De que se trata

Fabián Fleury, histórico relator de Lafe, ya es parte de un pedacito del estadio

La comisión directiva inauguró una sala de conferencia de prensa y reconoció al cronista que, hace más de 35 años, sigue al Verde por todo el país.

Prensa Laferrere y Fleury

En el estadio “Ciudad de Laferrere”, debajo de la platea, frente a la entrada del vestuario local, Deportivo Laferrere inauguró una sala de conferencia de prensa. Será utilizada, una vez finalizados los partidos, por los medios visitantes y partidarios del Verde.

Y el nombre del espacio es un merecido reconocimiento a Fabián Fleury. Él es relator, con más de 35 años por las cabinas de todo el país para contar los encuentros del Villero. “Yo soy independiente y salgo a buscar el mango, a caminar la calle. Tenía que ir a visitar a tres o cuatro clientes, pero me llama Julio (Domínguez, jefe de prensa de la institución) y me dice: ‘¿Podés venir para el estadio’. Me insistió tanto que fui. Me imaginé que era por la sala de prensa, porque sabía que la estaban terminando, pero nunca pensé que era para semejante alegría”, le cuenta Fleury a El1.

“Cuando llego y veo a parte de la comisión directiva, me pareció raro. Pero como Julio me pidió que le dé una mano con la presentación por Instagram, le dije que sí. Empezamos, y cuando descubren la placa y observo que está mi nombre, no lo podía creer. Fue una emoción muy grande, un orgullo y estaré agradecido de por vida por este reconocimiento, porque quedaré en un pedacito del estadio para siempre”, describe.

Una vida marcada por el Verde

“Hace 35 años que comencé a cubrir a Lafe, el 4 de septiembre de 1988. Yo nací en Banfield, pero para el 89, 90, me vine y me quedé en La Matanza”, narra el comienzo de su historia con el club.

“En los ´80s se empezaron a poner de moda las radios FM y un amigo del barrio, Pablo Varela, empezó a hacer la campaña de Talleres de Remedios de Escalada y necesitaba gente para colaborar. Yo estaba jugando a la pelota, terminando la secundaria. Le dije que contara conmigo, pese a que nunca había hecho nada relacionado con el periodismo”, dice el exenganche zurdo que pasó por las inferiores de Independiente, Boca y El Porvenir hasta llegar a la Tercera de Banfield.

En sus comienzos como relator, junto a su padre Aníbal.

“Mi primera cobertura fue un clásico entre Brown de Adrogué y Claypole. Salí por teléfono, a una cuadra de la cancha, para dar el informe. Y por las ganas que le puse, me mandaron a la transmisión central, haciendo vestuarios. Realizaba las notas y se las pasaba a Guillermo Blanco, que transmitía con Fernando Marchese como comentarista. Pero a los cuatro o cinco meses, el equipo no pudo seguir y se terminó ahí. Sin embargo, había gente de La Matanza y me propusieron hacer la campaña de Almirante Brown, a lo que dije que sí”, rememora.

Y continúa su relato, tan apasionante como cuando se pone al frente de Lafesport: “Ahí trabajé con Sergio Atencio y Marchese, pero eso duró poco también y se disolvió. Pero el locutor, Jorge Bin, me propone seguir a Laferrere y allá fuimos. Empezamos con Atencio en los relatos, Marchese en los comentarios y yo en vestuarios. Pero un día, Marchese se casa y no continúa, así que pasé de vestuarios a comentarista… Me temblaba todo. Después Atencio también se va, pasé a ser relator, y bueno, es el día de hoy que sigo al frente de las transmisiones”.

Fabián y el equipo Lafesport, el pasado miércoles en la cancha de Argentino de Merlo.

Siempre con Lafe, hasta el último suspiro

Fleury vio a Lafe en la Primera B y en la Primera C (“Fueron 17 años eternos”, tira). Pero las mejores anécdotas quedaron del Nacional B, cuando conoció de punta a punta la Argentina. “Hice miles de locuras. Viajé por todo el país, conocí a muchos amigos y muchas veces me volví a dedo porque no tenía para el pasaje. Una vez, fui a transmitir contra San Martín de Tucumán, con Lafe ya descendido a la Primera B. A la vuelta estuve una semana en una estación de servicio porque nadie me quería traer; un porteño, de pelo largo, no quería subirlo nadie… Por suerte hice buena onda con los pibes de la estación. Me dejaban dormir ahí y todas las tardes me traían un sanguchito de mortadela. Hasta que un camionero entrerriano, con 24.500 kilos de limones, se apiadó y me trajo”, recuerda.

“Lo único que me queda es verlo en Primera, soñar no cuesta nada”, añora Fabián, un apasionado y agradecido por todo: “Laferrere me dio la vida, porque nunca hubiera imaginado conocer a tanta gente, hacer tantos amigos, por el club. Por eso estaré agradecido de por vida con este reconocimiento y seguiré transmitiendo a Lafe hasta el último suspiro. No sé hacer, ni quiero hacer otra cosa”.

Fuente: https://www.el1digital.com.ar

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