De acuerdo a la disposición, los comercios deberán ofrecer una terminal inalámbrica para realizar el cobro en presencia de los clientes. Así, no se podrá retener el plástico ni el documento, por lo que la operación deberá ser hecha por el consumidor. La medida la coordinó el subsecretario de Defensa al Consumidor y Lealtad Comercial, Fernando Blanco Muiño.

“Todos los establecimientos comerciales que acepten la realización de transacciones comerciales con tarjetas de crédito o débito deberán poner a disposición del consumidor medios para que, en ningún momento, pierda el control o quede desapoderado de su tarjeta, ni momentáneamente, hasta la completa finalización de la operación”, expresa la Resolución.

Además, establece “un plazo de adecuación de 180 días contados a partir de su entrada en vigencia, a efectos de que los proveedores adapten los servicios de atención al cliente”. Desde Comercio, señalaron que no hay impedimento tecnológico para concretar la medida. Incluso, la tarjeta se puede acercar al dispositivo de pago.

Medida de seguridad

Según la normativa, “resulta pertinente y necesario establecer criterios para que el consumidor, en cuanto a la utilización de la tarjeta, no pierda el control de la misma en ningún momento de la transacción”. Esta situación “reducirá la posibilidad de la captura indebida de sus datos o su uso fraudulento”.

En esta línea, desde la Secretaría de Comercio, indicaron que “se reduce hasta cuatro veces la posibilidad de que se produzcan estafas”. Asimismo, se precisó que en 2023 hubo casi 7.000 denuncias por fraudes en los pagos con tarjetas ante la Dirección Nacional de Defensa del Consumidor por fraudes y estafas en servicios financieros.