González Catán: una vecina rescató a una mujer embarazada de la calle y ahora pide ayuda
“Una vez fui María”, compartió la bondadosa mujer que reúne las donaciones para la joven madre que sufrió violencia de género y ahora se encuentra internada.
A través de una publicación en un grupo de Facebook, una vecina de González Catán apeló a la solidaridad de la comunidad. En el posteo, compartió la historia de María, una mujer embarazada que se encuentra en una situación crítica, tanto para ella como para sus hijos.
María es madre de un niño de dos años, lleva 28 semanas de embarazo y tuvo que escaparse de su casa por episodios de violencia de género perpetrados por el padre de su hijo. Pero su historia no podría haberse dado a conocer sin Miriam Farías, una solidaria vecina del barrio Independencia.
“El domingo, mi hijo me informó que había una chica tirada en la estación de servicio del kilómetro 35. Me dijo que estaba embarazada, con una panza grande y muy mojada, con sus colchones y ropa sucia empapada”, detalló Miriam a El1. “Me crucé con mi marido, hablamos con ella y le ofrecí mi casa, un baño y un plato de comida”, continuó.
De acuerdo con el relato, María estaba “muy asustada”. Pero, luego de muchos ‘no’ como respuesta, aceptó la invitación y pasó la noche en la casa de la vecina. Afortunadamente, Miriam consiguió ponerse en contacto con familiares de la víctima y se reencontraron. “Ella estaba muy tensa, pero fue una alegría extrema. Ese día nos enteramos de que tiene un retraso madurativo y que por eso no sabía a dónde ir”, explicó.
Tristemente, la historia aún no tiene un final feliz: debido al frío, el agua y la ropa mojada, el parto se adelantó y María está internada. Por eso, se encuentra abierta una colecta solidaria que consta de pedidos como ropa de bebé, colchones, frazadas y comida, entre otros.
María, un relato que se repite
Para Miriam, ver a la joven en esa condición fue revolver recuerdos de su pasado. A los 15 años, la vecina del barrio Independencia fue echada de su casa por quedar embarazada y vivió en “villas, colectivos, trenes y plazas”. Con su hijo ya en brazos, pedía para comer, pero se sentía “un perrito sarnoso que nadie volteaba a ver”.
“De a poco me fui haciendo, trabajando con mi hijo en brazos. Lo saqué yo sola. Nos criamos juntos, él me enseñó a ser mamá. Me puse en pareja, tuve tres hijas, me separé, rehice mi vida y hace 19 años que estoy en pareja. Con él tuve un hijo, que ahora tiene 15 años y es autista. Si bien no tiro manteca al techo y estoy peleándola día a día, tengo el amor de mis hijos y mis nietos”, compartió a este medio.
Y reflexionó: “Siempre que veo estos casos, me saca. No puedo entender cómo hay mamás en las calles, cómo los chicos están pidiendo. Yo una vez fui María. Creo que, si hacemos mal, terminamos mal. Si hacemos bien, a la larga, vamos a tener nuestra recompensa. Yo tuve mucha, Dios me recompensó bien”.
Para colaborar con el pedido de donaciones, es posible comunicarse a través del teléfono 11-6966-1895 (Miriam Farías).