De que se trata

Un INCAA con pantallas apagadas

El ente destinado al fomento del cine nacional anunció que dará de baja la señal CINE.AR TV y que privatizará la plataforma CINE.AR Play. A su vez redujo el horario de proyecciones del cine Gaumont, sala que garantizaba el estreno de películas no comerciales.

Redacción Canal Abierto | En sintonía con el vaciamiento del área que se planteó desde el primer momento, el gobierno encabezado por Javier Milei, las autoridades del INCAA anunciaron el cierre definitivo del canal de TDA Cine Ar TV. También es incierto el futuro de la plataforma de streaming Cine Ar Play. Y algunos movimientos en el Cine Gaumont también encienden luces de alerta.

En los últimos días, el gerente general de Cine Ar TV, Carlos Vargas Eguinoa, comunicó la decisión a los trabajadores. A quienes son parte de la planta del Instituto, se les dio un plazo de 10 días para elegir entre un retiro voluntario o el pase a disponibilidad. A quienes tienen contrato se les anunció la continuidad hasta fin de año.

Cabe destacar que, tras los sucesivos recortes que el INCAA fue padeciendo desde diciembre de 2023, ambos dispositivos, el canal y la plataforma, se mantienen en funcionamiento con un plantel de 10 personas.

En 2010 se puso en marcha la señal INCAA TV, un canal de TV digital dedicado a la difusión de nuestro cine. En 2014, con el fenómeno de las plataformas en crecimiento, el area de Exhibición del INCAA puso en línea Odeón, una plataforma exclusiva de cine nacional. Durante la gestión de Mauricio Macri se unificaron todas las instancias bajo el nombre CINE.Ar, adjudicandole TV al canal y play a la plataforma.

Los trabajadores del ente plantean que el costo del mantenimiento de estos espacios es inferior al 1% del presupuesto anual del organismoEl INCAA recauda unos 53.000 millones de pesos anuales en concepto del 10% del valor de cada entrada de cine vendida y el 25% de la percepción de los medios televisivos y radiofónicos. La costo anual del funcionamiento de la plataforma y el canal ronda los 330.000 dólares.

Cabe destacar que, dentro de las erogaciones del instituto, el financiamiento de películas cayó drásticamente a pesar de que esos ingresos se mantienen. De una media de 200 películas, este año se cayó a seis realizadas bajo los nuevos lineamientos. El resto se trata de obras cuya producción había sido encarada antes de la asunción del gobierno libertariano. Las entidades vinculadas a la actividad estiman en un 67% el nivel de subejecución del presupuesto del INCAA.

Justine Burgos trabajó en la gerencia de Exhibición del INCAA hasta que fue despedida el año pasado y fue parte del equipo que dio forma a Odeón en 2014. En diálogo con Canal Abierto, aseveró que “tanto el canal como la plataforma, si se gestionaran bien podrían generar una entrada de dinero. De hecho, la plataforma genera dinero a través de los Estrenos. Si bien una parte queda para los productores y distribuidores, otra va al INCAA”.

La instancia de Estrenos requiere un pago de $400 para acceder durante 24 horas a películas que se encuentran en carteleras de los Espacios INCAA, con el objetivo inicial de que esas producciones puedan llegar a puntos del país en los que no hay salas de cine.

“El problema es que la plataforma genera ingresos, pero no se gestiona de una manera para que tenga una publicidad para que genere esos ingresos. Lo mismo con el canal, que podría generar ingresos por publicidad”, indicó Burgos.

Y reconoció que “nunca se pudo terminar de concretar esta posibilidad de ingresos porque nunca hubo un presupuesto acorde para poder dar a conocer que están los estrenos a un precio accesible. Los intentos estuvieron, pero desde que está esta gestión, desde el primer día, dijo que era algo que no le interesaba”.

Burgos señaló que en el caso de las películas que pueden verse de manera gratuita se trata de producciones cuyos derechos de exhibición fueron cedidos por sus titulares, con lo cual “Ahí tenés un montón de producciones que quien adquiera la plataforma deberá negociar por sus derechos, ya que estos fueron cedidos en el contexto de una plataforma de acceso libre y gratuito”, advirtió Burgos.

Además de producciones independientes actuales, en el archivo de CINE.Ar Play se encuentran clásicos del cine nacional y los primeros cortometrajes de directores hoy consagrados y reconocidos en el mundo como Lucrecia Martel, Adrián Caetano, Bruno Stagnaro o Daniel Burman.

Desde el colectivo de documentalistas DOCA, lanzaron un comunicado en el que se transmite la preocupación por el destino de las cerca de 3.000 producciones alojadas en la plataforma.

“Ambas pantallas son indispensables para dar acceso a la producción nacional, que sería imposible acceder a ella en un contexto de crisis y ajuste como este, en el que las plataformas es uno de los primeros gastos que recortan las familias”, expuso por su parte Ingrid Urrutia, Secretaria General de la Junta Interna de ATE-INCAA.

Un relevamiento realizado por la representación gremial de los trabajaores del instituto muestra que actualmente la plataforma cuenta con 2,6 millones de usuarios, de los cuales 56.000 se unieron en el transcurso de 2025, mientras que la cantidad de visualizaciones superó los 309.000.

“A esto se llega incluso en las condiciones adversas en las que las y los trabajadores sostienen ambas pantallas con menos de la mitad de personas y con sobrecarga de tareas y responsabilidades técnicas”, expone un documento difundido por ATE INCAA.

Urrutia  lamentó “el vaciamiento enorme que ha atravesado en INCAA con más de 500 puestos de trabajo que se han perdido” y aseguró que «mientras Carlos Pirovano continúe al frente del Instituto continuará también lo peor para el cine nacional y para sus trabajadores”

“Perder estas ventanas de exhibición es un crimen en el contexto actual que atraviesa el país. Mientras las estadísticas muestran que los espectadores en sala caen un 72% en comparación con el primer semestre del 2024, contar con Cine.ar TV y Play es una de las pocas garantías de exhibición del cine nacional de carácter público y accesible”, concluye el escrito de la junta interna.

Los recortes del INCAA alcanzaron también a programas como Museo de película, que junto al Ministerio de Cultura de la Nación y secretarías provinciales o direcciones municipales de cultura, se encargaban de llevar producciones nacionales a museos de distintos puntos del país.

El último bastión por cuyo destino se teme es el cine Gaumont, la sala porteña que garantiza estrenos de las producciones que van por fuera del circuito comercial, así como éstas últimas a precios populares.

Una de las primeras medidas fue la de un fuerte incremento en la entrada, llevándola de un 50% del promedio del precio de entradas a los cines comerciales a un 75%. Además, se redujo su horario de exhibición, corriendo la primer función de las 12 del mediodía a las 16. Esto provoca que las películas, muchas de las cuales es la única pantalla a la que pueden acceder, tengan que distribuir la cantidad de proyecciones, dejando con menos funciones a cada una. Es así que se volvió común la instancia de la proyección única.

Con este panorama cobran relevancia los espacios y fomentos que sostienen otros estados. Buenos Aires y San Luis son algunas de las provincias que tienen sus propios programas de fomento a la producción. También los Espacios INCAA consolidados desde 2004, aunque es de esperar que a partir de ahora dejen de contar con el aporte que realizaba el organismo como ser la logística y el material de difusión (afiches, volantes, etc).

 

 

 

Fuente: https://canalabierto.com.ar

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