De que se trata

Derecho a la salud y personas trans: “No es un privilegio, es el reconocimiento de nuestra existencia”

El Hospital Gutiérrez de La Plata, con su Área de Diversidad, es uno de los centros de referencia en materia de atención a personas trans y no binarias. Nino Jael, uno de sus trabajadores, cuenta sobre la importancia de la adecuación del sistema de salud a la Ley de Identidad de Género.

Redacción Canal Abierto | La Ley de Identidad de Género (n° 26.743), sancionada en Argentina el 9 de mayo de 2012, fue un parte aguas: en cumplimiento con los estándares internacionales de Derechos Humanos, por primera vez el Estado argentino incluía en su legislación el derecho de las personas a ser reconocidas, tratadas con dignidad e identificadas legalmente por su identidad de género autopercibida.

Pero además de la incorporación del derecho a la rectificación registral, la ley explicitaba una cuestión fundamental: que “todas las personas mayores de dieciocho (18) años de edad” podrían, “conforme al artículo 1° de la presente ley y a fin de garantizar el goce de su salud integral, acceder a intervenciones quirúrgicas totales y parciales y/o tratamientos integrales hormonales para adecuar su cuerpo, incluida su genitalidad, a su identidad de género autopercibida, sin necesidad de requerir autorización judicial o administrativa”.

Nino Jael es trabajador comunitario y realiza tareas administrativas en el Hospital Gutiérrez de La Plata, que desde hace años es un centro de referencia para las personas LGBT por su atención especializada. Luego de los ataques del Presidente Javier Milei al derecho de las personas travesti, trans y no binaries de acceder a tratamientos hormonales o a intervenciones quirúrgicas para adecuar su cuerpo a su identidad, explica por qué la adaptación de los sistemas de salud a la ley 26.743 “es fundamental”.

“No es un privilegio ni un ‘capricho’, como intentan instalar los discursos de odio, sino el reconocimiento de nuestra existencia y nuestra dignidad. Esta política pública -destaca el también militante de Derechos Humanos- nos corre del lugar de la patologización, la judicialización y la discriminación, nos reconoce como sujetes de derechos y busca garantizar el acceso a la salud integral, sin violencia ni exclusión”.

En línea con la ley, se trata de una política que incluye: “tratamientos de afirmación de género, como hormonización e intervenciones quirúrgicas, dentro del sistema público de salud y con cobertura en prepagas y obras sociales”, así como “el acompañamiento en salud mental”, algo clave “entendiendo que la violencia estructural que enfrentamos impacta en nuestra calidad de vida”, detalla Jael, en comunicación con Canal Abierto.

Asimismo, contempla la capacitación de profesionales de la salud, “para que brinden atención libre de prejuicios y con perspectiva de género y diversidad”, el trabajo para la reducción de la brecha en el acceso a la salud y el aumento de la expectativa de vida, “que hoy sigue siendo alarmantemente baja en la comunidad trans, debido a la exclusión estructural”.

Un estudio realizado en 2007 por la histórica referente Lohana Berkins estimaba que en Argentina esta no superaba los 35 años, dato confirmado por otro estudio más reciente, de 2014 realizado por ONUSIDA, Fundación Huésped y la Asociación de Travestis, Transexuales y Transgéneros de Argentina (ATTTA).

Jael también destaca la importancia de contar con presupuestos y recursos acordes. “No alcanza con que una política pública exista en el papel; su implementación efectiva es lo que transforma la vida de quienes lo necesitan”. En un contexto de feroz ajuste presupuestario y de recortes de fondos a las provincias, este es un aspecto más que sensible.

¿Cómo trabaja el Gutiérrez?

“En el hospital, la atención a personas LGBTINB+ se brinda principalmente desde el Área de Diversidades, con un enfoque integral y de acceso”, precisa Jael sobre el trabajo cotidiano en el centro de salud. “Sin embargo, cuando un caso lo requiere, se articulan abordajes con otros servicios para asegurar una atención interdisciplinaria y acorde a las necesidades de cada persona”, aclara.

Los tratamientos disponibles incluyen: el control de salud integral, con seguimiento específico y orientado a diversidades; la hormonización (garantizada por la Ley de Identidad de Género); y las intervenciones quirúrgicas para quienes lo soliciten, con acompañamiento médico especializado. Para acceder a estas, detalla, “se puede solicitar un turno con la Dra. Claudia Capandegui acercándose directamente al consultorio”.

marcha antifascista y antirracista lgbt del 1f en caba (presentes).

Jael aclara que se trata de un área de alta demanda, “lo que refuerza la necesidad de este espacio y de recursos para garantizar una atención accesible y sin demoras”.

El hospital también brinda atención especializada a niñeces y jóvenes LGBT. Esto se trabaja desde el área de Diversidades, pero también, a través de los Equipos interdisciplinarios Descentralizados de Asistencia (EDA), “conformados por compañeras que tratan de proyectar e incluir en diferentes servicios una mirada mas amplia, incorporando un enfoque que contemple las experiencias y necesidades de las adolescencias e infancias LGBTINB+”, explica el joven.

“En este caso, su rol se centra en transversalizar la perspectiva de género a través de la sensibilización y de las capacitaciones, como las propuestas por la Ley Micaela, y otras que surjan en los distintos espacios de trabajo y mesas”. Además, “su labor busca mejorar los circuitos de acompañamiento a víctimas de violencia por razones de género (VRG) y al colectivo LGBTIQ+”, y “apoyar y fortalecer iniciativas ya existentes dentro del hospital en servicios afines, como salud mental, servicio social y espacios de salud sexual dentro del SAPS (un área de vinculación con la comunidad)”.

“Chivo expiatorio”

Para el militante de Derechos Humanos, las ya sistemáticas declaraciones transfóbicas, homófobas y en contra del movimiento transfeminista de Milei, tienen como objetivo construir “un enemigo común”. “Cuando Milei demoniza estas políticas, no solo miente, sino que busca desviar la atención de la crisis económica que su propio modelo profundiza. La estrategia es clara: señalar a una minoría como chivo expiatorio para sostener su proyecto de ajuste y represión”, denuncia.

Sin embargo, “su discurso de ‘adoctrinamiento’ o ‘intervenciones innecesarias’ no es nuevo: es la misma narrativa utilizada históricamente por los sectores que se oponen a los derechos humanos y que hoy buscan borrar nuestras existencias de la agenda publica. Pero la realidad -sostiene- es que la Ley de Identidad de Género cumple con estándares internacionales, esta respaldada por estudios médicos y sociales, y a ha mejorado la vida de cientos de personas trans”.

Por último, subraya que si bien la estrategia de distracción es clara también es clave no tomar estas declaraciones a la ligera, porque “los discursos de odio tienen consecuencias concretas: alimentan la violencia, legitiman la discriminación y empujan a nuestra comunidad a la marginalidad, una marginalidad que se cobra vidas todos los días”.

“También sabemos que no estamos soles”, agrega. “Frente a la avanzada de quienes nos quieren fuera del sistema, seguiremos organizándonos, resistiendo y defendiendo lo que hemos conquistado. Nuestros derechos no se negocian, se defienden con lucha, con comunidad y con memoria”. La marcha antifascista del 1F fue una buena muestra de la enorme capacidad de organización del movimiento.

 

 

Fuente: https://canalabierto.com.ar

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