“Cheto, cheto. Boom, boom”, una obra sobre las ultraderechas y un futuro posible y cercano
Es 2035, un grupo de jóvenes libertarios se encierra en una quinta para escapar de las revueltas anarquistas. El mundo occidental colapsa, la comida se acaba, la paranoia aumenta. El plan puede fallar. Este domingo en Teatro El Extranjero, en CABA.

Por Inés Hayes | Un gamer, un deportista, una influencer, una ecologista y una nerd se reúnen en una quinta en Pilar para tomar alcohol hasta vomitar todo. ¿El problema? que en ese mismo momento el mundo está sufriendo un colapso institucional nunca antes visto. Hordas de manifestantes desbordan a los gobiernos y proclaman el fin del Estado y de la propiedad privada. El mundo occidental está en crisis terminal.
“Nuestros protagonistas observan todo desde el balcón de su casa y se dejarán arrastrar por la paranoia, apuntarán la desconfianza contra un integrante de su propio grupo de amigos y, cegados por el miedo, cometerán el acto de bullying más horrible de sus vidas”, explican los actores y creadores de Cheto, cheto. Boom, boom, obra que puede verse este domingo 05 de octubre a las 20 en El Extranjero (Valentín Gómez 3380, CABA).
Es el 15 de diciembre de 2035: La desigualdad del mundo llegó a su pico máximo y los trabajadores vieron sus condiciones de vida deterioradas hasta el punto límite de lo ético. Para colmo, un grupo terrorista anti-globalización realizó una serie de atentados que destruyeron las principales empresas de comunicación, provocando un gran apagón mundial. El miedo se propagó por occidente generando una insurrección anarquista que terminó con el control de los Estados nacionales y dejó a todo el planeta abandonado a su suerte.
“En este contexto nuestros protagonistas deciden organizar una fiesta en una quinta en Pilar y esperar juntos a que todo vuelva a la normalidad. Pero el tiempo pasa y la comida no es infinita. Luego de un mes de convivencia deciden hacer frente al problema de stock y saquear un supermercado de la zona. En simultáneo comienzan a llegar familias foráneas que, necesitadas de vivienda, se instalan en las casas libres del country. Esto aumenta su paranoia y como medida preventiva deciden construir un muro para evitar el ingreso de asaltantes por el patio trasero”, explican.
El tiempo sigue pasando y ocurre un hecho que lo cambia todo. Los relojes de Joaco desaparecen de la casa. Frente a este robo todas las sospechas recaen sobre el personaje de Julia, que en vano intenta convencer a sus amigos de que ella no fue. El prejuicio y los murmullos de la casa la juzgan como culpable y la condenan al encierro por tiempo indeterminado.
El tiempo pasa, nadie vuelve a mencionar el tema de Julia en la mesa y cuando todas las esperanzas de volver a la vida de antes se habían perdido, se restablecen las comunicaciones y aparecen camionetas del Estado Nacional en la plaza principal. Ante esta noticia, el grupo de amigos decide olvidar todo lo vivido en Pilar y, en busca de protección jurídica por lo sucedido, mudarse a Córdoba donde se encuentra la familia de Joaco.

¿Cómo nace el proyecto?
El proyecto nace a partir de la preocupación sobre el ascenso de las nuevas derechas alternativas en distintos países del mundo, y particularmente de cómo logran conseguir el apoyo de un electorado joven. “Decidimos trabajar con la temática y nos resultó interesante que estas ideologías abstractas tomen cuerpo en los personajes de la obra. Para enriquecer nuestra mirada sobre la temática de las nuevas derechas en el mundo y para usar de acopio en la construcción de la dramaturgia leímos el libro «¿La rebeldía se volvió de derecha?», escrito por Pablo Stefanoni e hicimos un curso virtual organizado por Le Monde Diplomatique, donde Pablo y Daniel Feierstein dieron clases. En ellas ampliamos nuestros conocimientos sobre el pensamiento libertario, que en su esencia implica el deseo de reducir el Estado hasta el mínimo indispensable para que cada uno sea dueño de su vida en el ámbito privado. Es decir, que rechaza cualquier tipo de intervención que modifique la vida del ciudadano”, dicen los creadores y protagonistas de esta historia.
“Dentro del mismo mundo libertario hay variantes, como el pensamiento Paleo-Libertario, que busca reforzar la autoridad de la familia, la iglesia y el trabajo como forma de debilitar al Estado. Otra es el pensamiento Anarco-Libertario, que se basa en el deseo Post-capitalista de que ya no existan los Estados nación y que los ciudadanos puedan moverse libremente entre las diversas ‘Ciudades libres’ con sus respectivas legislaciones, justicias y sistemas tributarios independientes. Sueñan con un mundo repleto de ciudades como Hong Kong o Singapur”, explican.
“Gracias al libro –dicen- pudimos reflexionar sobre el deseo de la extrema derecha de apropiarse de ciertas banderas de la izquierda como el ecologismo y las luchas pro LGBTIQ+, contaminando estos pensamientos de racismo y encausándolos en corrientes como el homo-nacionalismo y el eco-fascismo. De esta forma el electorado preocupado por el medioambiente y por los derechos de las diversidades pasa a ser un terreno en disputa tanto para la izquierda como para la derecha”.
Cada personaje de la obra representa a una corriente libertaria. El gamer es Anarco-Libertario, el deportista Paleo-Libertario, la influencer es Homo-Nacionalista, la ecologista Eco-Fascista y la nerd socialdemócrata.

Criterios estéticos
Las coreografías buscan construir una actitud burlona, juvenil y agresiva. Busca reforzar el bullying que siempre están por llevar adelante, además de trasmitir ciertas situaciones como la fiesta en la que están bajo los efectos del LSD, el saqueo al supermercado o la soledad en la convivencia.
En sus palabras: “Decidimos unificar el criterio alrededor del compositor estadounidense de música electrónica Moby, seleccionando cuatro de sus temas que no solo refuerzan sino que en varios momentos contrastan y permiten la aparición de otros significados que no estaban dados de antemano”.
Entradas en Alternativa Teatral
Ficha técnica
ACTÚAN: Ciegor, Eros Jiménez, Francesca Pisani, MuriDinno y Sol Borge García
DISEÑO DE LUCES Y ESCENOGRAFÍA: Juan Morauveski
DISEÑO COREOGRÁFICO: Ernestina Bringiotti
ILUSTRACIONES: Bianca (Lavandina 2d)
ASISTENCIA DE DIRECCIÓN: Ornela Trucco
DRAMATURGIA Y DIRECCIÓN: Lucas David
Fuente: https://canalabierto.com.ar
				


