Finalmente, este jueves retorna la Ley Bases a la cámara de origen luego del pronunciamiento en favor por parte del Senado. Se espera que haya cruces intensos debido a las interpretaciones del tratamiento en su conjunto.

Por un lado, no son pocos quienes afirman que aquellos puntos que no fueron tratados en el Senado sí podrán ser retomados. Esto se debería a que no existió un planteo expreso de excluir aspectos. Plantean una distinción entre rechazar y no tratar. Desde este punto de vista, la atención está puesta en los cambios.

Otro sector, en cambio, sostiene que no es conveniente abordar cuestiones que no fueron debatidas en el Senado porque esa desición implicó una postura sobre el texto.

En caso de que se le dé curso a la norma, indican, solo se tendría la posición afirmativa de una sola cámara: la de origen.

A esto se suma otro antecedente que enciende alertas: la represión que ordenó el Gobierno. El pasado 12 de junio, las fuerzas de seguridad detuvieron a 33 personas por protestar. Los arrestos se produjeron en zonas aledañas a la manifestación y cuando se producía la desconcentración, según afirmaron. Cinco personas aún permanecen detenidas. De forma paralela, la narrativa oficial planteó que se trató de “terroristas” y que hubo un intento de “golpe de Estado”.

La votación de la Ley Bases llegará acompañada de varias aristas. El Gobierno de Javier Milei busca una victoria en el terreno legislativo a más de seis meses de gestión. De forma paralela, por el momento los datos económicos no terminan de configurarse como auspiciosos, puesto que la inflación se desacelera pero la actividad se resiente. Sin lugar a dudas, Milei se juega gran parte de su estrategia. En caso de ganar, el premio es grande: la motosierra puede sumar un acelerador.