El futuro de Milei se empieza a definir en territorio bonaerense
La elección de mañana podría reorientar el futuro político del país. Las encuestas dan al peronismo triunfador y el Gobierno nacional habla de “empate técnico”. La Libertad Avanza, golpeada por el escándalo de las coimas y sus propias reacciones. La economía, en la cornisa.

Por Federico Chechele | Cuando parecía que la provincia de Buenos Aires se pintaba de violeta alentada por la esperanza de un electorado dispuesto a renovar su fe en el presidente Javier Milei, estallaron los escándalos: audios sobre coimas, allanamientos, sobres con dólares y una posterior censura previa contra el periodismoque remite a los momentos más oscuros de la democracia argentina. Todo esto, sumado a un ajuste brutal, terminó por inclinar la balanza en una elección que, según las últimas encuestas, vencedores y vencidos cambiaron de lugar.
El propio gobernador Axel Kicillof señaló que según La Libertad Avanza “cuando empezó el proceso electoral estábamos 15 abajo y que hoy diga que hay un empate técnico habla de una evolución”. La gran incógnita de este domingo será el ausentismo, la vedette electoral del 2025, y qué sector se verá más perjudicado por el desencanto o la apatía.
Lo concreto es que mañana 14 millones de bonaerenses irán a las urnas con el tradicional sistema de boleta de papel para renovar la mitad de la Legislatura bonaerense: 46 diputados y 23 senadores provinciales. Además de concejales y consejeros escolares. Una elección menor y atípica, igual que en CABA en el mes de mayo, pero con una verdadera batalla nacional, marcada por una fuerte disputa ideológica.
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En este contexto, también se libra la interna dentro de Fuerza Patria. Kicillof decidió desdoblar la elección provincial de los comicios nacionales (que se celebrarán en octubre), una decisión que tensó su relación con Cristina Fernández de Kirchner y su hijo Máximo, quienes defendían la estrategia tradicional de unificar ambas votaciones. Si Kicillof logra imponerse, será la cuarta derrota consecutiva que le propina a Milei en territorio bonaerense: las PASO de agosto, la elección general de octubre y el balotaje de noviembre del 2023.
Ante ese escenario, el resultado de mañana pondrá a uno vencedor por encima del otro. Más allá de lo que digan las encuestas, el dato de color más destacable es la aparición de Sergio Massa en el tramo final de la campaña, un dirigente que tiene en su estructura una medición diaria del humor de la gente y por ello su envalentonada reaparición pública. Los que están agazapados esperando el resultado del domingo son los gobernadores de “Provincias Unidas” que lo conforman Martín Llaryora, Maximiliano Pullaro, Ignacio Torres, Carlos Sadir, Claudio Vidal y Gustavo Valdés que buscan una derrota del peronismo para pasar el rastrillo de intendentes descontentos con el kirchnerismo.
En Fuerza Patria juegan a la cautela, saben que las encuestas son una herramienta que falla más de lo que acierta. De hecho, el fin de semana pasado, en las elecciones de Corrientes, los pronósticos vaticinaba al peronismo entrando en el balotaje y terminó siendo la peor elección en veinte años. Dato a destacar, votó casi el 70% de la población, rompiendo la métrica que se viene desarrollando durante todo este año.
Golpeado, el cierre de campaña de Milei en Moreno fue lo más casta que se vio en la previa de las últimas elecciones. Buscó una zona de crispación para victimizarse y sortear de alguna manera la imagen de gobierno corrupto, pero se dio todo lo contrario a lo que profesa LLA: un festival de servicios de inteligencia, policías de civil dando entrevistas y barras bravas encapuchados (identificados como hinchas de River a quienes días antes les habían levantado el derecho de admisión). El resultado era previsible: incidentes menores que intentaron ser usados como excusa para el llanto presidencial.
