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“COMPRA DE 24 CAZAS DE COMBATE F-16 POR PARTE DE ARGENTINA- REARME Y REPOSICIONAMIENTO GEOPOLITICO DE DEFENSA REGIONAL”

Por Daniel Ariza. Analista Política Internacional.

Hoy nos vamos a referir a un tema de profundo interés en la Defensa Nacional, la decisión del gobierno de adquirir, aeronaves para la Fuerza Aérea Argentina, la referida compra se efectuará a Dinamarca, por lo que ya se firmó   la carta de intención entre Argentina y aquel país, el Ministro de Defensa Luis Petri, anuncio la adquisición de 24 aviones de combate Lockheed Martin F – 16 Fighting Falcon, de combate fabricados en Estados Unidos, unidades altamente confiables que se adaptaron a diversas condiciones operacionales en distintos puntos del mundo.

En cuanto a la generación del avión, el F-16 Fighting Falcon es considerado un avión de 4ta generación. Sin embargo, la versión más reciente, el F-16 Block 70/72, es la más avanzada de la 4ta generación jamás construida. Este avión ha evolucionado a lo largo de los años desde su introducción en 1978, con múltiples actualizaciones para mantenerse al día con las necesidades de sus múltiples operadores; concretando misiones ataques terrestres de precisión, ataques marítimos, patrullajes, escolta de unidades pesadas y caza de combate aérea.

Cabe acotar que estas unidades no son nuevas y tienen varias décadas de uso continuo por parte de la Fuerza Aérea Danesa que al permanecer en constate actualización de su parque aéreo, han dispuesto su venta, para actualizar su propia flota en la región que opera, estimándose que pueda adquirir a Lockheed Martin, aviones de 5ta. Generación. Por otra parte, se destaca que esta operación estaría promovida por Estados Unidos, en supuesto beneficio para ambas naciones involucradas, y en el marco del acercamiento que está haciendo el Gobierno Nacional con este país.

Estos estos aviones supersónicos pese al uso que tienen, fueron constantemente actualizados en materia electrónica de aviónica y dotados de distintos sistemas tecnológicos, encontrándose dentro de los parámetros técnicos internacionales de uso, si bien nuestra Fuerza Aérea requiere de modernización  de su flota  de vuelo hay muchas consideraciones a tener en cuenta .

Los aviones tardarán en incorporarse a la Fuerza Aérea Argentina ya que no hay plazo oficial de entrega, pudiendo retrasarse su entrega casi un año, pero cuando lo hagan significarán un cambio importante en la  capacidades militar del  país, dado que desde 2015, la argentina no cuenta con cazas supersónicos , siendo los últimos aviones de este tipo  los longevos cazas Mirage III, Argentina no será el primer país latinoamericano en operar los cazas F-16, aeronaves fabricadas por Lockheed Martin dado que Chile y Venezuela cuentas entre otras con estas aeronaves en su dotación aérea; así mismo cabe acotar que Brasil, Perú, Colombia, Cuba, Honduras y México también operan cazas supersónicos, es decir aeronaves que pueden volar más rápido que la velocidad del sonido (situada en unos 1.225 kilómetros por hora), y de capacidades similares a los F-16.

 

La compra sin lugar a dudas está sujeta al nuevo posicionamiento geoestratégico, de la Argentina con respecto a su política Internacional, bien es sabido que el actual Presidente de la Nación Javier Milei ha dado un giro de timón hacia la política de occidente alejándose de los acuerdos con países de corte socialistas, y marcando una  postura muy tacita y dura ideológicamente, lo que muchos sectores calificaron como una clara falta de  mesura en materia de política exterior, remarcando que su actitud carece del equilibrio,  que su envestidura presidencial debería tener.

Por otra parte, sin perjuicio de la decisión misma si nos adentramos en los aspectos Geoestratégicos:

Podríamos inferir que existe una necesidad imperiosa de actualizar nuestra Defensa Nacional, nuestros sistemas defensivos se encuentran obsoletos y vetustos desde hace varias décadas, la falta de hipótesis de conflicto regional planteadas por las distintas gestiones a cargo de Defensa Nacional, dejaron de lado el mantenimiento de unas estructuras acordes en materia de Seguridad de Estado, con los tiempos en que vivimos.

