De que se trata

Se viene el Festival Va Poesía

Con el lema "Literatura e Inclusión", comienza la 13º edición del evento que se desarrolla en distintos ámbitos comunitarios y sociales de Mendoza y Buenos Aires. “El lenguaje es de los hablantes”, propone Ricardo Rojas, uno de los organizadores.

Redacción Canal Abierto | El lunes 6 de octubre comienza la 13ª edición del festival Va Poesía. Con el lema «Literatura e inclusión», el evento se desarrolla en sedes en dos ciudades: Buenos Aires y Mendoza y cuenta con la participación de autores de todo el país, así como de visitas internacionales.

El evento se inició en 2013 por la inquietud de los poetas Marta Miranda y Ricardo Rojas de cambiar la lógica de este tipo de actividades  y llevar la poesía a lugares fuera del circuito literario como comedores populares o cárceles, aunque también en centros culturales.

«El objetivo es devolverle a la sociedad algo de lo tanto que nos ha dado. Queremos defender el derecho a la belleza que tienen quienes quizá no suelen tener acceso a este tipo de eventos. Cuando uno habla de los derechos de nuestros hermanos de la Argentina profunda pelea por vivienda, por trabajo, por salud, por educación, por justicia, pero la belleza queda siempre como relegada. La belleza queda como a lo último, a nadie le importa que llegue a los territorios este más profundos de nuestra Argentina tan desigual”, cuenta Ricardo Rojas en diálogo con Canal Abierto.

El objetivo fundamental de Va Poesía Argentina es ir al territorio, a compartir en pie de igualdad saberes. Porque los escritores saben cosas, pero la gente que está en territorio también sabe cosas. Entonces se produce un intercambio de iguales donde el otro no es un enemigo o alguien que me viene a hacer un daño, que es una persona que está en una circunstancia particular desfavorable y que tiene un montón de cosas buenas para compartir con nosotros”, agrega el organizador.

En esta ocasión participarán de Va Poesía los locales Carlos Estevez, Lydia Helander, María Belén Corso, Mónica Tracey, Silvina Sazunic , Julián López, Fabian Almonacid, Paula Galindez, Tomas Rosner, Marines Scelta y Alfredo Marón, a quienes  se le sumarán el colombiano Orlando Gallo, la sueca Athena Farrokhzad, el galés Grug Muse, el costaricense Guillermo Acuña González y la mexicana Martha Mega.

Va Poesía se encuentra dividido en dos etapas, una primera semana en Mendoza y la segunda en Buenos Aires y conurbano. En ambas confluirán distintos tipos de artistas: abogados  (Rosner, Marón y Gallo), jóvenes talleristas que escriben poesía (Muse), poetas que narran su propia historia atravesando provincias (Helander) o artistas que combinan la poesía con la dramaturgia y la actuación (Mega), entre otros aportes.

En la semana comprendida entre el 6 y el 10 de octubre, las sedes mendocinas del festival serán Municipalidad de Lavalle, el Museo del Cine, la Municipalidad de Tupungato, los penales Almafuerte, N°1 Boulogne Sur Mer y N°2 San Felipe, en Godoy Cruz, las lagunas de Huanacache y el café La Margarita.

La semana siguiente, entre el 13 y el 17, los escenarios a recibir a los poetas serán la Asociación de Empleados de Farmacias (Constitución), Instituto de Menores Belgrano (Once), PAEBYT CAAC Casa de Atención y Acompañamiento Comunitario Morenos de la Calle Larga (Pompeya), Centro Educativo Nivel Secundario N°79 (Puan), Instituto de Menores Agote (Palermo), Taller Cristo de los Villeros (Barracas), No Tan Distintes (Boedo), la Universidad de La Matanza y el café bar La Poesía (San Telmo).

Rojas da cuenta de situaciones que le ha tocado experimentar a través de más de una década de promover este festival. «Por ejemplo, nos pasó en el comedor Los Pibes de La Boca. Llegamos y había una señora mayor. Se llamaba Blanca y era chilena. Apenas había podido ir a la primaria. Luego de las lecturas, nos pidió permiso para decir un poema que le habían enseñado de chica. Lo hizo y todos la aplaudimos. Al año siguiente, volvimos y ahí estaba ella. Finalizadas las lecturas, nuevamente volvió a pedir permiso, esta vez para leer un poma de otra persona. Al tercer año que volvimos a Los Pîbes, volvimos a encontrarla. Esta vez apareció más arreglada, vestida como para una fiesta. Y al momento de acomodarnos, se ubicó entre los que iban a leer. Y, al terminar, volvió a pedir permiso. Pero esta vez leyó algo que había escrito ella misma. Pasó ya hace tiempo, pero cada vez que lo cuento se me vuelve a poner la piel de gallina como el día en que ocurrió. Por cosas como esa creo que vale la pena hacer esto», narra Rojas.

Consultado respecto de la respuesta de los visitantes extranjeros, Rojas  cuenta que “no pueden creer ese nivel de comunión que se da casi naturalmente, porque no es que nosotros hacemos la cosa extraordinaria. Es al revés, vamos hacia el encuentro más simple posible con la poesía. La poesía es una excusa. O sea, por supuesto que la poesía tiene que ser buena y tiene que calentar otras cosas, no puede ser pues ni tampoco presentado de una manera este chabacana presuntuosa, si no llevarlo al momento ese primigenio en el cual uno escribía esas cosas”.

Y acerca de los intercambios con jóvenes, el poeta delebrá que “hablan con un lenguaje muy enrevesado y a su vez muy pícaro, muy jocoso, donde la chanza y el doble sentido están permanentemente presentes y hay un uso de la metáfora que en las clases populares está absolutamente presente. Lo que pasa es que no está como la academia nos dice que es lo correcto. Pero el lenguaje está vivo, porque el lenguaje de los hablantes. Entonces, se va transformando y está vivo de una manera”

“A mí como escritor me encanta escuchar cómo hablan porque hay una riqueza lingüística impresionante. Hay un montón de palabras que uno incorpora que salen de esos lugares y que uno nunca se dio cuenta y aparecen”, agrega.

Por último, Rojas reconoce que “la realización de este trabajo comunitario, a mí me hace ser una mejor persona. Yo hago 200 millones de cosas, pero lo mejor, o una de las mejores cosas que hago, es este festival. Es poder a compartir en igualdad con mis hermanas y mis hermanos de la Argentina profunda que están en estos momentos en una situación desventajosa o complicada. Además, me da una alegría increíble, poder estar en el desierto con mis hermanas y hermanos de la Nación Huarpe o en la cárcel de máxima seguridad, en los sindicatos con los laburantes como yo o en las escuelas de alfabetización nocturna, de adultos o en los comedores populares. En un momento que la mayoría de las cosas no tienen sentido, esto está lleno de sentido”.

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