Día de la Educación Especial: una modalidad que marcó un antes y un después
Se trata de una modalidad que marcó un antes y un después en el país. “Aún hay muchísimo desconocimiento y falta de información”, evaluó Laura Esperanza, directora de la Escuela de Educación Especial Juntos Para Crecer, situada en San Justo.
Como cada 9 de agosto, se conmemora el Día de la Educación Especial, fecha establecida en 1949 a raíz de la creación de la Dirección de Educación Especial en Argentina. Se trata de una modalidad educativa que busca dar respuestas pedagógico-terapéuticas a personas con discapacidad, en todos los niveles del sistema educativo.
La creación de dicha modalidad marcó un antes y un después en el país. Permitió resignificar el concepto de discapacidad y propiciar desafíos, generar interrogantes y motivar posibles respuestas con el fin de entender a la diversidad como un factor de cambios que requiere de la participación de la sociedad y de las personas con discapacidad.
En Argentina, la primera escuela especial data de 1885. Se trató de la institución de “sordomudos”, actualmente Escuela Bilingüe de Discapacitados Auditivos (EBDA) N° 28 Bartolomé Ayrolo. No obstante, la expansión de los colegios de Educación Especial se produce a partir de la década del ’50, clasificadas atendiendo a diversas patologías.
Una escuela de Educación Especial de larga trayectoria en La Matanza
En comunicación con El1, Laura Esperanza, directora de la escuela Juntos Para Crecer, situada en la localidad de San Justo, destacó que dicha modalidad garantiza los derechos de las personas con discapacidad en la sociedad y justicia educativa.
“Es una modalidad que tiene mucho para aportar. Ojalá las escuelas de los niveles inicial, primario y secundario trabajaran del mismo modo. De hecho, la bandera de la educación especial es generar nuevos recursos que puedan ser utilizados por todos”, explicó Esperanza. Si bien destacó que la legislación al respecto “es muy buena”, consideró que aún “hay muchísimo desconocimiento y falta de información”.
“Se debería mejorar la formación docente. La legislación en cuanto a la modalidad debe ser conocida por todos, más allá del área en que se estén formando, porque atraviesa a todos los niveles. Por eso, además de llevar recursos educativos a las escuelas con las que trabajamos, también acercamos las leyes para que los docentes las conozcan, apliquen y respeten”, manifestó.
En este contexto, Esperanza aseguró que la educación especial es la “pieza fundamental” para garantizar la igualdad y la inclusión. “Hay avances porque, hoy en día, muchos de nuestros alumnos llegan a las escuelas secundarias con proyectos de inclusión, algo que antes no ocurría. Pero permanecen actitudes que se convierten en barreara para que otros participen en igualdad de condiciones”, indicó.
El compromiso diario
La Escuela Juntos Para Crecer trabaja con la discapacidad intelectual en alumnos de seis a 18 años. En muchos casos, son estudiantes que han estado en escuelas comunes y, generalmente, no han tenido buenas experiencias, por lo que necesitan de un apoyo considerable. “Trabajamos con los mismos contenidos que las escuelas comunes, pero los presentamos de la forma en que cada alumno necesita aprender. Respetamos sus tiempos, sus niveles de comprensión y sus formas de interacción”, destacó.
Por último, Esperanza explicó lo que significa a nivel personal desempeñarse en esta modalidad de la educación. “Yo creo que no podría trabajar en otra cosa. La vida misma hizo que esté en contacto con la discapacidad desde pequeña. Recuerdo que siempre me dolió mucho la no aceptación, la segregación y la burla. De grande tomé este camino con el objetivo de hacer algo para que esto cambie”, destacó.