De que se trata

BASTA DE ESTAFAS – JUICIO COLECTIVO AL ESTADO NACIONAL

Por Juan Severo

Los y las jubiladas que hoy cobran la mínima y que han aportado más de 30 años de su fuerza laboral al desarrollo de este país han sido víctimas de una estafa sistemática. Esta estafa no tiene ideología política ni fecha de inicio específica, porque ha sido una continuidad histórica de abandono, manipulación y vaciamiento del sistema previsional argentino por parte de todos los gobiernos nacionales, sin distinción de color partidario.

Desde el retorno de la democracia hasta nuestros días, todos los que ocuparon el sillón de Rivadavia y los múltiples cargos en los distintos poderes del Estado son responsables –por acción u omisión– del vaciamiento del sistema previsional y de la humillación constante a nuestros adultos mayores.

Se habla con liviandad de “los millones que se jubilaron sin aportes”, pero poco se dice de los millones que trabajaron décadas en negro, sin derechos, sin aportes, con empresarios inescrupulosos que se amparaban en frases como “no me dan los números” o “si te blanqueo, le hago el juego al gobierno”. ¿Y el Estado? ¿Dónde estuvo? ¿Ausente o cómplice? Nunca fiscalizó, nunca garantizó los derechos ni de los trabajadores ni de los empleadores que hacían las cosas bien y terminaban compitiendo en condiciones desventaja.

También están los trabajadores que aportaron más de 20 años, pero fueron abandonados tras despidos, cierres o quiebras. ¿Dónde están esos aportes? ¿Quién se los quedó? ¿Qué respuesta da el Estado?

La historia reciente está marcada por decisiones políticas que defraudaron al pueblo. Las AFJP fueron una estafa monumental: privatizaron la previsión social para enriquecerse, y cuando el sistema colapsó, el costo lo pagaron –una vez más– los jubilados. Hoy, los funcionarios que administran el sistema previsional cobran sueldos millonarios, viajan con choferes y guardaespaldas, y eso se paga con el dinero que debería garantizar una jubilación digna.

Hoy se marchan con pancartas, con consignas de ocasión, con discursos vacíos. Pero nadie toca el fondo de la cuestión. Nadie se anima a decir lo evidente: esto es una estafa estructural y reiterada contra los jubilados de la Argentina.

Por eso decimos: es hora de iniciar un Juicio Colectivo al Estado Nacional. Porque no se trata de errores ni de omisiones. Se trata de un sistema que deliberadamente empobrece a quienes más merecen descanso y dignidad. Esto es un robo. Esto es desprecio por la vida.

Exigimos que todos los partidos políticos con representación parlamentaria debatan y sancionen una ley previsional definitiva, que garantice el 82% móvil real para todos los trabajadores al momento de jubilarse, sin importar el gobierno de turno. Que se fije como derecho constitucional, como política de Estado inamovible. Que deje de ser una promesa electoral.

Algunos datos de la realidad:

  • En enero de 2025, una familia necesitaba $1.033.716 para no ser pobre, según INDEC.
  • En febrero, se requerían $1.713.065 para ser clase media en la Ciudad de Buenos Aires.
  • Para no ser indigente, una persona debía ganar al menos $151.491 por mes.

Hoy, 1° de marzo de 2025:

  • El salario mínimo es de $296.832.
  • La jubilación mínima es de $279.121,71, que con un bono congelado hace 9 meses de $70.000 llega a $355.820.
  • Eso significa $11.860 por día, mientras un kilo de carne cuesta $10.000. ¿Cómo se vive con lo que sobra?

La vejez no puede ser sinónimo de pobreza, de limosna, de abandono.

La lucha por una jubilación digna no es solo de los viejos y las viejas. Es de todos. Porque todos, tarde o temprano, llegaremos a ese momento. Y nadie quiere llegar a viejo sintiéndose estafado por el país al que le dedicó su vida.

BASTA DE ESTAFAS. JUICIO COLECTIVO AL ESTADO YA.

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