Ecuador elige presidenta o presidente: El rol del movimiento indígena en la elección
Este domingo las y los ecuatorianos dirimen si Luisa González o Daniel Noboa ocuparán la presidencia. El activista y analista Juan Cuvi describe el rol del movimiento indígena en la elección y advierte que “hay una polarización electoral, no de intereses”.

Redacción Canal Abierto | El próximo domingo 13 de abril tendrá lugar la segunda vuelta de las elecciones presidenciales en Ecuador. El “banana kid” Daniel Noboa, actual presidente, y Luisa González, candidata del Movimiento Revolución Ciudadana, disputan quién ocupará por cuatro años el Palacio de Carondelet, si los avatares del convulsionado país se lo permiten. Recordemos que su antecesor Guillermo Lasso se fue de manera anticipada luego de decretar la muerte cruzada que acabó también con la Asamblea Legislativa que planeaba llevarlo a juicio político.
La primera vuelta, que tuvo lugar el 9 de febrero de 2025, arrojó un empate de infarto en el que ambos candidatos acumularon un 44% de los sufragios con una ínfima diferencia a favor del candidato de la Acción Democrática Nacional (ADN). La polarizada votación dejó al resto de los 16 candidatos y candidatas con paupérrimos resultados, a excepción del 5,25% recogido por Leónidas Iza, líder de la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (CONAIE) y candidato por el Pachakutik, que lo colocó en tercera posición y con un caudal de votos que de volcarse a uno u otro candidato podría definir la elección.
¿Hacia el bipartidismo?
“Creo que hay que entender la situación política del Ecuador como una polarización electoral, no necesariamente política. Hay dos candidatos que prácticamente han concentrado el 90% del electorado entre ambos, una situación inédita en la historia ecuatoriana, pero eso no necesariamente implica que exista una polarización de fuerzas, una polarización de intereses”, explica Juan Cuvi, analista político y activista ecuatoriano, en diálogo con Canal Abierto.

“Detrás de ambas candidaturas están operando grandes grupos económicos que son los que toman las decisiones finales respecto del modelo de Estado, del modelo de economía, de la administración pública del próximo gobierno. Estos grupos están disputándose la posibilidad de hegemonizar una negociación, pero no necesariamente de alterar ni las relaciones de poder, ni las estructuras económicas, ni siquiera las estrategias de gobierno a futuro -sostiene Cuvi-. Sostengo que las élites de este país, los grandes grupos económicos, vienen jugándose a la apuesta del bipartidismo, es decir, la posibilidad de que existan dos grandes fuerzas, como ocurrió en la historia de este país y como ocurre en muchos otros países, que sean las que dirimen las disputas de carácter político electoral, pero no necesariamente están en juego modelos distintos de Estado, de economía, de sociedad, etcétera”.
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El voto en blanco y nulo, la tercera fuerza
El voto nulo, con más de 765 mil sufragios -superando a los votos obtenidos por el Pachakutik, 538 mil-, fue la tercera votación más importante. Si a ello le sumamos el voto en blanco, se acercan al millón de sufragios, casi un 10% del total de los votantes.
“El voto nulo estuvo por encima de lo usual. Hay que prestarle mucha atención porque indica una especie de hastío, de rechazo de mucha gente al modelo político liberal de representación que, a mi modo de ver, ya se agotó. Estas expresiones, como el voto nulo, nos deberían poner en otro andarivel del análisis político”, sostiene Cuvi. “¿Qué sucede con esa sociedad que se ve obligada a votar pero que está absolutamente insatisfecha con el modelo? Habría que pensar si eso abre el camino para otras expresiones políticas alternativas o diferentes. El movimiento indígena podría también hacerlo pero, lamentablemente, creo que se empantanó en el proceso electoral y eso lo podemos hablar adelante”.
La posición del Pachakutik ante la segunda vuelta
“Frente al avance de una derecha violenta y antidemocrática, es momento de dejar diferencias de lado y actuar juntos por un país más justo», anunció el partido Pachakutik y definió respaldar la candidatura de Luisa González.

