día antes del inicio de la dictadura militar en el 24 de marzo”, recordó.

“El libro está dirigido a cualquiera que tenga una intención de recordar esa época o de conocer para un pibe de 20 años, eso es algo que es desconocido. Porque nació en la época de los grandes complejos y de los shopping y donde el cine ya era algo diferente a lo que era en esa en los años 60 y 70”, concluyó.

 

 

Fuente: https://canalabierto.com.ar

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