CUMBRE ZELENSKY BUSCA EL APOYO DE LA E.U Y DE LA OTAN
Trump obserba y se toma su tiempo para intentar nuevamente su acuerdo sobre tierras raras con Ucrania

Por Daniel Ariza. Analista Política Internacional.
El presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, ha regresado a Kiev después de un fin de semana frenético que puso en evidencia las tensiones en el escenario político internacional. Todo comenzó con un enfrentamiento público en la Casa Blanca entre Zelensky y Donald Trump, que terminó con la salida abrupta del mandatario ucraniano. El intercambio dejó entrever las tensiones latentes entre Ucrania y Estados Unidos, un país que ha sido clave en el apoyo militar y financiero a Kiev frente a la agresión rusa.
Sin embargo, el tono cambió drásticamente en Londres, donde Zelensky fue recibido calurosamente por líderes europeos. Durante una cumbre clave, se discutió cómo fortalecer la seguridad de Ucrania en medio de la guerra con Rusia. El primer ministro británico, Keir Starmer, sugirió la formación de una «coalición de dispuestos», un esfuerzo multinacional para brindar apoyo militar y diplomático a Ucrania. No obstante, los detalles sobre cómo se implementaría este plan y qué naciones contribuirían aún están en discusión, reflejando las dificultades de coordinar una respuesta europea unificada.
Por otra parte, las reacciones en Europa han sido diversas. Mientras países escandinavos como Dinamarca y Suecia han mostrado disposición para aumentar su apoyo, otras naciones como Italia y Polonia han planteado reservas sobre el envío de tropas a Ucrania. Estas divergencias internas resaltan los desafíos que enfrenta Europa para actuar con contundencia. A pesar de ello, el mensaje general de los líderes europeos fue claro: garantizar que Ucrania reciba el apoyo necesario para disuadir futuras agresiones rusas y fortalecer su defensa.
Mientras tanto, la propuesta de Francia y Reino Unido de una tregua temporal en el aire y el mar, aunque ambiciosa, sigue siendo incierta, ya que no cuenta con un respaldo sólido de Rusia, ni garantiza un cese significativo del conflicto en tierra. El Kremlin, por su parte, ha calificado las discusiones como una continuación de los esfuerzos occidentales por prolongar la guerra, dejando en claro que cualquier iniciativa de paz tendría que alinearse con los intereses rusos para ser considerada.
El fin de semana cerró con la promesa de más discusiones en Bruselas, donde los líderes europeos buscarán reforzar sus compromisos y plantear nuevas estrategias de defensa. Sin embargo, la pregunta persiste: ¿será suficiente el liderazgo europeo para compensar las tensiones con Estados Unidos y garantizar una paz sostenible en la región?
El presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, está de regreso en Kiev después de tres días frenéticos que comenzaron el viernes después de que se le ordenara abandonar la Casa Blanca tras un tenso y público enfrentamiento con Donald Trump y JD Vance.
Encontró una bienvenida más cálida en Londres durante el fin de semana, donde fue recibido por el primer ministro a las afueras de Downing Street, visitó al Rey y recibió una fuerte muestra de apoyo de los líderes europeos en una cumbre el domingo, un marcado contraste con las escenas en la Oficina Oval.
Después de la cumbre de Londres, Sir Keir Starmer sugirió que los líderes europeos formarían una «coalición de dispuestos» para defender a Ucrania, pero los detalles sobre quién contribuiría con qué fueron escasos.
En una serie de publicaciones en las redes sociales el sábado por la mañana, el presidente Zelensky dijo que Ucrania y Estados Unidos debían ser «honestos y directos entre sí» para comprender sus objetivos compartidos, y quería que Estados Unidos «se mantuviera más firmemente» de su lado.
En una entrevista con Fox News horas después de salir de la Casa Blanca, Zelensky dijo que el enfrentamiento había sido una «situación realmente difícil» y aprovechó la oportunidad para agradecer a los estadounidenses y a Donald Trump. También se abstuvo de ofrecer una disculpa directa a pesar de los pedidos de los legisladores estadounidenses para que lo hiciera.
Aunque Trump no ha hecho comentarios directos sobre el enojado intercambio del fin de semana, la mayoría de las figuras republicanas han expresado su apoyo a Trump y Vance; pero toda la situación planteada dejo abierta una gran cantidad de posturas y posiciones, en donde la U.E ve con cierto asombro y gran preocupación el radical giro de Trump en materia de política Internacional, adoptando un apostura, donde ha llegado a justificar las acciones de Rusia y de su amigo Vladimir Putin, dentro de estas posturas podemos resaltar las siguientes:
El asesor de seguridad nacional, Mike Waltz, que estaba en la Oficina Oval durante la acalorada reunión del viernes, comparó al líder ucraniano con una «exnovia», mientras que el presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson, pidió la renuncia de Zelensky.
Sin embargo, el congresista republicano moderado de Nebraska, Don Bacon, dijo que era «un mal día para la política exterior de Estados Unidos» y la senadora de Alaska Lisa Murkowski dijo que se siente «enferma porque la administración parece estar alejándose de nuestros aliados y abrazando a Putin».
Los mensajes en las redes sociales en apoyo a Zelensky se multiplicaron poco después de que abandonara la Casa Blanca el viernes por la noche. Entre las notables excepciones se encuentran la italiana Giorgia Meloni, que quiere preservar sus excelentes relaciones con la administración Trump, y el húngaro Viktor Orban, que elogió a Donald Trump por «defender valientemente la paz».
