De vocero de la dictadura en la guerra, a director “Gesta de Malvinas” del Senado
Manipulador, exitista, servil, negacionista, mercantilista de la guerra durante más 41 años, el que se inmortalizó con la frase “estamos ganando”, la cara sonriente de la dictadura en las islas, el rostro y la voz de la mentira que millones de argentinos no olvidan; ahora en un cargo en el Senado de la Nación.
Expulsado por el periodismo argentino, Kasanzew consiguió ser nombrado Veterano de Guerra con rango militar.
Como una clara provocación tomaron excombatientes de todo el país la designación de Nicolás Kasanzew, en un alto cargo público; al periodista que fuera la voz cantante de la dictadura durante la guerra de Malvinas, tergiversando los hechos y transmitiendo una realidad ficticia que ocultó las penurias de la tropa argentina.
Mientras la presidenta del Senado Victoria Villarruel se vanagloria de haber designado en un alto cargo a Nicolás Kasanzew “el corresponsal de guerra más reconocido en el conflicto de Malvinas”, para que “recuperemos nuestra historia y reconozcamos a nuestros héroes”, excombatientes y un amplio sector de la sociedad argentina consideran una verdadera provocación ungir en funcionario a quien claramente identifican como un «negacionista» de los hechos de la guerra.
Villarruel designó al periodista Kasanzew, quien fuera la voz de la dictadura en la guerra de 1982, manipulando y engañando gravemente a la opinión pública, junto al inefable José Gómez Fuentes. El nombramiento del nuevo director de Gesta de Malvinas en el Senado, fue inmediatamente cuestionado por el Centro de excombatientes de La Plata (Cecim) por considerarlo un «negacionista».
El propio Kasanzew, el que durante las transmisiones televisiva en momento del conflicto bélico “vendía” desde las islas un seguro triunfo y un bienestar generalizado de los soldados argentinos, publicó en su cuenta de X: «La Vicepresidente de la Nación, hija de un héroe de Malvinas, me brinda la oportunidad de ocupar otra trinchera -nada menos que en el Senado- para luchar por la verdad histórica. Es un gran honor del cual trataré de ser digno. Cuento con la ayuda de mis hermanos veteranos!» insólitamente arengó, quien hace dos años fuera vergonzosamente ungido como veterano de guerra. De todas maneras, aún sin esa caracterización, el tergiversador serial lleva 40 años viviendo de y gracias a su pusilánime papel de 1982.
«Un cargo a medida de un negacionista» sostuvieron en un comunicado los excombatientes del Cecim platense. «La cara visible de la dictadura militar en ATC, Argentina Televisora Color en 1982. Cubrió como casi único corresponsal debido a la censura el conflicto de Malvinas desde Puerto Argentino, con las premisas de la época de contar el ‘Vamos Ganando'», agregaron.
Según la caracterización del centro de La Plata, Kasanzew “fue un mercenario que respondía a la propaganda dictatorial, no se movía más allá de las diez cuadras que tenía el pueblo en esa época, se dedicaba a armar set de entrevistas con soldados que estaban hambreados y sumergidos en pozos llenos de agua, mientras él comía torta y tomaba whisky en casas abrigadas en Puerto Argentino con la Junta Militar», tal como relataron en el comunicado.
Vocero castrense
El ahora director de Gesta de Malvinas de la cámara alta, hizo doble gala de negacionismo, negando haber sido negacionista: «Nunca tuvo ni difundió la visión triunfalista. El 95% del material no solo no fue exhibido, sino que fue destruido por la censura militar».
La lisonjera entrevista de Kasanzew al general genocida Mario Benjamin Menendez, gobernador militar de Malvinas.
«No teníamos retorno durante la guerra y no sabíamos qué se emitía y qué no, para mi desmayo y el de mi camarógrafo cuando volvimos de Malvinas al continente, mis compañeros de Canal 7 me dijeron que entre el 90 al 95% de nuestras filmaciones y grabaciones fue destruido», se defendió Kasanzew con argumentos incomprobables.
Sin embargo, no se privó de enfatizar su provocadora postura de considerar a Malvinas como «una gesta histórica» y de proteger al expresidente de facto Leopoldo Galtieri como un inocente que «cayó con la junta como chorlito en la provocación inglesa».
Se erigió en la voz de la conciencia de Galtieri, de quien dijo «estaba convencido que los norteamericanos no lo iban a traicionar apoyando a los ingleses» y que, en tanto, «jamás hubiera osado ir a la guerra contra la OTAN».
No satisfecho con su genético alineamiento castrense, cargó contra “Alfonsín y el gobierno civil posterior” a quienes cuestionó que “trataron de tapar las grandezas que son los hechos heroicos de nuestros combatientes. Como resultado, la población argentina hasta el día de hoy no sabe bien qué pasó en Malvinas y todos los héroes que hemos tenido han sido absolutamente desconocidos». Sobre la Junta Militar, apenas insinuó que “trató de ocultar las miserias de Malvinas”, eufemismo para referirse, quizás, a las gravísimas acusaciones que penden sobre la oficialidad responsable de las tropas argentinas de torturar y vejar a sus propios soldados.
Kasanzew remarcó que su objetivo de gestión será «que los argentinos conozcan a sus héroes» y que los excombatientes sean «reivindicados por una gran labor en defensa de la patria» replicando hasta en la forma y sintaxis el consabido discurso de las fuerzas armadas.
«¡Repudio, absoluto repudio!» es el título del dossier de prensa que difundió el Cecim luego de conocida la vergonzosa designación. «Cargo a medida de un negacionista y ahora ñoqui, quien fuera la cara visible de la dictadura militar en ATC, Argentina Televisora Color en 1982 durante la Guerra», dijeron los excombatientes.
Los veteranos de la capital bonaerense recordaron cuando el nefasto comunicador “hacía una cobertura con relato de hollywoodesco con intervenciones diarias en el noticiero ’60 minutos’ donde mostraba imágenes que acontecían muy lejos de donde él se encontraba».
Como un “mercenario que respondía a la propaganda dictatorial” lo siguieron caracterizando, afirmando a su vez que Kasanzew “nunca estuvo en las primeras líneas donde los soldados argentinos se enfrentaron a las tropas británicas, no estuvo en Ganso Verde, en San Carlos ni Darwin, ni tampoco en Tumbledown ni en Monte Longdon», según detallaron.
Lo más contundente del comunicado lo constituye la referencia al testimonio de un soldado del Regimiento de Infantería 4 de Monte Caseros, Corrientes -que obra en la Justicia Federal de Río Grande-, quien sostuvo que Kasanzew en Malvinas, cuando él se encontraba hospitalizado en Puerto Argentino por un principio de congelamiento, “me hizo un reportaje, me puso facturas, café en la mesa. Cuando terminó el reportaje me sacaron todo, era para el reportaje, nada que ver, era para decir que así vivíamos y no tenía nada que ver con lo que vivíamos».
En definitiva, la designación del portavoz de la sangrienta dictadura en la guerra de Malvinas, cuestionado por el colectivo de excombatientes por su cobertura vergonzosa y lacaya de los penosos acontecimientos que soportaron los jóvenes e inexpertos soldados argentinos, si bien enciende el más enfático desprecio e indignación, no sorprende en lo más mínimo, a juzgar por el perfil de renunciamiento de la causa Malvinas que exhibe y comienza a ejercer concretamente el nuevo gobierno nacional.
Por Agenda Malvinas
Fuente: https://agendamalvinas.com.ar