Finalmente, integrantes del Centro de Rescate y Rehabilitación Equino (CRRE) llegaron al lugar y rescataron al animal. Pero, lamentablemente, a pesar de los esfuerzos, el caballo no resistió y murió.

En comunicación con El1, Florencia Sampietro, presidente de la ONG, contó: “Nosotros todo el tiempo recibimos alertas, de toda la provincia de Buenos Aires. Somos de La Plata. Nos llegó la alerta y fuimos lo más rápido que pudimos. Llevamos un tráiler desde La Plata, porque también ocurre eso: no se cuenta con policía rural en localidades como Moreno, González Catán, Merlo. No tenemos forma de mandar policías”.

“La Policía común a veces no nos da bolilla. La policía rural no cuenta con tráileres especializados. Entonces nosotros tenemos que pagar los traslados de los animales”, describió.

Tracción a sangre: maltrato sin solución

Este caso es uno más de las muertes de caballos explotados, golpeados y descartados en localidades matanceras y de otros distritos. “Cuando llegamos, el animal estaba muy descompensado. Estaba bastante embarrado. El tráiler casi se cae a una zanja. Uno de los vecinos ayudó a cargar al animal. Se vinieron a la ONG lo más rápido que pudieron, pero cuando llegó el animal estaba muy mal, descompensado, hipotérmico”, recordó Sampietro.

“Se notaba que lo habían molido a golpes. Lo habían descartado. Cuando ya no sirven más, ellos se dan cuenta y los descartan así, en basurales. Es lo más común. Le empezaron a pasar la medicación, pero no soportó. Le dio un paro cardíaco y falleció”, lamentó.

“Esto, lamentablemente, pasa casi todo el tiempo. Todos los días mueren caballos así, abandonados, descartados en basurales. El tema de la tracción a sangre no está dentro de la agenda política, aun cuando no solo se cobra las vidas de animales. También hay trabajo y maltrato infantil, contaminación que se genera por los basurales a cielo abierto. Además, la tracción a sangre genera problemas de tránsito”, enumeró.