Internacional

CADA VEZ MAS LEJOS LA PAZ ENTRE  RUSIA Y UCRANIA / LAS NEGOCIACIONES DE DONALD TRUMP FRACASAN

Putin redobla sus ataques a Ucrania, la paz mundial esta cada vez mas comprometida y en grave peligro

Por Daniel Ariza. Analista  Política. Internacional.

Cuando se analiza profundamente la situación mundial y los acontecimientos, que están pasando a la fecha, nunca estuvo tan presente para muchos estudiosos  y religiosos que tienen a la Biblia como un elemento central de sus creencias religiosas  y místicas, el hecho de estos puedan encontrar paralelismos entre las escrituras y la realidad, que se vive a nivel mundial, y que según ellos plasman la  situación y profetizada oportunamente en dichas escrituras; marcando la segunda venida de Dios a este plano terrenal.

Es por eso que muchos remarcan el versículo de las escrituras de  (Mateo 24:6-14) “ Y oiréis de guerras y rumores de guerras; mirad que no os turbéis, porque es necesario que todo esto acontezca; pero aún no es el fin. Porque se levantará nación contra nación, y reino contra reino; y habrá pestes, y hambres, y terremotos en diferentes lugares”.(muchos podrán ver en estas palabras un paralelismo con los acontecimientos actuales).

Esto sin dudas abre un interrogante para creyentes y no creyentes, será que las parábolas de las escrituras puedan hacerse realidad y dentro de ese contexto estemos ante la Guerra final de la Humanidad, muchos analistas, políticos, dirigentes mundiales, religiosos católicos, cristianos, judíos y de otras creencias coinciden que se vienen tiempos muy difíciles.

Actualmente, existen 56 conflictos armados activos en el mundo, cifra que representa el nivel más alto desde la Segunda Guerra Mundial. Estos conflictos, algunos de los cuales son internacionales y otros internos, afectan a un gran número de personas y tienen implicaciones significativas a nivel global y esto debemos sumar las catástrofes mundiales, terremotos, incendios, inundaciones, huracanes y toda calamidad que se nos ocurra.

 

Conflictos internacionales:

Guerra entre Rusia y Ucrania.

Conflicto en Gaza (Israel – Hamás- Hezbolláh- Hutíes -).

Conflicto en Sudán.

Conflictos internos:

República Democrática del Congo.

Afganistán.

Siria.

Etiopía.

Burkina Faso.

Somalia.

Yemen.

Myanmar.

Nigeria.

Entre otros.

Además de estos conflictos, existen otros conflictos territoriales y tensiones internacionales, como las entre:

Eritrea y Etiopía.

Venezuela y Guyana.

China y Taiwán.

China y Filipinas.

Corea del Norte y Corea del Sur.

India y Pakistán – China.

Armenia y Azerbaiyán (Nagorno Karabaj).

Irán y Estados Unidos/Israel.

Es importante destacar que estos conflictos no solo causan muertes, sino también desplazamiento, sufrimiento humano y efectos económicos, sociales y ambientales a largo plazo. Además, cada vez hay un mayor componente internacional en estos conflictos, con 92 países involucrados en guerras fuera de sus fronteras.

Por eso muchos creen, que ya estamos dentro de  la Tercera Guerra Mundial; porque se están produciendo ataques cibernéticos entre países a sistemas de defensa, infraestructura, sistemas y redes nacionales y sobre todo soporte informático de una nación, esto según algunos seria la posibilidad de que estos ataque en algún momento puedan hacer colapsar un país, por apagones totales y simultáneos o destrucción de sistemas de satélites.

Las fuerzas armadas de distintos países realizan en bloques ejercicios militares y muestran su poderío, Vietnam, Taiwán, Corea del Sur, se intentan blindar ante las amenazas China, China desarrolla ejercicios en donde muestra su monstruosa máquina de guerra, la OTAN se rearma a un costo multimillonario, ante la creciente amenaza según analistas internacionales.

Mientras en el conflicto de Rusia – Ucrania,  pese a lo difícil de su situación geoestratégica se niega a aceptar las condiciones impuestas por Rusia y genera acciones de operaciones especiales, propias  de la Inteligencia, y muestra que pese a estar herido de muerte, no está derrotado y que aún tiene capacidad de inferir daños a Rusia, Putin herido en su amor propio, por la destrucción de numerosos aviones bombardeos estratégicos y de guerra electrónica, inicio una contra ofensiva brutal atacando con oleadas de 400 drones y unos 40 misiles.

Pero esto no queda solo ahí porque según información circulante se espera que realice una operación con más de 1000 drones sobre Kiev y alrededores, quiere poner de rodillas a Volodímir Zelenski  y por otro lado, apunta parte de sus misiles hacia Europa y crece la tensión internacional, el Kremlin intensifica su postura militar al desplegar misiles de largo alcance en zonas estratégicas, generando alarma en la OTAN y provocando reacciones de líderes europeos.

Misiles en Kaliningrado y amenazas abiertas, Rusia desplegó sistemas de misiles en Kaliningrado, el enclave ruso situado entre Polonia y Lituania. Este posicionamiento permite alcanzar en pocos minutos varias capitales europeas, entre ellas Berlín, Varsovia, Estocolmo y hasta zonas occidentales como París o Madrid.