Si bien la relación regional con nuestros vecinos continentales se ha mantenido estable pese a controversias sin mayor relevancia, fundadas en la mayoría de los casos por cuestiones comerciales, las mismas se solucionaron por medios diplomáticos y de negociación, aunque muchos sectores ligados a la seguridad sigan mirando con desconfianza a los chilenos, por su actuación durante las guerras de Las Malvinas; pero a la fecha el giro en la política exterior por el nuevo lineamiento del Gobierno, nos dejan en la vereda del frente de Bolivia, Chile, Brasil, Colombia, Venezuela, Perú y México con Gobiernos Socialistas alineados con Rusia y China, no significando una hipótesis de conflicto inmediata , pero que si requieren de una reconfiguración de nuestro país.

No descartándose posibles roses e incompatibilidad de intereses geoestratégicos a partir de este momento, más si se toma en cuenta también la posición adoptada con respecto a la Guerra de Ucrania y Rusia y el alineamiento de nuestro presidente, que pretende situar a nuestro país como un socio de la OTAN y a Estados Unidos en especial como un aliado regional y también a la identificación  con las  acciones que lleva a delante Israel en su Guerra con el Grupo Palestino Hamas, (Lo que levanto protestas y reclamos internacionales por la situación que atraviesan los habitantes de Gaza y las perdidas en vidas humanas sufridas por la población que hoy llegan a casi 35.000 y de las cuales unas 16.000 corresponderían a menores de edad).

Por lo que se estima que la Canciller Diana Mondino, va a tener un trabajo muy arduo para mantener un equilibrio político de su cartera, en medio de una región en donde los principales países, están identificados ideológicamente con otra postura y hoy se encuentran alineados de la vereda de enfrente, sin perjuicio de que  a lo largo de la historia moderna se ha mantenido con estos una relación diplomática de mutuo respeto; lo que habría sustentado la hipótesis del no conflicto regional  y la no  actualización, de las capacidades defensivas,  según ex funcionarios de defensa, dejándose  de lado el mantenimiento de nuestras capacidades y priorizándose quizás otras áreas de gobierno, que se consideraron de mayor interés, pero la realidad es que no se tomó en cuenta que a la fecha existen hipótesis de conflictos regionales no tenidas en cuenta, como es el avance del narcotráfico como fenómeno de expansión transregional, por lo que la vigilancia aérea del territorio es de vital importancia.

Muchos dirán esto no requiere de aviónica  avanzada , y también es cierto pero hay algo que viene de la mano con lo otro, año a año se está perdiendo la capacidad de nuestros pilotos de  poder mantenerse actualizados en el vuelo de unidades de última generación;  no han volado en unidades que rompan las barreras del sonido y no están a la altura de pilotos de la región mejor preparados y-o entrenados con unidades más modernas a reacción , por otra parte nuestros pilotos vuelan muy pocas horas de vuelo y de entrenamiento y los aviones a reacción con los que contamos son los viejos Lockheed Martin A-4AR Fightinghawk, adquiridos en 1995, con  12 unidades  en servicio de un total de 36. Y los IA-63 Pampa III B1/B2; con 16 unidades en servicio y unos 14 Embraer EMB-312 Tucano, de fabricación brasilera turbos hélice.

Por otra parte, tenemos que destacar que Argentina, ha considerado en la gestión política anterior, la compra de aviones tanto de China como de India; merced a su acercamiento comercial y político; siendo por un lado el JF-17 Thunder; avión este que fue desarrollado conjuntamente por China (Chengdu Aircraft Industries Corporation) y Pakistán (Pakistan Aeronautical Complex). Siendo un avión de combate supersónico de 4ta generación, capaz de realizar patrullas aéreas de combate, interdicción aérea, ataques marítimos de largo alcance, y ataques terrestres de precisión. Técnicamente no superior a los aviones que se compraron.

Mientras que las unidades Indias el HAL Tejas, es un avión de combate polivalente ligero de cuarta generación, por la empresa (Hindustan Aeronautics Limited), e idéntica prestaciones que el anterior pero que no ha tenido mayor desempeño en combates por lo que no se puede evaluar su fiabilidad y adaptación operacional.

