Ciudad Evita: tensión en la delimitación del sitio sagrado Tres Ombúes
Integrantes de la Comunidad Multiétnica Tres Ombúes delimitaron la zona arqueológica, pero vecinos del barrio Puente 13 se acercaron y los increparon. Intervino personal de Gendarmería Nacional y se labró un acta.
Este sábado, integrantes de la Comunidad Multiétnica Tres Ombúes comenzaron a delimitar las hectáreas correspondientes al Sitio Sagrado situado en el extenso predio en la Ruta Provincial N° 4, entre la Autopista Riccheri y el río Matanza, en la localidad de Ciudad Evita, en una acción que calificaron de “histórica”.
Sin embargo, en la delimitación se vivieron momentos de tensión ya que vecinos del lindero barrio Puente 13 se acercaron al lugar, reavivando el conflicto judicial y social existente por las tierras del predio. Luego de tensas discusiones, y de la intervención de Gendarmería Nacional, las partes en pugna firmaron un acta.
En ese documento, al cual tuvo acceso El1, se puso nuevamente de relieve la “prohibición de innovar” en la zona denominada sitio ancestral, según lo dispuesto por la medida cautelar librada por el Juzgado Federal Criminal en lo correccional Nº 3 de Morón, que, en los hechos, prohíbe que se lleven a cabo cesiones de derecho y obras de cualquier tipo, incluyendo materiales y maquinarias de construcción.
En el acta, también, quedó constancia que los vecinos de Puente 13 intentaron objetar la delimitación, mientras que desde la Comunidad explicaron que iniciaron la delimitación debido a que, días atrás, encontraron máquinas desmalezando parte del territorio. Finalmente, según supo El1, los integrantes de la Comunidad pudieron avanzar con la delimitación.
Así, en un comunicado, desde la Comunidad detallaron: “La comunidad comenzó con los trabajos de delimitación debido a que hace dos semanas ingresaron al territorio con una pala mecánica, destruyendo alrededor de 10 metros de naturaleza, derribando árboles autóctonos junto a acacias que formaban parte de un bosquecillo en ese límite. No conformes con esta destrucción, durante la noche del jueves volvieron a ingresar para seguir destruyendo el sector lindero al Río Matanza. Toda esta situación extrema en donde corre riesgo nuestra Madre Naturaleza, nuestra Pacha, Ñuke Mapu, es que decidimos delimitar, poniendo freno a semejante atropello”.
“Lamentablemente el trabajo comunitario se vio truncado con la presencia violenta de algunos vecinos del barrio Puente 13. Mientras realizábamos los pozos para colocar las viguetas, se acercaron en varias oportunidades a impedir que continuemos con la delimitación, Sandro Coca estaba ahí presente incitando a los vecinos para provocar a la comunidad con insultos y graves amenazas. Era muy claro que la intención de esta gente, con Sandro Coca a la cabeza, era impedir que se termine con la delimitación. Los comuneros no podíamos permitir que saquen las viguetas que nos faltaban cementar y es ahí donde comenzó la reacción de la comunidad, ante tan violenta provocación de algunas personas del barrio Puente 13”, sostuvieron.
Provocaciones
En comunicación con El1, Delia Claros, integrante de la Comunidad Tres Ombúes, afirmó: “El viernes nos encontramos con que la máquina volvió a desmontar, pero ahora cerca del Río Matanza, en la parte lindera. Es tremendo que esta gente siga queriendo avanzar sobre el territorio”.
“Nosotros tenemos una carpeta técnica, un mapa, personería jurídica donde dice que nosotros estamos acá en la Comunidad. Y un mapa donde dice que este límite debe ser respetado. Se les mostró los papeles, se retiró Gendarmería, y esta gente se alejó”, continuó.
Sin embargo, la situación no terminó allí. “Pero no se fueron, sino que volvieron con más gente. Cuando estábamos instalando las últimas viguetas vinieron, se instalaron al lado de ellas, quisieron sacarlas, empezaron a insultarnos, a decir barbaridades, a mentir, a grabarnos. Una mujer decía ‘me quiere golpear, estoy embarazada, nos están discriminando’. Tremendo, porque era mentira”, afirmó Claros.
“Les dijimos qué feo que mientan de esa manera, que utilicen a los niños. No respondimos a las agresiones, y seguimos, pidiéndole a Gendarmería que los retirara del lugar, porque nosotros estábamos en el territorio ancestral”, recordó.
“Nosotros no estábamos en la puerta de la casa de nadie. Ellos vinieron, a pesar de que tienen sus casas, evidentemente porque quieren seguir avanzando. Al delimitar, truncamos eso. Terminamos de delimitar en medio de insultos. Nos decían ‘ustedes no son indígenas’, como burlándose de las cosas que hacemos. Decían ‘nosotros somos originarios’. Lamentablemente, creer que la naturaleza no tiene valor, que puede ser usada, destruida, tiene que ver con más de 500 años de colonización. Y hay hermanos que han sido totalmente colonizados, que son egoístas, ambiciosos, son así”, lamentó Claros.
“Con toda esa discusión, bajo la lluvia, pudimos terminar y nos quedamos acampando. Las viguetas siguen allí. Y si alguno quiere sacarlas, vamos a hacer una denuncia penal”, advirtió.