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Argentina, entre dos gigantes: el pulso geopolítico entre China y Estados Unidos

La creciente influencia china en América Latina y las presiones de Washington reavivan el dilema histórico de la Argentina: cómo equilibrar su dependencia financiera de Occidente con el peso económico y estratégico del vínculo con Pekín. Informe del sitio especializado, Artemisión.

La reciente incorporación de China como observador en la Comunidad Andina reconfiguró el tablero diplomático regional y volvió a poner a la Argentina en el centro de una disputa global. Mientras Pekín avanza con inversiones, financiamiento y presencia comercial en América Latina, Estados Unidos redobla la presión para frenar esa expansión en su tradicional zona de influencia.

El analista Néstor Restivo, especialista en China, advierte que la potencia asiática ya consolidó una relación estratégica con la Argentina desde hace dos décadas, que difícilmente pueda romperse pese al alineamiento ideológico del gobierno de Javier Milei con Washington. China es hoy el principal socio comercial del país y una fuente clave de crédito, infraestructura y tecnología.

Sin embargo, la tensión geopolítica tiene impactos concretos: Mendoza, por ejemplo, sufre el enfriamiento de los vínculos con Brasil y China, afectando exportaciones de productos como el ajo. A nivel nacional, el mercado chino sigue siendo vital para las exportaciones agroindustriales, que difícilmente puedan reemplazarse.

En el plano financiero, el swap de monedas con China —por unos 18 mil millones de dólares— se volvió esencial para sostener reservas, aunque Washington presiona para que Buenos Aires abandone el acuerdo, en el marco de su ofensiva contra el bloque BRICS y el avance del yuan.

La disputa también alcanza al terreno de las inversiones estratégicas, con Estados Unidos intentando frenar proyectos chinos en energía, minería y telecomunicaciones, al tiempo que impulsa su propia presencia en el sur argentino, incluso con planes de infraestructura en Tierra del Fuego.

Según Restivo, el vínculo con China es uno de los pocos anclajes estables que mantiene la economía argentina en el contexto global. Romperlo —advierte— sería un error histórico que podría dejar al país atrapado en una partida de póker entre Oriente y Occidente. (InfoGEI)Ac

 

 

Fuente: https://infogei.com

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