Entre lo que se dice y lo que se calla

Por Juan Severo
Escuchando la cadena nacional que el presidente Javier Milei ofreció hace apenas unos minutos, confieso que, a grandes rasgos, nadie podría estar en contra de muchas de las cosas que dijo.
¿Quién podría oponerse a bajar la inflación?
¿Quién no estaría de acuerdo con el equilibrio fiscal y con la idea de vivir con lo que uno gana?
¿Quién podría negar que hay empresas estatales que no funcionaban bien o que tenían más personal del necesario?
Todo eso suena razonable… hasta que uno empieza a mirar lo que se dice entre líneas y sobre todo lo que se calla.
Porque nadie menciona a esos empresarios que durante años se quedaron con los aportes jubilatorios de sus trabajadores, dejando un vacío en las cuentas de quienes hoy reciben pensiones mínimas. Para el gobierno, esos empresarios son “héroes” por evadir impuestos. En cambio, los trabajadores que fueron víctimas de esos fraudes son tratados como parásitos que “viven del Estado”.
Tampoco se habla de esos hombres y mujeres que aportaron 15, 20 o 25 años y que vieron cómo distintos gobiernos se quedaban con sus contribuciones para tapar otros agujeros. Ahora el presidente dice que protegerá el equilibrio fiscal “con su vida”. ¿No será demasiado teatral cuando esa vida fiscal se construye sobre los hombros de los que menos tienen?
Coincido en varias cosas que dijo Milei, me pregunto y les pregunto: ¿Cómo hacen para sobrevivir los millones que no tienen el privilegio de ser amigos del poder?, que no tienen la posibilidad de algunos de sus ministros de tener su dinero fuera del país para protegerlo y eso me recuerda a algún gobernador que admitió haber sacado cientos de millones de dólares al exterior porque no confiaba en su propio país.
El presidente sostuvo que el aumento aprobado por el Congreso para jubilados y personas con discapacidad, un monto que según el gobierno equivale al 2,5% del PBI y pone en riesgo todo su plan económico; es decir, unas chirolas para los sectores más postergados serían la ruina de la Nación… mientras se condonan impuestos a grandes empresas, se cierran dependencias estatales y se recorta la coparticipación a las provincias.
Y sigo con las preguntas:
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Si estamos funcionando con un presupuesto de 2022. ¿Dónde está el ahorro real?
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¿Cuántos puestos de trabajo privado se generaron gracias al RIGI o a las rebajas impositivas para las corporaciones?
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¿Por qué, después de recibir préstamos del FMI y otros organismos por miles de millones de dólares, que venían a engrosar las arcas del central, hoy seguimos “al borde del colapso financiero”?
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¿Cómo puede ser que, tras todos estos “ajustes” y los bueno logros del gobierno, el Estado tenga que renovar deuda que la tenían tapada y casi nadie las mencionaban, más de 12 billones de pesos tenían vencimiento el mes pasado donde el gobierno pudo recuperar solo 9 billones a tasas del 65% con vencimiento a 35 días, esas son personas de bien, habrán empezado a dudar de las bondades, hay desconfianza hasta entre los que juegan en la timba financiera?
- Para ponerlo en nuestro idioma jaja, es decir que por cada mil pesos que pones en esta ruleta a los 35 días tenes en tu bolsillos 1650 pesos, nada mal no?
La conclusión es clara: nos quieren convencer que los que viven con 300 o 500 mil pesos al mes. son los responsables de lo mal que le va al gobierno, son los enemigo el trabajador, el jubilado, el que vive al día o de las Personas con Discapacidad.
El discurso suena muy bien… pero la realidad, lamentablemente, no se vive en cadena nacional.
Porque para cambiar la historia, primero hay que animarse a pensarla
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