En su discurso, Milei puso en valor a su hermana -un chiste que se hace solo-, habló de “empate técnico” que traducido al lenguaje electoral significa una derrota segura, y llamó a votar en cinco ocasiones. La desesperación es total. La elección en Corrientes del domingo pasado lo dejó en un 4to lugar no logrando alcanzar ni el 10%, cuando en el 2023 había sacado el 53% de los votos en el balotaje.
En otro gesto de debilidad, el gobierno de Milei consiguió un fallo exprés de la Justicia para prohibir a los medios de comunicación la difusión de los audios de Karina Milei. La decisión la tomó el juez Civil y Comercial Federal Alejandro Patricio Maraniello, un juez con 8 causas en contra, dos por abuso sexual, y vinculado a Ariel García Furfaro, el empresario del fentanilo contaminado. Nada más casta que elegir a un magistrado de esas características para dibujar un mamarracho jurídico salpicado de censura previa en nombre de la legalidad.
La libertad de expresión en Argentina solo puede limitarse en casos excepcionales, como la protección de menores o la seguridad nacional. Este no es uno de esos casos. Los audios fueron reconocidos públicamente por el vocero presidencial, y su contenido -según trascendidos- podría evidenciar irregularidades graves en el manejo de recursos públicos.
En una vuelta de tuerca aún más preocupante, la ministra de Seguridad Patricia Bullrich ordenó allanar a los periodistas Jorge Rial y Mauro Federico, quienes habían difundido los audios. Ante la reacción negativa de gran parte de la sociedad, el operativo fue negado por la propia ministra y luego desactivado. Sin embargo, Bullrich no se privó de lanzar teorías conspirativas acusando a “rusos y venezolanos” de intentar manipular la elección. Pruebas, ninguna.
¿Qué quiso tapar el gobierno? Evidentemente, sabe que los audios son comprometedores. Más allá de los gritos del presidente denunciando una “operación kirchnerista”, nadie del oficialismo desmintió la veracidad de los audios ni los hechos de corrupción. Solo intentaron frenar su circulación. Aun así, se terminaron difundiendo unos nuevos audios de la hermana Karina desde una radio uruguaya. La última vez que los argentinos tuvimos que escuchar radios de Uruguay para informarnos fue durante la dictadura genocida. El paralelismo es escalofriante.
Como si fuera poco, el gobierno llega a esta elección en medio de otra denuncia: médicos oftalmólogos acusan al PAMI de pagar sobreprecios de hasta 10 veces más por lentes intraoculares para cirugías. La evidencia proviene de la resolución 1560/2025 del propio Boletín Oficial: valores entre $150.000 y $300.000 por insumos que en realidad cuestan $24.000, según aseguran más de 500 profesionales de todo el país. Otra estafa, esta vez con fondos de los jubilados.
Mientras tanto, el Senado nacional dio un golpe institucional al Gobierno: derribó el veto presidencial a la ley de Emergencia en Discapacidad por amplia mayoría, en plena crisis del ANDIS. También se aprobó con media sanción la reforma que limita el uso abusivo de los DNU, una de las herramientas favoritas de Milei.
La semana cerró con un volantazo económico: el Ejecutivo intervino el mercado cambiario para contener el precio del dólar. Una medida electoralista que contradice el discurso libertario y que anticipa un lunes post-electoral de alto voltaje financiero, dependiendo de los resultados bonaerenses.
¿Quién gana mañana? Al ser una elección atípica pero de fuerte impacto nacional, habrá múltiples lecturas posibles si no hay una victoria contundente: ¿Gana quien logra más legisladores? ¿Gana quien se impone en más secciones electorales? ¿O gana quien obtiene más votos? Por más relato que se intente construir, las elecciones se ganan por el conteo de votos. El resultado de mañana no solo definirá el equilibrio de poder en la provincia más grande del país, sino también el futuro inmediato del experimento libertario y sus posibilidades de supervivencia política.
Federico Chechele en X: @fedechechele
Fuente: https://canalabierto.com.ar