Es digno destacar que el país ya en la época de Malvinas se encontraba atrasado en su parque aéreo, en el año 1982, los aviones más modernos con los que se contaban eran los Dassault-Breguet Super Étendard de fabricación Francesa, encontrándose operativos en ese momento solo 4 unidades, de los 14 que la armada había adquirido para el porta aviones 25 de Mayo, los que  fueron suficientes para  hundir varias naves Británicas; con los misiles exocet, marcando un antes y un después , a pesar que para el inicio de la guerra no se había realizado aún la integración de la interfaz entre avión-misil, que estaba en manos de técnicos franceses y la guerra produjo  el abrupto regreso de estos a su país, por lo que  el personal  de la Armada Argentina logró completar los trabajos de ensamblaje y calibración que posibilitaron hazañas de nuestra aviación;  por otra el resto de aviones que teníamos eran de los años 5060 , por ejemplo los Mirage israelíes, que también fueron muy efectivos en manos de los pilotos argentinos.

Sin perjuicio de esto hay que ver que resulta del Lobby Británico, sobre el equipamiento que tendrán estas unidades, recordemos que si bien los vende Dinamarca los fabrica Estados _Unidos, que es estrecho aliado OTAN de Gran Bretaña y esta operación rompe en cierta medida el equilibrio, con las capacidades operacionales de las Islas Malvinas, el nuevo posicionamiento político estratégico abre una posibilidad de comercialización. Pero cabe la pregunta ¿Estas unidades estarán equipados con todos los sistemas de misiles disponibles  o esto estará acotado técnicamente con  solo con misiles de corto alcance aire – aire o también tendrá misiles de largo alcance aire – tierra, aire – agua de largo alcance anti buques?.

También habrá que ver el tiempo de preparación de los pilotos argentinos para su pilotaje, y que pasara con las instalaciones que deban adaptarse para su mantenimiento y la preparación de los mecánicos aeronáuticos para poder mantener estas aeronaves, como así las reformas que haya que hacer en las pistas en las que operen, dado que debe tener un mantenimiento muy especial en relación a la posibilidad de ingesta de piedras u objetos en las calles de rodaje, porque estas unidades tienen toberas de toma de aire en su parte baja, más precisamente en la panza, lo que ha hecho que en muchos casos adsorbiera elementos extraños y rompa el motor. Así mismo se destaca que si se los destinara al patrullaje del mar argentino en el Atlántico, hay un serio problema por el viento y la arena y pequeñas rocas que vuelan en las pistas.

De esta evaluación se desprende que el mantenimiento de estas unidades es muy oneroso, y va a tener que ser adaptado a las necesidades operacionales estratégicas, pero que también va a requerir de  todo un sistema logístico de apoyo, donde se destaca el aprovisionamiento de combustible en el aire, dado que no hay un avión cisterna acto para esta acción, que se adapte a estas aeronaves,  por lo que se debería adquirir otras unidades para esa tarea, limitando la capacidad operacional de los mismos, todo esto implica un altísimo costo en un contexto en donde el gobierno habla de achicar el Estado, no obstante está claro que también tiene las facultad de fijar prioridades y la Defensa Nacional es una, por lo que el patrullaje para evitar la predacion de la pesca por parte de flotas de origen Chino es un motivo claro de la utilidad de estas aeronaves.

Sobre si las mismas son suficientes para el control del  espacio aéreo en forma constante, la respuesta es no, por lo que habría que pensar en la utilización de sistemas de drones, que tienen un costo muy inferior operativamente, ( lo que seria ideal para el control de fronteras ante la permeabilidad de pasos que utiliza el narcotráfico) y que estas aeronaves se utilicen como interceptores ante una detección y-o violación del territorio soberano,  y por otro lado se debería acentuar la posibilidad de pensar en producir drones de vigilancia y también de ataque, dado que en la actualidad se ha demostrado un cambio en los paradigmas de la guerra moderna, afectando estos artilugios aéreos a los carros blindados de miles de millones de costo y a las tropas de infantería que siendo detectadas por sistemas de calor o infrarrojos pueden ser atacados en trincheras y escondites .

