“Sendas perdidas” de Germán Gárgano, en el Bellas Artes
La muestra del reconocido pintor detenido por la dictadura podrá verse desde mañana en el tradicional espacio de arte porteño. “Esos mundos pueden entrelazarse y formar un universo que desborda el espacio y el tiempo, volviéndose infinito”, resalta el texto curatorial.

Por Inés Hayes | “En los caminos estrechos o en las sendas que se desvanecen, casi siempre necesitamos a alguien que nos guíe: un prójimo que ya haya recorrido ese trayecto. Sin esa presencia, corremos el riesgo de perdernos o de quedar atrapados en un círculo que nos devuelve, una y otra vez, al punto de partida”, comienza Pablo de Monte el texto curatorial de la nueva muestra del artista Germán Gárgano que puede verse a partir de este martes en el Museo Nacional de Bellas Artes (Avenida del Libertador 1473, CABA).
Gárgano nació en Buenos Aires en 1953. Fue detenido por la triple A en 1975 cuando estudiaba medicina y liberado en 1982. Durante sus años de detención ilegal siguió sus estudios sobre medicina, psicoanálisis y literatura. A mediados de 1981 entró en contacto con la pintura, y entabló una fructífera correspondencia con el pintor Carlos Gorriarena. Sin conocerse mutuamente, por medio de ella y en un intercambio complejo para eludir las prohibiciones propias del régimen carcelario, comenzó sus estudios que luego continuó al salir en libertad.
En 1984 expuso por primera vez y luego, Loreto Arenas, de intensa actividad con pintores de los 80, se ocupo con especial dedicación de su obra, y luego organizó con Margarita Crawford su primera exposición individual en la Galería Arenas-Crawford (1989).
En 1986 obtuvo el Primer Premio de Pintura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, en 1995 y en 1997 el Primer Premio del Salón Nacional del Mar (Mar del Plata). Entre 1991 y 2004 expuso en el exterior en la CDS Gallery de Nueva York, dirigida por Clara Diament Sujo y en 2011 dos de sus obras ingresan a la colección del Flint Institute of Arts (Michigan, Estados Unidos). En noviembre de 1991 el Museo Nacional de Bellas Artes adquirió para su colección su obra “El Réquiem” (acrílico s/tela, 1,80 m x 2 m). En 1993 se instaló su amplio Mural Cerámico (120 cm × 500 cm) “Santuario”, en la estación Pueyrredón de Subterráneo (línea B).
Según su curador, en esta nueva muestra, “la línea de tinta se desliza, se entrelaza con otras, en ocasiones esquiva ciertas zonas del papel, dejando vacíos cargados de elocuencia. Si miramos detenidamente, podemos descubrir atrapados en esa red a personajes, escenas y fragmentos narrativos”.
En sus palabras, “las obras de Gárgano no se alimentan directamente de la realidad: ellas crean una realidad propia, que se nutre de otras imágenes. Cada obra está hecha de otras obras, y por eso mismo conforma un mundo. Si llevamos esta idea más lejos, esos mundos pueden entrelazarse y formar un universo que desborda el espacio y el tiempo, volviéndose infinito. Así, el infierno dantesco es revisitado por Gárgano, como lo han hecho artistas de todas las épocas: El Bosco, Botticelli, Rodin, Marcia Schvartz y León Ferrari. Del mismo modo que el infierno de Dante toma forma a partir de la Eneida de Virgilio, y se proyecta hacia James Joyce y a los Nueve ensayos dantescos de Borges. Quedan abiertas sus puertas”.
Fuente: https://canalabierto.com.ar