APAGÓN TOTAL EN ESPAÑA, PORTUGAL Y PARTE DE FRANCIA/ SABOTAJE O ADVERTENCIA.

Por Daniel Ariza. Analista Política Internacional.
La humanidad, en su proceso de evolución y crecimiento tecnológico y científico, propios de la modernidad de la que disfrutamos, fue perdiendo en forma paulatina su capacidad de adaptación al medio que la rodea. La energía eléctrica, sin dudas, fue el gran hito de ese proceso, permitiendo el crecimiento industrial, pero también generando cada vez más una dependencia de comodidad en la población. La iluminación nocturna, el uso de motores eléctricos, posteriormente ventiladores, aires acondicionados, radios, televisores, fue acrecentando algo que se transformó en dependencia de la humanidad a la tecnología.
Pero el gran salto, vino con la informática, con el desarrollo de programas de gestión, software, que permitieron controlar maquinarias, sistematizar archivos de información administrativa de empresas, gobiernos, Fuerzas Armadas, hospitales, policías, educación y haciendo más fiables a aviones, barcos y trenes, haciendo que cada vez más todo el caudal informativo de la humanidad quede ligado a las redes informáticas.
Pero dentro de este proceso, también crecieron y evolucionaron los delitos informáticos de distinto tipo. Ésto se integró tan profundamente, que cada acción humana, quedó sujeta al uso de los teléfonos inteligentes, dado que un aparato pequeño pasó a tener una capacidad de interconexión con las redes, que se volvió un elemento escencial en nuestros días, a tal punto que hoy, el hombre depende en gran medida de estos elementos para subsistir y la humanidad entera está presa, de estos aparatos.
Tendencias de pensamiento político y gustos de modas de consumo en general, están siendo moldeados diariamente por la internet, y a ésto se sumó la inteligencia artificial y la robótica, el gran desafío de la humanidad, porque se está enseñando a las maquinas por medio de un cúmulo de conocimientos tan importante, que discos rígidos y microprocesadores pueden contener tanta información, que la maquina genera acciones independientes por medio del análisis del conocimiento, asimilado en forma analítica y con toma de decisiones, que podrían hacer cambiar el rumbo de la humanidad toda.
Pero, ¿qué pasaría si todos esos soportes tecnológicos se apagaran en forma total en gran parte del mundo?. Muchos dicen que volveríamos a la era de las cavernas, porque el estallido social que ésto significaría, haría colapsar las sociedades y cundiría la anarquía y la violencia, las calles se volverían campos de batalla por la subsistencia, alimentos y agua, serían el principal objetivo, después la vestimenta y otros insumos, pero al paralizarse el comercio mundial, muchos morirían de hambre y muchos por hechos de violencia.
El caos sería tal, que las estructuras religiosas podrían desaparecer por no poder dar solución inmediata a la crisis de sus fieles. La situación actual, en donde las principales potencias antagónicas del Mundo, están en una aguda crisis y conflicto, hacen a este panorama una posible realidad latente; en el día de ayer, un apagón eléctrico total en gran parte de España, Portugal y parte de Francia, ha dejado evidenciada la gravedad de lo ocurrido, pero también debería ser una advertencia, para que los Estados generen los mecanismos de protección, para que ésto no vuelva a ocurrir.
Este lunes, el mayor apagón de su historia, con una interrupción masiva del suministro eléctrico, se ha producido y millones de personas se quedaron sin electricidad; los trenes y metros dejaron de funcionar, los semáforos se apagaron, los servicios de telefonía e internet se interrumpieron y numerosas actividades cotidianas quedaron paralizadas. Mientras las autoridades estaban absortas sin saber el motivo y trabajaban para esclarecer las causas y restablecer el servicio, los datos recopilados en tiempo real daban una idea del alcance de la crisis en diferentes áreas.
Desde el consumo energético hasta el tráfico aéreo, pasando por la demanda de gas, internet y telefonía, los indicadores daban fe de la gravedad del histórico apagón. A las 12:30 de España y 11:30 de Portugal, la red eléctrica de la Península Ibérica sufrió un colapso generalizado.
Las cifras que muestran la extraordinaria magnitud del apagón eléctrico que afectó a España y Portugal, fue contundente. Red Eléctrica de España (REE), registró un «cero nacional» -denominación que se da al apagón generalizado- en el sistema, una situación que nunca se había producido antes, según confirmaron expertos y autoridades en materia energética. El consumo energético español pasó solo en unos minutos de 25.184 a 12.425 megavatios (MW).
