Cómo los usuarios y empresas han moldeado el ecosistema Fintech en América Latina, por Finnovista
Andrés Fontao, Managing Director de Finnovista, considera que el crecimiento de 340 por ciento del sector Fintech latinoamericano en seis años, “viene por la oportunidad de mercado que existe en estos países y se debe a la fuerte demanda de los usuarios, las personas y las pequeñas y las medianas empresas (pymes) de más y mejores productos”.
Cambios de usuarios y empresas en el ecosistema
Tras la pandemia de Covid-19, hubo dos cambios principales en el ecosistema Fintech de América Latina, según Fontao: el primero, en el hábito de consumo, cambios culturales por parte del consumidor y el segundo, un cambio de enfoque y las innovaciones por parte de las empresas.
“La falta de capital de inversión, si bien ya hay indicios de que estamos saliendo, seguimos en invierno: la abundancia de capital no es la que era en 2021, en 2022”, explica. El 40 por ciento de las startups respaldadas por VC en América Latina recaudó fondos por última vez en el bienio 2021-2022, según el reporte 2024 Latin American Startup Ecosystem Insights de LAVCA.
“Esto ha hecho que las Fintech se enfoquen más en perseguir rentabilidad, sean más disciplinadas y no persigan el crecimiento a todo coste como estaba ocurriendo en etapas anteriores”, agrega Fontao. Ramiro Nández, director comercial de Mercado Pago en México, coincide en que hubo dos etapas: la primera enfocada en el levantamiento de capital y el crecimiento a todo costo y la segunda, en captar y alcanzar rentabilidad.
“Lo segundo es que las Fintech están siendo más creativas a la hora de seguir avanzando sus innovaciones, modelos de negocios y productos. Lo que estamos viendo sobre todo es un mayor apetito por colaboración entre bancos y Fintech”, prosigue Fontao. Según el IV Informe sobre Fintech en América Latina, del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y Finnovista, un cuarto (25.98%) de Fintech percibe una fuerte colaboración con las instituciones financieras tradicionales.
Regulación, un freno necesario
Ante una pregunta expresa, Fontao comenta que el crecimiento del ecosistema Fintech en Latinoamérica se ha dado ‘a pesar de la regulación’; sin embargo, advierte que “es una barrera necesaria”.
“La regulación es un habilitador para que las Fintechs, una vez establecidas, puedan seguir creciendo”, asienta. El también CEO de Finnosummit detalla que esto ayuda a traer más inversión y clientes. “La regulación conlleva una característica de certeza al mercado”, enfatiza.
La tensión entre la automatización y la labor humana
Respecto a la Inteligencia Artificial (IA) en los modelos de negocio, Fontao comenta que “se ha estado aplicando incluso antes de que hablásemos de Inteligencia Artificial, sobre todo en modelos de toma de decisiones y atención al cliente”.
A nivel mundial, las empresas Fintech vislumbran la IA aplicada a las finanzas como el tema más relevante del próximo lustro y, según el IV Informe sobre Fintech en América Latina, representa una oportunidad de crecimiento para el sector Fintech y acelerar la inclusión financiera en mercados emergentes, como los de Latinoamérica.
“Se ha visto más inversión hacia estas tecnologías, hacia su implementación en las operaciones, tanto por parte de los bancos como de las Fintechs”, expone, aunque exalta el factor humano de las finanzas: “Están bien y deben usarse, pero no debemos olvidar a las personas que hay detrás y delante de las Fintechs”.
El lema de FINNOSUMMIT 2024, que se realizará el 25 y 26 de septiembre en El Cantoral, es precisamente: “Fintech: hecho por humanos y para humanos”.
“La tecnología, está bien utilizarla, es una buena habilitadora para innovar, pero hay que usarla de forma responsable de una forma que se adecúe a lo que el usuario quiere y espera en su experiencia”, puntualiza.
Open Finance: la gran promesa
“Yo creo que se va a materializar —responde Fontao, cuestionado sobre la tan ansiada implementación de Open Finance en México—: Es una pena que aún no haya pasado nada importante, pensando también que estaba considerada en la Ley Fintech de 2018”.
“Lo que realmente va a ayudar a impulsar y hacer explosionar la adopción de esta tecnología es que saquemos casos de uso concretos que vayan a generar el impacto donde el usuario se vea beneficiado, porque el usuario quiere hablar de sus ahorros, créditos, pagos e inversiones”, prosigue.
De Fintechs a bancos y de bancos a Fintechs
“Lo vemos de forma positiva y, de hecho, creo que van a llegar más todavía”, contesta Fontao ante la consulta de los jugadores digitales que han anunciado solicitudes bancarias, como Nu, Konfío y, más recientemente, Mercado Pago. “Esto es una clara respuesta a las exigencias que está demandando el cliente”.
“Los actores que ya están presentes y han ido evolucionando su portafolio de productos, al fin y al cabo se dan cuenta de que, una vez establecida una relación con su cliente y conocer las experiencias que exige, deciden expandirse y pasar de ser empresas monoproducto a ser bancos universales, en el sentido de su oferta sofisticada de productos y servicios”, ahonda.
Fontao señala que una tendencia ligada a esto es lo que están haciendo los incumbentes, es decir, los bancos tradicionales, que también se están convirtiendo hacia un mundo digital: Banorte con Bineo, Santander con Openbank y Afirme con Billú.
“Todos están lanzando sus bancos digitales, porque los clientes quieren que sus experiencias a la hora de contratar un producto de ahorro o solicitar un crédito se parezcan más a encontrar una película en Netflix, una canción en Spotify o pedir un Uber. Eso es lo que las nuevas generaciones, el futuro del país y de la región, está pidiendo, y los bancos también lo ven. Por eso están activos en todos sus modelos introduciendo estas soluciones 100 por ciento nativas digitales”, enfatiza.
Regulación, innovación y oportunidad
Cuestionado sobre si una regulación más pesada como la de banca múltiple ralentizará la innovación y el crecimiento que el ecosistema Fintech había mostrado hasta ahora en la región, Fontao responde que sí: “Para ir de 0 a 1 no debería verse afectada por la regulación y, una vez validada esa innovación, para ir de 1 a 100, entonces ahí la regulación específica para proteger, sobre todo, los intereses de los consumidores”, matiza.
“El reto es encontrar ese balance, donde tienes un marco regulatorio que no inhibe la innovación, pero que a la vez proteja al consumidor usualmente. Yo creo que hay marcos diseñados para ello, tal vez hace falta refrescar unos puntos; para eso está la reparación y para eso están los legisladores también, no es para poner en marcha un barco y esperar que exista. Es también ir innovando y evolucionando por atrás, pero también tiene oportunidad de aprender de las mejores prácticas de Colombia, de Chile, de Brasil y traer esas mejoras y adaptarlas y moverlas en el marco de la montaña”, concluye.
Fuente: https://dplnews.com