Trump impotente de lograr pacificar este conflicto, ve que su amigo Putin, solo vela por los intereses de Rusia y no toma en cuenta sus recomendaciones y cada vez sus posturas son más alejadas para superar este conflicto, que el achaca a la mala política exterior de Joe Biden y de la OTAN misma, al haber bloqueado en un momento el acercamiento de Rusia a la propia alianza, lo que le fue negado, mientras se intentaba abrir la puerta a Ucrania situación que en gran medida desató este conflicto.

Alerta roja en la OTAN: 10 minutos entre Moscú y Madrid, los Estados Unidos endurecen su discurso y evalúa sanciones, ¿Una nueva Guerra Fría o la antesala de un conflicto global?

Europa vuelve a contener el aliento. En las últimas semanas, el gobierno de Vladímir Putin intensificó su postura bélica con el despliegue de misiles de largo alcance en zonas cercanas a la frontera con países aliados de la OTAN. La jugada, interpretada como una respuesta directa al fortalecimiento militar de Occidente, disparó los temores a una escalada sin precedentes.

El movimiento del Kremlin ocurre en un momento especialmente delicado: mientras Ucrania sigue resistiendo la invasión iniciada en 2022, Suecia y Finlandia se suman a la Alianza Atlántica, y el clima diplomático se vuelve cada vez más volátil. Europa del Este, en particular, vive jornadas de máxima tensión; La Tercera Guerra Mundial «ya empezó»: expertos confirman lo peor y advierten por la expansión de un nuevo eje autoritario (De extrema derecha).

Según confirmó el diario Huffington Post en su edición europea, Rusia Dmitri Medvédev, expresidente ruso y actual vicepresidente del Consejo de Seguridad del país, fue tajante: «Suecia y Finlandia ahora son objetivos legítimos de Rusia». Sus declaraciones dejaron en claro que Moscú no ve la ampliación de la OTAN como un hecho menor, sino como una amenaza directa que justifica la respuesta militar.

El presidente Donald Trump se quejó de la acción militar que desplego en suelo Ruso y Volodímir Zelenski, manifestando que esto tendría lógica repuesta tal cual lo que le comunico el propio Putin en la última charla telefónica de más de una hora realizada en el transcurso de la semana pasada, el mandatario estadounidense advirtió que «todas las opciones están sobre la mesa».

Las amenazas de Rusia de usar el arsenal nuclear, y la concreción de maniobras militares cerca de las fronteras europeas, vuelos de aviones de combate rusos en zonas controladas por la OTAN y simulacros de lanzamiento de misiles balísticos y el gran despliegue de drones sobre Ucrania no es otra cosa que una amenaza latente, mientras busca el apoyo de China, Corea del Norte, entre otros y cierra acuerdos de ayuda militar de defensa mutua con países de  América Latina, como Cuba, Venezuela, Nicaragua etc. Próximos a Estados Unidos, para presionar al mismo sobre la posibilidad de tener armas y fuerzas próximas a su territorio.

Frente a este  avance ruso, la OTAN reforzó su presencia militar en Europa del Este. Se intensificaron los patrullajes aéreos y se desplegaron sistemas de defensa antimisiles en Polonia, los países bálticos y el norte de Europa; el nuevo secretario general de la organización, Mark Rutte, fue explícito: «Con la tecnología actual, la diferencia entre un ataque a Varsovia o a Madrid es de apenas 10 minutos». La frase no solo busca ilustrar el alcance de los misiles rusos, sino también apelar a la urgencia de una respuesta coordinada.

Además de los despliegues físicos, la OTAN inició simulacros conjuntos de ciberdefensa, previendo posibles ataques híbridos. La guerra ya no se libra solo en el terreno: los sistemas energéticos, sanitarios y de comunicación podrían convertirse en blancos estratégicos.

En paralelo, Estados Unidos mostró su respaldo absoluto a Europa y a Ucrania. En un reciente encuentro entre el presidente Donald Trump y Volodímir Zelenski, el mandatario estadounidense advirtió que «todas las opciones están sobre la mesa», en referencia a posibles sanciones adicionales o incluso respuestas militares si Rusia continúa su escalada.

Trump también dejó claro que no aceptará provocaciones: «Si Putin piensa que puede imponer miedo con misiles, se equivoca. Nuestra respuesta será proporcional, pero firme», al parecer la amistad podría romperse pese a que antaño compartieron intereses, comerciales y visiones geopolíticas, Europa, por su parte, debate entre la contención y la acción. Mientras Emmanuel Macron impulsa una cumbre de emergencia con líderes europeos, Alemania y España refuerzan sus sistemas de defensa civil y actualizan sus protocolos ante amenazas nucleares o ataques masivos.

La comunidad internacional observa con creciente preocupación. La combinación de amenazas nucleares, retórica incendiaria y movimientos militares reales pone al mundo ante un riesgo que parecía haber quedado en el pasado: el estallido de una guerra de escala mundial.

 

Mientras diplomáticos intentan mantener canales abiertos con Moscú, los analistas advierten que cualquier error de cálculo o provocación podría detonar una cadena irreversible de consecuencias.

En el caso de que se produzca una acción directa de confrontación armada, sin dudas la propia integridad de las naciones estará en peligro real y concreto de desaparición; quizás ahí se cumplan profecías bíblicas.

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