De que se trata

“Después de tanta espera y angustia, llegó algo de justicia”, dijo el padre de Verónica González

Tras recibir la notificación sobre el fallo del Tribunal N° 1 de La Matanza por el femicidio de su hija, Guillermo aseguró que era la sentencia que esperaban.

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El 5 de agosto se desarrolló el juicio por el femicidio de Verónica González. Guillermo, el padre de la víctima, fue la primera persona llamada por el Tribunal en lo Criminal N° 1 de La Matanza para brindar testimonio en el juicio contra Brian Baigorria, el acusado del asesinato.

Volver a recordar el 23 de febrero de 2023 lo angustia, se le entrecorta la voz, pero cobra fuerza. Sabe que, tras esa jornada, una resolución le podría traer algo de paz y justicia por el crimen de su hija. Y, finalmente, ese día llegó: la Justicia determinó por unanimidad de los magistrados la pena máxima para el femicida.

A días de la audiencia y alegatos de la fiscalía, representada por Carlos Luppino y la abogada defensora de Baigorria, el padre de Verónica se acercó a la fiscalía para recibir la resolución del juicio por el femicidio de su hija. En diálogo exclusivo con El1, Guillermo aseguró que era la sentencia que esperaban.

“Después de tanta espera y angustia, llegó algo de justicia para mi hija. Espero que el asesino se muera en la cárcel, aunque el dolor que sienten mis hijos, mis nietos y yo no lo imagina nadie. Hoy le diría a mi hija que hice lo que pude para llegar a tener justicia”, afirmó Guillermo.

La audiencia en el juicio por el femicidio de Verónica González.

Plantar la idea del suicidio

El 23 de febrero de 2023, alrededor de las 14, Guillermo estaba colando fideos en su casa del barrio La Loma, de Gregorio de Laferrere, y llamaron a la puerta. Era la cuñada de su hija, Verónica González, quien expresó: “La Queca se suicidó, se quitó la vida”. El cuerpo de Guillermo se paralizó, no podía entender la noticia que le estaban dando.

“La Queca”, como le decían a Verónica, estaba muerta. Sin embargo, la certeza empezó a invadir sus pensamientos. Desde el primer momento, supo que la hipótesis del suicidio “no era cierta”. “Mi hija tenía muchas ganas de vivir, dos hijos y miles de proyectos”, afirmó. Y lo terminó de confirmar cuando llegó al domicilio en que su hija vivía junto a su hijo e hija, en la localidad de González Catán.

“Llegué y me dijeron que se había fugado y que la policía lo estaba buscando. No entendía nada, por qué se habría dado a la fuga si era la pareja de mi hija. Y ahí me empieza a caer la ficha de que mi hija no se pudo haber suicidado bajo ningún punto de vista”, recordó.

Con el correr de los segundos, el padre de Verónica comenzó a hablar con su nieto para contenerlo: “Traté de calmarlo y lo llevé para mi casa. En el auto, me dio detalles de lo que pasó. Me dijo que Brian agarró un revólver, se lo puso en la cabeza a mi hija y le disparó. Mi mamá cayó al piso y yo fui al baño a agarrar papel higiénico, como vi en una película que así se curaba, pero no se curó, me contó. Ahí le dije que para ayudare a la mamá tenía que contar todo lo que había visto”.

Captura del femicida

A días del femicidio, el lunes 6 de marzo, efectivos policiales lograron dar con el paradero del acusado del crimen de Verónica González: estaba escondido en una vivienda ubicada en las cercanías de la calle Comercio y la Ruta Nacional N° 3, en González Catán.

Según información a la que accedió este medio, durante la detención el sospechoso confesó el hecho. “De manera espontánea, se responsabilizó de la autoría del hecho por el cual se lo imputa y se lo investiga”, detallaron voceros de la fuerza.

Fuente: https://www.el1digital.com.ar

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