CONFLICTO ARMADO ENTRE TAILANDIA Y CAMBOYA/ UN VIEJO CONFLICTO LIMITROFE/ LA EXPLOSION DE UNA MINA ANTIPERSONAL REAVIVIO EL CONFLICTO ARMADO

Por Daniel Ariza. Analista Política Internacional.
El choque entre Tailandia y Camboya comenzó el jueves 24 de julio y ha dejado 5 días de tensiones en la frontera de ambos países. Finalmente, este lunes los líderes de ambos países acordaron un alto al fuego «inmediato e incondicional», según las palabras del primer ministro de Malasia, Anwar Ibrahim, país que acogió la reunión. Sin embargo, la tensión continúa.
El comienzo de los enfrentamientos se produjo después de que Tailandia anunciase una reducción de los lazos diplomáticos con Camboya por la denuncia de que cinco soldados habían resultado heridos por una explosión de una mina antipersonal en la provincia limítrofe de Ubon Ratchathani, después de meses de tensiones en la frontera.
Sin embargo, este conflicto en las fronteras de ambas naciones asiáticas es un problema que arrastran desde hace mucho tiempo, por antiguas disputas territoriales; el conflicto en la zona fronteriza se remonta a la frontera cartografiada por Francia en 1907, cuando Camboya era colonia francesa.
Bajo dominio colonial francés se elaboró un mapa que delimitaba Camboya y Tailandia. Este mapa, utilizado por Camboya como referencia para sus reclamaciones territoriales, ha sido rechazado por las autoridades tailandesas, que lo consideran inexacto.
En este contexto, la tensión se ha concentrado especialmente en torno al templo de Preah Vihear, de más de 1.000 años de antigüedad, cuya soberanía fue otorgada a Camboya por la Corte Internacional de Justicia (CIJ) en 1962. Este fallo, reafirmado en 2013, ha sido motivo de fricciones continuas entre ambos países.
Este conflicto histórico se recrudeció en mayo de este año con la muerte de un soldado camboyano en una refriega entre ambos ejércitos en la frontera. Después de esto, ambas partes reforzaron el despliegue de tropas en las zonas donde ambos países reclaman territorio.
Tailandia adoptó una postura que abogaba por la llegada a un acuerdo de forma bilateral, sin embargo, Camboya elevó el conflicto en junio a la Corte Internacional de Justicia (CIJ).
Origen del conflicto: La primera parte de este enfrentamiento (24 de julio) se concentró en las provincias fronterizas tailandesas de Surin, Ubon Ratchathani y Buriram y en las camboyanas Preah Vihear y Oddar Meanchey. Las disputas se extendieron a Sisaket, Trat y Chanthaburi, regiones en las que ambas naciones mantienen una disputa territorial por la soberanía de algunas zonas.
Durante el primer día del conflicto el ministro camboyano, Hun Manet envió una carta al presidente rotatorio del Consejo de Seguridad de la ONU con el objetivo de denunciar las acciones de Tailandia. El Consejo de seguridad celebró una reunión en Nueva York.
Es importante recordar que el poderío militar de Tailandia es notablemente superior al de Camboya. El Lowy Asia Power Index 2024 pondera factores militares, económicos diplomáticos y culturales y ha situado a Tailandia en la décima posición de su ranking. Por otro lado, Camboya es considerada por este índice como una potencia menor y la sitúa en el puesto 19.
Cronología
El jueves 24 Tailandia envió uno de sus aviones de combate F-16 para bombardear objetivos en Camboya después de que los disparos de artillería dejasen al menos 11 civiles muertos, según Reuters. Tailandia posicionó seis aviones F-16 y uno de ellos fue movilizado para atacar un objetivo militar camboyano.
Tailandia impone la ley marcial en la frontera con Camboya tras el uso de bombas de racimo, mientras que Tailandia señaló que el uso de su poderío aéreo se empleó para atacar con precisión, Camboya calificó el ataque como una «agresión militar imprudente y brutal».
Los combates se reanudaron antes del amanecer del viernes con enfrentamientos reportados en 12 localidades, según el ejército tailandés. Tailandia acusó a Camboya de utilizar artillería y cohetes BM-21 de fabricación rusa para atacar zonas que incluían escuelas y hospitales, según Reuters.
Por otro lado, el 26 de julio la Real Fuerza Aérea Tailandesa (RTAF) envió dos aviones F-16 (de fabricación estadounidense) y dos Gripen (de fabricación sueca) con el objetivo de realizar una operación contra posiciones militares camboyanas en la zona de combate de Phu Ma Kua, según el diario tailandés The Nation. El diario señala que existían informes de inteligencia que señalaban que Camboya se estaba preparando para usar municiones de proyectiles indirectos.
De nuevo, el domingo 27 Tailandia volvió a acusar al Ejército camboyano de haber disparado artillería pesada alrededor de las 4:30 contra viviendas civiles en la provincia de Surin. No obstante, ambos países mostraron su voluntad de llegar a un acuerdo mediante el diálogo programado para el día siguiente.
