Doce años de la Ley de Identidad de Género: una normativa con impulso matancero
Pionera en el mundo, fue aprobada el 9 de mayo de 2012, reconoce el derecho de las personas a ser inscriptas en su DNI acorde a su identidad de género.
Un 9 de mayo de 2012, el Senado de la Nación aprobó, con 55 votos afirmativos, cero negativos y una abstención, la Ley N° 26.743 de Identidad de Género. Esta normativa, pionera en el mundo, reconoce el derecho de las personas a ser inscriptas en su DNI acorde con su identidad de género.
Promulgada el 23 de mayo, entiende la identidad de género autopercibida como “la vivencia interna e individual del género, tal como cada persona la siente, la cual puede corresponder o no con el sexo asignado al momento del nacimiento”.
De esta manera, la Ley de Identidad de Género se convirtió en la primera que no patologiza las identidades trans. A su vez, permite acceder al cambio registral a través de un simple trámite administrativo.
También garantiza el acceso a los tratamientos de salud a todas aquellas personas que deseen modificar su cuerpo de acuerdo con el género autopercibido. Para el colectivo travesti trans, la sanción de la Ley N° 26.743 constituyó un punto de partida para continuar la conquista de derechos.
Ley de Identidad de Género y La Matanza: las referentes que conquistaron derechos
Desde la Secretaría de Mujeres, Políticas de Género y Diversidades de La Matanza señalaron que la normativa cumple doce años “en medio de un clima donde los discursos de odio amenazan la vida del colectivo LGBT+”.
“Sólo con un Estado presente se puede hacer efectiva la implementación de políticas públicas que mejoran la vida de las personas y la calidad de nuestra democracia. Hoy más que nunca, defendamos este derecho que tanto costó conseguir, gracias a la lucha incansable de militantes como Diana Sacayán y Lohana Berkins”, destacaron.
Las activistas Diana Sacayán y Lohana Berkins se convirtieron en referentes nacionales, y también matanceras, en la lucha por los derechos de la comunidad travesti trans. Su militancia por una sociedad más justa y diversa fue incansable.
Juntas, no solo reivindicaron el proyecto de Ley de Identidad de Género desde sus inicios hasta su promulgación. También lucharon por un cupo nacional travesti trans de trabajo, normativa sancionada en 2021. A pesar de su ausencia física (Sacayán fue asesinada en 2015 y Berkins falleció en 2016, a causa de una Hepatitis C), los derechos que consiguieron para todo un colectivo hace que estén más presentes que nunca.