El voto por Leonidas Iza, un 5,25%, “expresa una voluntad de un sector de la sociedad que es del mundo indígena o los sectores urbanos alineados con esta propuesta”, sostiene Cuvi.
Respecto a la decisión del apoyo a la candidata del correísmo, con el que el movimiento indígena tuvo serios desencuentros y enfrentamientos en todos estos años, el analista sostiene: “Esa decisión, desde mi punto de vista, es equivocada por dos razones. La principal es que yo creo que todavía la dirigencia indígena no es consciente del potencial que tiene su movimiento en la política ecuatoriana. Eso lo ha demostrado varias veces: los levantamientos, los últimos dos estallidos sociales del 2019 y el 2022 son evidencia de que existe ahí una fuerza social que permite hacer política. Porque la política no es solamente disputarse el espacio formal, institucional. La política también se hace desde las calles, desde la fuerza social. Y creo que no son conscientes porque no necesitaban aliarse ni ir detrás de ninguna de las dos candidaturas. El movimiento indígena podría haberle dicho el 14 de abril, un día después de las elecciones, al candidato que gane: ‘Mire esta es nuestra agenda, esta es nuestra propuesta ¿qué nos dice frente a ello?’ Porque tienen esa capacidad”.
“Ahora, al irse detrás de una de las candidaturas, eso le genera una serie de conflictos innecesarios. La duda es ¿qué sucede si gana Luisa González y ocurre como la vez pasada? Que luego de dos o tres meses, simplemente empieza a rechazar o a incumplir sus acuerdos y a desestimar las agendas indígenas. Eso va a generarles un conflicto grande”.
“Si gana Noboa ya de entrada estarían en un serio conflicto, con una dificultad para entrar a relacionarse con el Estado en términos de una negociación y una presión, porque a eso es lo que aspiraría el movimiento indígena como proyecto estratégico”.
Otro señalamiento del experto es que esta decisión electoral genera graves divisiones internas en el movimiento indígena. “Existen sectores del indigenado que están abiertamente apoyando a Noboa y otros que van por el voto nulo. La dirigencia indígena debería haberse puesto un poco por encima de esas decisiones y preservar la idea de un movimiento indígena unido que tiene una agenda y una perspectiva política al margen de las disputas electorales”.
En el acuerdo de Pachakutik con la Revolución Ciudadana, Leónidas Iza, presidente de la CONAIE, sostiene “Nosotros esperamos que usted sea un gobierno distinto al de Rafael Correa, que no vuelva a cometer los errores y horrores que cometió Correa, que no vuelva a perseguir el movimiento indígena y a tomar decisiones contrarias al interés nacional”… ¿Será una premonición o una certeza?
Empate técnico y riesgo institucional
Según el analista, sigue sosteniéndose un empate técnico que podría repetirse en la segunda vuelta electoral, con una diferencia de votos estrecha. “Eso es tremendamente peligroso porque el que pierda va a impugnar las elecciones. Cualquiera de los dos candidatos que pierda por un escaso margen de votos va a impugnar y eso puede generar una situación de inestabilidad gravísima, inclusive con brotes de violencia. Por eso habría que prepararse para ver qué va a suceder. No hay pronósticos, ya te digo, las encuestas dan a uno u otro vencedor con un escaso margen y eso es complicado”, dice.
¿Luisa es Rafael?
“En la práctica se ve que el que sigue tomando las decisiones es Correa. Eso es indudable. Lamentablemente Luisa González no ha logrado desmarcarse de esa tutela. Hay momentos en los cuales ella ni siquiera es una voz que tiene autoridad frente al país, siendo una candidata con posibilidades de ganar, porque tiene que someterse a las opiniones o a las declaraciones de Correa. Y eso es penoso”, advierte Cuvi.
Entrevista: Nahuel Croza
Fuente: https://canalabierto.com.ar