Cuando llegó la cumbre de Londres el domingo, había una sensación de que las palabras de apoyo debían ir seguidas de acciones concretas, y la mayoría de los líderes se cuidaron de destacar que todavía consideraban esencial el apoyo de Estados Unidos, “como forma de no quedar dentro de la rebelión en la granja”.
Al final de la cumbre, Starmer esbozó un plan de paz de cuatro puntos que incluía la continuación de la ayuda militar a Ucrania, el compromiso de Ucrania de estar presente en las conversaciones de paz, el impulso de las capacidades de defensa de Ucrania para disuadir futuras agresiones rusas y el desarrollo de una «coalición de dispuestos» para defender a Ucrania, incluido el envío de tropas a Ucrania.
Pero dentro de estas negociaciones y cumbres, se instala en el aire cuales serán las garantías de seguridad que se le darán a Ucrania, en este sentido Starmer dijo que la idea de enviar tropas a Ucrania -que incluiría botas en tierra y aviones en el aire- tenía el respaldo de varias partes, pero fue cuidadoso de dejar que cada país discutiera el asunto internamente.
Los países escandinavos ya han dado señales de que estarían abiertos a la idea. La primera ministra de Dinamarca, Mette Frederiksen, dijo que mantenía una «mente abierta» respecto a la propuesta, mientras que el sueco Ulf Kristersson dijo que su país estaba dispuesto a proporcionar a Ucrania garantías de seguridad, si contaba con el respaldo de Estados Unidos.
La italiana Giorgia Meloni preferiría impulsar otra cumbre que incluya a Estados Unidos antes que discutir un contingente europeo en Ucrania, una posibilidad que, según ella, la «desconcierta»; y Polonia –que durante mucho tiempo ha sido uno de los principales defensores de Kiev– ya ha descartado enviar soldados, aunque puso pocos límites a la ayuda humanitaria y militar a Ucrania.
Los líderes europeos tendrán ahora unos días para digerir los últimos acontecimientos antes de volver a reunirse en Bruselas el jueves para una reunión especial sobre defensa, en la que la jefa de la Comisión, Ursula von der Leyen, presentará lo que ha llamado «un plan integral sobre cómo rearmar Europa».
Esta situación marca las diferencias entre los principales países de la región como son el Reino Unido que resta importancia al plan de tregua de Macron, como forma de no perder la iniciativa y la posibilidad de marcar el liderazgo regional; el domingo por la noche, el periódico francés Le Figaro informó que el presidente Emmanuel Macron y Starmer propusieron una posible tregua de un mes entre Rusia y Ucrania, «en el aire y en el mar».
Los detalles de cualquier acuerdo son escasos y la idea planteada por los franceses sigue siendo sólo eso: según la hipótesis, ambas partes acordarían una tregua de cuatro semanas en el aire, el mar y en torno a la infraestructura energética. Pero Macron ha sugerido que no se cubriría la lucha sobre el terreno a lo largo de la línea del frente, ya que sería demasiado difícil de monitorear.
Pero este lunes por la mañana, el ministro de las Fuerzas Armadas del Reino Unido restó importancia a la idea de una tregua insistiendo en que «no se ha llegado a ningún acuerdo sobre cómo sería una tregua». Luke Pollard dijo a Times Radio: «Estamos trabajando junto con Francia y nuestros aliados europeos para ver cuál es el camino para… crear una paz duradera y resistente en Ucrania».
Cualquier tregua tendría que ser acordada por Rusia y todavía no hay evidencia de que estén dispuestos a hacerlo y mientras tanto este fin de semana, Maria Zakharova afirmó que Zelensky está «obsesionado» con prolongar la guerra.
Aunque Vladimir Putin aún no ha comentado oficialmente sobre el encuentro en Washington, la portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores del Kremlin, Maria Zakharova, dijo que había sido un «completo fracaso diplomático de Kiev». Por su parte, el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, añadió sus críticas a la cumbre de Londres sobre Ucrania; «Allí se hizo una declaración sobre la necesidad urgente de aumentar la financiación para Ucrania. Evidentemente, esto no forma parte de un plan de paz, sino que se hace para continuar la lucha», afirmó Peskov.
«El resto dependerá de qué tipo de planes de paz se elaboren y se presenten para su discusión. Cualquier apoyo constructivo a este proceso será bienvenido ahora, al igual que cualquier iniciativa constructiva»; al comentar la respuesta a la guerra en términos más generales, Peskov también sugirió que «el Occidente colectivo ha comenzado parcialmente a perder su colectividad»
La gran pregunta en este momento en Europa, es la situación disparada a partir de que Estados Unidos iniciara sus negociaciones por la Paz de la Guerra en Ucrania, dado que la estrategia dispuesta por Donald Trump se muestra contraria a los intereses de ese bloque, mientras que con lo ocurrido ante un fracaso de la firma de los acuerdos por las tierras raras con el líder Ucraniano, y el corte momentáneo del diálogo con este, la OTAN y la U.E intentan aprovechar la situación para tomar la posta y no quedar como invitados de piedra y no queden afuera de las negociaciones.
Que esta situación, pese a la grabe situación económica de Europa los lleva a buscar una salida, ante lo que se podría tomar como un triunfo estratégico de Rusia, cosa que no pueden permitir porque implica la posibilidad de que Rusia envalentonada intente avanzar en contra de algún otro territorio de la región por lo que apostarían a apoyar a Ucrania, para presionar y poner en apuros a Putin; mientras analizan su alianza estratégica con Estados Unidos y ven con preocupación la postura pro Rusa de Trump, llegandose a tejer un sin número de conjeturas sobre el porque de este giro estratégico.