Para poder completar este informe hacemos una descripción del poder aéreo en América Latina, donde claramente queda evidenciada la debilidad de nuestro país en materia defensiva en la región y para ello citamos un informe del estado de las distintas flotas militares en la región provienen del balance militar 2024 publicado por el International Institute for Strategic Studies (IISS), un centro de estudios con sede en Londres.

Argentina: Los 24 , F-16 aún no llegan a Argentina y no está claro cuándo lo harán, por lo que la Fuerza Aérea Argentina continúa sin capacidades supersónicas y con un inventario de 22 aeronaves en capacidad de combatir, entre ellas los cazabombarderos subsónicos Douglas A-4AR (de origen estadounidense) y los aviones de ataque ligero y entrenamiento Pampa, de fabricación local.

Brasil: En comparación, el país más grande de América Latina cuenta con 185 aviones en capacidad de combatir, entre ellos 47 cazas supersónicos Northrop F-5 Tiger II (también de origen estadounidense) y 24 aviones de ataque AMX A-1 (un desarrollo entre Italia y Brasil). Pero la joya de la Fuerza Aérea Brasileña son los modernos cazas suecos Saab Gripen  6 unidades en el país, pero se espera la llegada de decenas más en el marco de un acuerdo firmado en 2013, parte de los cuales se fabricarán en Brasil.

Chile: Es uno de los principales usuarios del caza F-16 en América Latina: cuenta con 46 en sus versiones AM, BM, C y D, tanto de caza como de bombardeo y ataque a tierra y entre las 76 aeronaves de la Fuerza Aérea chilena en capacidad de combatir hay también 12 cazas F-5 Tiger III, desarrollo del Tiger II.

Colombia: Cuenta con 64 aeronaves en capacidad de combatir, entre estas 22 cazas supersónicos IAI Kfir, fabricados en Israel en base al caza francés Mirage 5.

Cuba: Cuenta con una flota de aeronaves de origen soviético y ruso10 de estas en capacidad de combatir–, entre las cuales figuran los cazas supersónicos MiG-29 y MiG-21.

Honduras: es uno de los pocos países de Centroamérica que opera aviones supersónicos: entre sus 17 aeronaves en capacidad de combatir, cuenta con 11 cazas F-5 Tiger II.

México: La Fuerza Aérea cuenta con 80 aviones en capacidad de combatir, pero apenas 5 son cazas supersónicos F-5 Tiger II. Como Argentina, México es uno de los países que menos gasta en Defensa en la región, de acuerdo tanto con datos del SIPRI como del Banco Mundial.

Perú: Cuenta con   60 aviones en capacidad de combatir, de la Fuerza Aérea de Perú figuran aeronaves supersónicas de origen soviético y occidental, ente ellos 19 MiG-29 y 12 Mirage 2000 (provenientes de Francia).

Venezuela: La Fuerza Aérea opera una flota de diversos orígenes y es uno de los dos usuarios regionales actuales del F-16 (tiene 18 en versiones A y B), pero también vuela 21 Sukhoi Su-30 de origen ruso, de un total de (79 aeronaves en capacidad de combatir).

De esta forma queda muy claro en donde nos encontramos en la actualidad materia defensiva, estimándose que dada la situación mundial de inestabilidad y conflictos traducidos en confrontaciones armadas, donde se puede ver claramente una polarización de las partes y un reposicionamiento geoestratégico de las mismas, por los recambios de gobiernos mundiales la compra de estos  aviones por parte de Argentina no es, un hecho aislado estimándose que a nivel mundial, se incremente el flujo de comercialización de armamento, dado que en los últimos 9 años se registra un aumento exponencial y por otra parte surge del  Instituto Internacional de Estocolmo para la Investigación de la Paz (SIPRI, por sus siglas en inglés), que monitorea las compras globales de armamento, el gasto global en Defensa trepó en 2023 a US$ 2.443 billones, un 6,8% más que en 2022 y se estima que para el presente año pueda superar los dos dígitos.

Sin embargo, el gasto en Defensa en América Latina sigue siendo bajo. Según el Banco Mundial, solo Colombia supera el umbral del 2% y dedica un 3,1% de su producto a la Defensa. Mientras que México, Venezuela e incluso Argentina, a pesar de esta compra, están entre los que menos gastan en Defensa, por debajo del 1%.

 

 

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