Denuncian “despidos diarios y silenciosos” en una importante empresa textil
"Hace poco, la empresa dejó de producir todo lo que es algodón y, hace ocho años, abandonó las remeras de piqué. Estas prendas, ahora, las van a importar porque les conviene más comprarlas de afuera que producirlas”, lamentó la delegada.

8 agosto, 2025
La desocupación se convirtió en una de las principales problemáticas del Gobierno de Javier Milei. Según un informe del Centro de Economía Política Argentina (CEPA), desde que comenzó la gestión libertaria, se perdió un total de 176.563 empleos registrados. De esta cifra, 58.210 corresponden al sector público, mientras que 115.353 son del sector privado.
En este contexto, Radio Universidad habló con María Demateis, delegada interna de la empresa Textilana S.A., una textil ubicada en Mar del Plata y que produce tejidos de punto para marcas como Mauro Sergio, que posee una sucursal en la localidad de San Justo. “Desde que asumió Milei, ya van 150 despidos en este lugar”, denunció.
“Nosotros denunciamos que hay despidos diarios y silenciosos, principalmente, el personal que tiene menos antigüedad. En la mayoría de los casos, se despide y no se paga la indemnización. A esto se suma que los salarios de los textiles son muy bajos”, aseguró, sobre su situación y los datos “del sindicato textil a nivel nacional”.
Además, indicó, sobre la incidencia de la apertura de importaciones en el sector: “Hay mucho de oportunismo en esto. La empresa tiene sobrestock. Hace poco, dejó de producir todo lo que es algodón y, hace ocho años, abandonó las remeras de piqué”. “Estas prendas, ahora, las van a importar porque les conviene más comprarlas de afuera que producirlas”, lamentó.
“Un sistema deshumanizante”
Por otra parte, Demateis hizo hincapié en que “también se está reduciendo personal por el sistema de producción, que es por celdas, donde se exige a las personas una cantidad de prendas por día deshumanizante”. “Este sistema se trabaja con un cronómetro, se pone un tiempo de elaboración y, en cada celda, hay entre cuatro o cinco personas”, explicó.
En esta línea, precisó que “se les exige a los trabajadores una gran cantidad para poder cobrar y que la empresa no tome represalias”. “En un momento, si no se cubría la cantidad pedida, directamente, se despedía a los trabajadores. Este sistema sigue existiendo y la empresa prefiere despedir antes que reducir las cantidades”, concluyó.