En diálogo con Radio Universidad, el presidente de la Cámara Argentina de la Construcción (CAMARCO), Gustavo Weiss, expresó que la situación del sector “es compleja porque las obras nacionales y provinciales ya estaban complicadas desde el segundo semestre del año pasado por la alta inflación y el atraso en los pagos”.

“Se complicó mucho a partir de diciembre porque la inflación fue muchísimo más alta y porque, en el orden nacional, se cancelaron totalmente los pagos”, aseguró, al tiempo que alertó que “hay una paralización casi total de las obras públicas de origen nacional”, aunque “en las provincias se ha mantenido algún nivel de ejecución, pero no muy fuerte”.

Además, Weiss señaló que “no hay novedades sobre el inicio de alguna obra, ya sea de vías, saneamiento, vivienda, escuelas u hospitales”. “Se paralizaron todas las obras, sin distinción de rubro. Esto afecta a unos 100.000 trabajadores entre jornalizados y mensualizados que están despedidos o suspendidos”, remarcó.

En ese sentido, mencionó que la CAMARCO tuvo “reuniones con el ministro de Economía de la Nación (Luis Caputo) y con los secretarios de Vivienda y de Transporte, pero la situación no ha cambiado”. “Nos comentaron que están viendo y analizando qué obras se reiniciarían y cuáles no, pero no hay ninguna novedad”, lamentó.

La importancia de la obra pública

“El sector privado también está impactado por la inflación, pero en menor medida”, indicó, y agregó sobre el corto plazo: “Aspiramos a que la obra pública se reinicie rápidamente porque, si no, se va a seguir generando desempleo y, además, muchas empresas constructoras van a entrar en problemas graves de continuidad porque están endeudadas”.

“Nosotros tenemos claro que la obra pública no es un gasto, sino una inversión”, afirmó Weiss, y concluyó: “No hay país posible sin desarrollo de infraestructura económica y social. Los países más desarrollados tienen una enorme infraestructura, que es absolutamente imprescindible para el desarrollo de la gente y el desarrollo económico”.