Áreas no peninsulares de España, como las islas Baleares y Canarias, no se vieron afectadas por el apagón. Red Eléctrica calculó inicialmente que la recuperación completa del servicio podría tardar entre seis y diez horas, aunque en algunas zonas, la reposición fue más ágil gracias al apoyo de operadores como la red francesa RTE, que aportó 700 megavatios a España.
Portugal, cuya red eléctrica importaba desde España un 33% de su consumo, vió caer su demanda de 8,16 gigavatios (GW) a apenas 0,6 GW, es decir, una desconexión del 93% de su consumo, según REN (Redes Energéticas Nacionales). El sur de Francia, también sufrió breves interrupciones, pero restableció el servicio rápidamente.
El apagón tuvo efectos inmediatos en los servicios básicos, desde internet hasta el consumo de gas. En Madrid, el tráfico de datos cayó más de la mitad respecto a lo habitual, de 588 a 252 Gbit/s, según datos de Deutscher Commercial Internet Exchange (DE-CIX), divulgados por el diario El País.
En telefonía, las incidencias reportadas en los principales operadores (Movistar, Orange, Vodafone y Jazztel), se dispararon desde el momento de la interrupción eléctrica, señaló la web especializada Down detector; las compañías informaron de fallos en servicios de internet fijo y móvil, aunque algunas infraestructuras críticas, como centros de datos, pudieron seguir operando gracias a sistemas de respaldo.
Las consultas sobre «apagón» en Google Trends se multiplicaron por diez en cinco minutos, alcanzando su pico poco después del apagón y convirtiendo a esta palabra en la más tecleada del día con más de 5 millones de búsquedas; los sistemas financieros se paralizaron, los cajeros dejaron de suministrar dinero, el caos se apoderó de las ciudades afectadas, se suspendieron vuelos y otras muchas actividades de transporte.
La demanda de gas natural en España, también sufrió una caída brusca, de 27 GWh/hora a apenas 8 GWh/hora, coincidiendo con el colapso eléctrico según datos de Enagás. Los pasajeros tuvieron que salir de los trenes que habían quedado varados en las vías y el apagón, provocó un colapso del transporte ferroviario en toda España: la compañía Renfe suspendió la circulación de trenes de largo recorrido, cercanías y alta velocidad (AVE).
Unos 35.000 pasajeros quedaron atrapados en más de 100 trenes y tuvieron que ser auxiliados por los servicios de emergencias.
Las redes de Metro de Madrid y Barcelona también suspendieron sus operaciones, mientras que la Dirección General de Tráfico (DGT) pidió evitar desplazamientos en carretera ante la falta de semáforos operativos. Al verse afectado el transporte, muchos pasajeros han tenido que dormir en las estaciones de tren; a ésto se sumaron las interrupciones en los sistemas de información de tráfico, que dejaron de actualizarse en tiempo real.
En Portugal, 96 vuelos fueron cancelados y el aeropuerto de Lisboa fue el más afectado, con el 29,63% de cancelaciones en las salidas; en España, sin embargo, solo se cancelaron 45 vuelos, con impactos menores en los aeropuertos de Barcelona (2,98%) y Madrid (2,56%), según datos de AENA y aunque no se detallaron las causas concretas de las cancelaciones, los aeropuertos funcionaron con ciertas restricciones debido a la falta de electricidad.
El presidente Pedro Sánchez, intervino en dos ocasiones para pedir calma, recomendando el mínimo uso de internet y telefonía móvil, y reducir desplazamientos; explicó que aún se investigaban las causas del apagón, sin descartar ninguna hipótesis.
En Portugal, REN sugirió que el corte se originó por «un fenómeno atmosférico inusual», relacionado con «variaciones extremas de temperatura» que provocaron «vibración atmosférica inducida» en líneas de muy alta tensión (400 kV), un fenómeno que podría haber generado oscilaciones anómalas y el colapso del sistema eléctrico.
El apagón de este lunes es descrito por expertos y autoridades como un hecho sin precedentes por su extensión y su impacto simultáneo en todos los sectores vitales: energía, transporte, telecomunicaciones y servicios básicos. Los motivos por el momento no son claros pero han desnudado la fragilidad de las sociedades humanas; con tan solo horas de un corte de luz todo se alteró y el caos en las calles se hizo sentir. ¿Será ésto un aviso o una advertencia de lo que puede pasar ante una guerra?… ¿Habrá responsables de algún gobierno, en un clima de guerra cada vez más presente, en el inconsciente social de Europa? …