Policiales

Caso Lucas Verón: en un juicio abreviado, sentenciaron a otros tres policías

Por el asesinato del joven ya habían condenado a dos policías en un juicio por jurados realizado en la Universidad Nacional de La Matanza.

A casi dos años del juicio por jurados en el que se determinó la culpabilidad para dos policías, identificados como Ezequiel Benítez y Cintia Duarte, por el delito “homicidio en exceso del cumplimiento del deber”, ahora, en un juicio abreviado, se sentenció a otros tres efectivos por el crimen de Lucas Verón.

Según informaron fuentes judiciales, los delitos que se les imputó al comisario inspector Diego Ocampos, al subcomisario Daniel Quinteros y a la suboficial María Genez ser responsables en distintos grados de amenazas, privación ilegal de la libertad, falso testimonio y falsedad ideológica.

De acuerdo a lo precisado por los voceros de la Justicia, los agentes cumplirán penas de prisión de entre dos y tres años con modalidad de ejecución condicional y una inhabilitación para ejercer funciones en la fuerza por diez años.

Accionar de los sentenciados

El titular del Tribunal en lo Criminal N° 2, Burgueño, consideró probado que el 10 de julio de 2020, en el marco de las tareas investigativas por la muerte de Lucas Verón, el comisario inspector Diego Adrián Ocampos expresó amenazas contra Marcos Aguirre, el amigo de la víctima, con el propósito de que declarara falsamente y contra su voluntad.

De hecho, según precisaron en la causa, el joven ya había realizado una primera declaración en la que mencionaba un choque intencional del patrullero contra la moto en el que él se trasladaba con Lucas Verón, por lo que la segunda deposición debía plantar la hipótesis de un robo frustrado y sin presencia policial.

En el marco de esa extorsión, el comisario lo llevó a Aguirre, junto al padre de Lucas, Cristian, y al padrino de Marcos, a una comisaría de González Catán donde lo encerró en un calabozo y mantuvo ilegalmente detenido durante horas.

Esa aprehensión fue realizada por el policía Daniel Emilio Quinteros, mientras que la suboficial de la dependencia María Giselle Genez fue la responsable de firmar y avalar la declaración falsa y obtenida mediante amenazas al joven Aguirre.

Otros policías sentenciados por el crimen

Tras una larga jornada judicial, un jurado popular declaró culpables de homicidio en exceso del cumplimiento del deber a los dos policías de la provincia de Buenos Aires que, el 10 de julio de 2020 mataron a Lucas Verón e hirieron a un amigo tras una seguidilla en la localidad de González Catán.

De acuerdo al documento al que tuvo acceso en exclusiva este medio, el 10 de julio de 2020, aproximadamente a las 1:50 hs. Ezequiel Benítez conducía un móvil del Comando de Patrullas La Matanza Sur y persiguió por varias cuadras a Verón y Aguirre que iban en una moto, hasta que los alcanzaron en la esquina de Llerena y Achega.

“Con su arma reglamentaria, excediéndose el cumplimiento de su deber, le efectuó disparos ambos, impactando uno de ellos en Lucas Verón, lo que determinó su fallecimiento. En tanto, a Aguirre no lo hizo por no tener puntería”, precisaron.

Por su parte, la oficial Cintia Duarte fue hallada culpable de la imputación de exceso en el cumplimento de su deber cuando acompañaba en el vehículo a Benitez y persiguieron a los jóvenes, pero fue declarada “no culpable” por el jurado popular en la acusación de tentativa de homicidio en relación al amigo de Verón, Marcos Aguirre.

Testimonio del sobreviviente

El joven que sobrevivió a los balazos tras la seguidilla policial, Marcos Aguirre, en la que fue asesinado Lucas aseguró que los oficiales no les dieron la voz de alto. Según le explicó al jurado, primero hubo dos disparos y luego otros dos cuando cayeron de la moto.

«Lucas corría adelante y yo atrás, él trastabilla y cae, lo paso y vuelvo porque no venía más», dijo el joven, quien contó que fueron al hospital y después ya lo vio a Lucas «en la camilla ya sin vida».

Antes de Aguirre, había pedido declarar el policía Benítez, quien admitió que participó de la persecución en un móvil «con las balizas apagadas» y que efectuó dos disparos porque pensó que los jóvenes estaban armados, aunque afirmó que tras el hecho se retiró del lugar sin asistirlos porque creyó que no había herido a nadie.

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