El enfrentamiento deja ya al menos 35 muertos, 22 del lado tailandés (14 civiles y 8 soldados) y 13 del lado camboyano (8 civiles y 5 militares), según la información de EFE del 28 de julio. Por otro lado también han resultado heridas una decena de personas y unos 291.000 desplazados se refugian en centros de evacuación y campos temporales. En Tailandia son más de 156.000 y el Camboya cerca de 135.000.
Últimas novedades del conflicto
Después del acuerdo alcanzado para un alto al fuego «inmediato e incondicional» este lunes, desde Tailandia han acusado a Camboya de violar el acuerdo pocas horas después de su entrada en vigor, según Europa Press.
El Ejército de Tailandia ha anunciado en su cuenta de X que Camboya ha violado la tregua «con disturbios y ataques en múltiples áreas» por lo que desde Bangkok han respondido «desplegando fuerzas de primera línea y utilizando armas de apoyo para reprimir las operaciones militares camboyanas».
Como respuesta el Ministerio de Defensa de Camboya ha señalado que la situación se ha mantenido en calma, pero Tailandia ha rechazado sus declaraciones señalando que disponen de «pruebas claras» de estas infracciones.
Pese a posibles disparos esporádicos con armas de bajo calibre, la tregua podría mantenerse en gran medida, ya que ambas partes han alcanzado la mayoría de sus objetivos, cree Zachary Abuza, profesor del Colegio Nacional de Guerra en Washington.
Tailandia: debilitamiento de una dinastía
«Del lado tailandés, las élites militares y monárquicas utilizaron hábilmente el conflicto para debilitar políticamente a los Shinawatra», dice Abuza, refiriéndose al ex primer ministro tailandés Thaksin Shinawatra y a su hija Paetongtarn.
Después de su padre y su tía, Paetongtarn Shinawatra es la tercera persona de su familia en ocupar el cargo de primera ministra; no obstante, fue suspendida recientemente por el Tribunal Constitucional de Tailandia, a la espera de una investigación sobre una llamada telefónica filtrada con el presidente del Senado camboyano, Hun Sen, el mes pasado, para aliviar las tensiones fronterizas.
Durante la llamada filtrada, Paetongtarn parece criticar a un comandante del Ejército tailandés, lo que se considera una línea roja en un país donde los militares tienen una influencia significativa; el poderoso Ejército tailandés ha derrocado dos gobiernos de la familia Thaksin desde 2006, por lo que la relación de la dinastía política con los militares es complicada desde hace tiempo.
Encuentro entre mandos militares de Camboya y Tailandia. Este 29.07.2025). Se produjo un encuentro entre mandos militares de Camboya y Tailandia, en la frontera entre ambos países.
Del lado camboyano, los enfrentamientos contribuyeron a consolidar aún más el dominio de la familia Hun, concretamente, del ex primer ministro Hun Sen y su hijo mayor, Hun Manet, quien sucedió a su padre en 2023, cree Abuza, del Colegio Nacional de Guerra.
«Hun Sen y Hun Manet unieron a la nación, demostraron el liderazgo de Manet y eliminaron una vía de ataque para la oposición política, en gran parte exiliada», explica Abuza. «La continuación de los combates», agrega, «no beneficia políticamente a ninguna de las partes».
¿Quién supervisará el alto el fuego?
Por su parte, Matthew Wheeler, analista sénior del International Crisis Group en Bangkok, hace hincapié en algunos detalles que podrían obstaculizar el acuerdo, por ejemplo, la falta de claridad sobre cómo se supervisará el alto el fuego.
Malasia, país presidente de la ASEAN, se ha ofrecido a coordinar un equipo de revisión. Sin embargo, Wheeler duda que las partes estén dispuestas a acoger a supervisores de otros países, «Hubo un plan para introducir observadores indonesios bajo los auspicios de la ASEAN tras los combates de 2011, pero nunca se llevó a cabo», cuenta el experto.
«El acuerdo menciona que Malasia está dispuesta a desempeñar una función de supervisor, pero en realidad no establece que Malasia, ni ningún otro país, vaya a ser supervisor», observa, a su vez, Paul Chambers, del Instituto Yusof Ishak – ISEAS de Singapur y analista de seguridad regional.
«Sin la supervisión de un tercero, es difícil que cualquier alto el fuego acordado se aplique adecuadamente», agrega.
¿Ayudó Trump a poner fin al conflicto?
Durante el fin de semana, el presidente estadounidense, Donald Trump, amenazó con retrasar las negociaciones comerciales con ambos países sobre los aranceles estadounidenses a menos que acordaran poner fin a los enfrentamientos, y luego llamó por teléfono a los líderes de ambas naciones.
Estados Unidos es el mayor mercado de exportación tanto para Camboya como para Tailandia, que se enfrentan a posibles aranceles del 36 por ciento.
Según Wheeler, analista sénior del International Crisis Group, las amenazas arancelarias de Trump habrían influido sobre todo en la postura de Tailandia, que anteriormente había rechazado la oferta mediadora de Malasia.